Capítulo 13. Recaída

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Narra Elizabeth

Hola, ______, este es el...no lo sé, ya te he dejado muchos mensajes, llámame, amor, estoy empezando a preocuparme.

Arrojé el móvil en el sofá y me senté llevando las manos a la cabeza.

______ no me ha respondido en cuatro días, parece poco tiempo pero ella nunca pasa más de un día sin responder, hablamos todas las noches y en la mañana nunca falta un mensaje de buenos días.

Ahora no he tenido nada eso.

La idea de que algo le hubiera pasado no deja de rondar en mi cabeza.

Tocaron la puerta de mi camerino, distrayendome.

—Lizzie, el director ya quiere que vayamos a escena

—Ya voy, Paul, gracias—intenté sonreír. Se fue cerrando la puerta.

Suspiré levantándome y mentalizando que debía salir y trabajar.

Estuve todo el día pensando en ella. Son solo 4 días pero no es normal en ______.

Llegada la noche regresé al departamento donde me estoy quedando.

Le llamé nuevamente pero no respondió. Esta vez no me daría por vencida, decidí llamar a Hailee, tenía la esperanza de que supiera algo.

—Hola, Hailee, lamento llamar tan tarde pero no sé nada de ______ y de verdad comienzo a preocuparme, no ha respondido en días

Lizzie, ahora no es un buen momento—la escuché extraña.

—¿Qué pasó? ¿______ está bien? ¿Hailee sabes dónde está?

Yo...lo lamento, Lizzie—alguien gritó su nombre, ella respondió que en un momento iba, escuché como caminaba a otro lado y una puerta se cerraba.

—¿Hailee?

—Lo siento, no puedo hablar ahora

—Solo dime si ______ está bien—casi supliqué.

Está bien, estámos en su departamento, pero no es buen momento para que le hables

—¿Por qué no querría hablar conmigo?

—Pregúntale a Scarlett—dijo como reclamo y cortó la llamada.

Miré sorprendida mi celular.

..........

De regreso en Los Angeles

—Todo va genial, ¿no tenía idea de que sabías tanto de la producción? Lírica, los subgéneros ¡Por Dios tocas tantos instrumentos! ¿Qué no sabes hacer, ______?—dijo Dua con exageración.

Reí caminando junto a ella. Veníamos saliendo del estudio, nos convencieron de hacer una colaboración, y estar ocupada me ayuda a no pensar en lo que está sucediendo.

—¿Qué puedo decir? Es la sangre británica

—Lo sé, es mía también—sonrió guiñando un ojo.—¿Vas a tu casa?

—Sí, quiero descansar un poco, iré por mi hijo a la escuela más tarde—respondí, abriendo la puerta de mi auto.

—¿Algún día podré conocer al pequeño Mason?—preguntó juguetonamente.

—Cuando quieras

Ella se quedó mirándome, entrecerrando los ojos un poco.

—¿Estás bien?

 Perfect |Elizabeth Olsen Y Tú (G!p)|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora