"Aquí te he dejado este regalo de Navidad tan bonito por adelantado... espero que la disfrutes"
Han Jisung, un chico bastante inteligente con un pasado oscuro, va repartiendo regalos de navidad por su ciudad...
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Ellos lo estuvieron pasando muy bien. Cantaron, bailaron y bebieron demasiado. Hasta que llegó la hora de volver a casa.
Seungmin fue el primero en querer irse, no le gustaba llegar a altas horas de la noche a casa, dejando de lado que sus padres le regañarían por llegar tarde y encima estando borracho.
Después de haberles dicho a los demás que se tenía que ir porque se estaba haciendo muy tarde, ellos le llamaron aburrido e intentaron hacer que se quedase aunque sea un poco más pero Seungmin quería irse ya de allí. Apestaba a olor a tabaco y a alcohol aunque no bebió mucho y ni tampoco fumó así que estaba aunque sea un poco consciente de lo que le rodeaba.
Al rededor de las 1:45 de la madrugada, Seungmin pasaba por un parque para estar solo y pensar sobre sus temas personales. De repente se le vino a la mente la carta de se encontraron ayer y como si de magia se tratara fue como si eso de la borrachera se fuera y recuperara toda su conciencia. Estaba sentado en un banco, y a su lado había una pequeña farola que a duras penas iluminaba el lugar.
Cuando escuchó unos pasos, el sonido de las hojas secas de los árboles ser pisadas y alguna que otra rama rompiéndose, con miedo, se giró lo más rápido que pudo. Su corazón se aceleraba y estaba empezando a tensarse. Por un momento pensaba que su vida acabaría justo ese día, pero por su suerte solo era Minho.
-¿No decías que te ibas a ir a tu casa?-preguntó Lee con una sonrisa divertida.
-Iba a hacerlo pero... de repente empecé a pensar en eso... ya sabes- habló Kim nervioso.
-Jisung, ¿verdad?- habló de nuevo mientras apoyaba su cuerpo en el respaldo del banco en el que estaba sentado y el menor asintió.
-Es que no sé... estoy muy confuso ahora mismo. Sé que él está dispuesto ha hacer lo que tenga planeado pero a la vez piensas que es un debilucho y que no tiene agallas para hacerlo.
-Hay veces en los que ni siquiera tú mismo sabes si eres capaz de hacer algo. Aunque suene muy tonto, ahora mismo tú podrías matar a alguien sin saber que realmente eras capaz de hacerlo.
-Tienes razón... ahora hay que tener más cuidado. Le hemos hecho demasiado daño a Jisung, lo que quiere es venganza pero seguramente ese pobretón lo único que quiere es dinero.-Lee Minho escuchaba atentamente a lo que Seungmin decía. Pero Minho ya sabía que a Han lo último que le importaba era el dinero.
-El dinero no va a curar su pasado...-habló el mayor, dejando aún más confundido a Kim.-Bueno, tengo que irme y supongo que tú también, ¿no?- él asintió- entonces ve para casa que seguro que te dejan sin jugar a tus videojuegos.
Minho se fue alejando por su camino y Seungmin seguía sentado, le puso más confuso del porqué Minho apareció detrás de él y por qué dijo eso.
Y después de haberse quedado quieto unos cinco minutos se levantó y se dirigió a su casa.
En el camino, empezó a sentirse observado, así que intentaba acelerar en paso para llegar lo más pronto posible a su casa.
