— Buenos días.
— Buenas tardes – corrige.
— ¿Ya son de...? – verifico la hora y la pantalla del celular me recuerda que sí, de hecho ya es tarde (para hacer hacer lo que postergué ayer) –. Disculpe, venía distraído y... bueno, mmm. A ver, deme un medio kilo de valor, dos kilos de resistencia, un kilo y medio de anticipación (espero eso me alcance para el mes). Y finalmente, deme 2 kilos y medio de motivación, si me lo puede mezclar con inspiración y ganas de vivir, se lo agradecería. Quizás así me rinda para varios meses, esta vez.
— ¿No va a querer también un cuarto de kilo de sueño? Digo, por sus ojeras, creo que le hace falta.
— ¿Sueños? ¿Cuáles? No sé cocinar eso, es como el arroz, siempre se me quema.
— No, no. Sueños, no. Sueño, ciclo de sueño, es decir, dormir.
— Ah, no, creo que tengo de ese en el congelador desde el mes pasado.
— Okey, ya le traigo su pedido, señor.
(¿Señor? Lo que me faltaba, ser señor).
— Gracias – resoplo y espero.
Minutos más tarde con varias bolsas en la mano, salgo tropezando con un niño que venía corriendo y derrochando energía de la manera más inconsciente.
— ¡Ay! Señor, lo siento. Lo siento, mucho – repite muchas veces. Tomo aire profundamente antes de responderle que tuviera más cuidado (con la batería que gasta, algunos la necesitamos) –. Oiga – dice ignorando mi consejo y viendo mis bolsas –, lleva mucha carga ahí, ¿no cree que se puede romper?
— Llevo todo lo necesario.
La madre del niño aparece de la nada vociferando que ya no está en la edad para seguirle el paso.
— Hijo, deja de molestar al señor, ven – lo toma del brazo.
— No lo estoy molestando, mamá – supone (pues claro que molesta) –. Le estoy diciendo que se puede romper con tanta carga.
La madre cae en cuenta de mis bolsas, sorprendiéndose.
— ¿No cree que es mucho? – de tal palo tal astilla, definitivamente.
— No. Es lo necesario – repito.
— ¿Necesario para qué? ¿Para un batallón?
— Es lo necesario, ¿entiende? Yo... yo, solo quiero vivir, ¿es mucho pedir?
— Tal vez, ¿quiere solamente vivir?
— Sí.
— Pues, viva – es una genio, la doña.
— ¿Así de fácil?
— No. (Así de complejo) Si fuera así de sencillo habría más vivos que sobrevivientes despertando cada mañana.
(El argumento se sintió como un espejo frente a mi cara).
ESTÁS LEYENDO
Paréntesis que... ( ) escribí, antes de apagar la luz
DiversosNo sé si la realidad es realmente real; y, mucho menos, estoy cosnciente de saber si yo existo dentro de dimensiones en las que se puede existir. Lo único que sé, de lo que estoy seguro, es que (yo, ustedes, usted, nosostros, cualquiera) debería(s)(...