Después de un mediático y difícil divorcio, ______ decide concentrarse en su carrera y en su hijo. Pero un inesperado reencuentro, mientras acompañaba a su hermano en una premiere, la hace reemplantearse de volver a creer en el amor.
Tal vez tenga o...
Me encontraba con Mason en un parque, sacamos a pasear a Loki. Nos gustaba venir a este parque porque es menos concurrido y podemos soltar a Loki y no perderlo de vista.
Mi hijo tiró la pelota y el Golden corrió a buscarla, para después traerla y repetir la acción.
Después de unos minutos mi hijo pareció aburrirse y se sentó en un árbol, tenía el semblante triste.
—¿Que pasa?—me senté junto a él. Estaba a punto de hablar, pero una voz lo interrumpió.
—¡______!
—Ey, Dua—me levanté para saludarla.
—Tú debes ser el famoso Mason, Hola—se inclinó hacia el.
—Buenas tardes—saludó sin ganas, suspiró recargando su barbilla en sus manos.
—¿Qué tiene?—Dua me miró.
—No lo sé—susurré. Me senté nuevamente junto a mi hijo y lo miré.—¿Qué pasa, Mason?—repetí mi pregunta anterior.
—Extraño a Lizzie—suspiró por fin. Lo miré sorprendida.—No ha llamado y dijo que lo haría, dijo que no me olvidaría—no podía creer que sus ojos se pusieron llorosos. Conozco lo sentimental que puede ser mi hijo, pero esto no lo esperé.
—Ella ha estado ocupada trabajando, ¿si?—acaricié su cabello.—No te ha olvidado
—La extraño—susurró jugando con sus dedos.
Miré a Dua y me ayudó a ponerme de pie.
—¿Qué harás?—preguntó.
—Tragarme aún más mi orgullo—saqué mi celular de mi pantalón y abrí nuestra conversación leyendo el último mensaje.
Lizzie 💖
______: Hola, ¿estás ocupada?
El mensaje fue leído a los pocos segundos.
Lizzie 💖: Hola, no para nada, tengo un pequeño descanso, ¿necesitas algo?
______: ¿Crees que pueda llamarte?
Lizzie 💖: ¡Por supuesto!
Miré a Dua, quien intentaba animar a Mason.
Me alejé un poco y marqué el número de Lizzie y a los pocos tonos contestó.
—Hola—se escuchaba animada.
—Lizzie—murmuré nerviosa.—¿Cómo estás?
—Bien, un poco cansada pero todo bien—habló rápidamente.
—¿Te puedo pedir algo?
—Lo que quieras
—Mason, él quiere hablar contigo, te extraña y solo te pido unos minutos... si no quieres o no puedes lo entiendo. No quiero molestarte—mordí mi labio, nerviosa.
—¡Por supuesto que quiero hablar con él!—separé el celular de mi oído ante el grito.—¿Está ahí ahora?, espera—colgó la llamada.
Abrí la boca indignada, pero rápidamente recibí una videollamada de su parte, lo cual me hizo sonreír.
Respondí y la vi por primera vez en casi un mes.
—Hola—no pude evitar sonreír.
—¿Cómo estás?—lucía tan linda.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
