Cap.7: "Juegos mentales"

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No pudo resolver nada, de hecho lo empeoró.

No pensaba en ninguna solución efectiva.

Sus pensamientos fueron interrumpidos con los gritos de su hermano quien había entrado a la casa sorpresivamente.

-¡Me voy a casar con Doitsu-sama-senpai!- apareció de forma repentina Feliciano frente al mayor atrayendo toda su atención. Recibió una mirada incrédula, ¿no era muy joven para casarse? Aunque no podía juzgarle, ¿o sí? Recuerden que a Lovino todo le llega altamente.

- Sabes que me vale tanto como un patatita podrida, ¿verdad?- realmente se quedó sin palabras ante tal decisión la cual parecía que se tratase más de un chiste que algo verdadero, le había contestado lo primero que pasó por su mente, ¿no tenía algo que ver el tal Doitsu con las patatas?

-Pero, yo solo quería tu bendición... y que lo conozcas. ¿No te lo he presentado antes?

-No, tampoco me importa conocerlo.

Era algo bastante extraño porque el tal Doitsu era conocido, de hecho era famoso por haber participado en un montón de actividades. En resumen, no sabemos en qué clase de mundo vive Lovino.
En verdad, era una mañana pacífica o eso se creía hasta el momento que tocaron a la puerta.

-Oh vaya, ¿quién será?- preguntó Feliciano en voz alta, como si no se supiese de quien se trataba.
O tal vez aún no se sabe.

-¡Hola! ¡Pero tú sabes quien soy! Soy lo máximo. Soy lo más increible que verás hoy- contestó la voz proveniente del exterior de la casa. Sonaba como la voz de una persona joven un tanto emocionada e insistente. Pero una voz reconocible originada de un personaje reconocible.

-No puedes ser, fratello. ¡Es el hermano del Doitsu!- el menor empezó a hiperventilar y caminar en círculos por aquella impresión.  ¡Esa no la había visto venir y de igual forma nadie que esté leyendo esto!

-Y a mí qué me importa- el mayor actuaba con indiferencia ya que no le interesaba qué tan importante sea esta visita para su hermano. Total, un patatero más, un patatero menos.

Una vez calmado, Feliciano procedió a abrirle la puerta e invitarlo a pasar, entonces empezaron a conversar hasta perder el conociemiento del tiempo.
En realidad les tomó media hora.

Estaban planeando la susodicha boda y todos los preparativos que conlleva organizar un evento de tal magnitud.
Quien se había ofrecido voluntariamente a ayudar a esta noble causa fue su amigo japonés, ya que a parte de hipster y otaku, organizaba ceremonias, este personaje trabajaba en todo y le quería hacer competencia al tal Doitsu.

Aprovechamos este momento en el que lo hemos mencionado para saber que está haciendo o en qué estará pensando este personaje.
Mientraa tanto, en el departamento aesthetic de Kiku Honda...

El japonés, que estaba sentado en el piso, observaba con suma atención al reflejo del agua contenida en un recipiente grande. Habían unas cuantas velas encendidas a su alrededor en contraste a la oscuridad de la habitación y un ambiente de misterio que no podía hacer falta.

- ¿Me puedes escuchar? -una voz proveniente del rostro que se había formado le preguntó y volvió a preguntar segundos después.

-Claro y preciso- respondió - Tengo que contarte muchas cosas que están pasando por aquí. Para empezar, se me hace algo difícil actuar como hispter.

-Pero vale la pena, siempre vale la pena todo este esfuerzo. Recuerda el material que obtenemos al final- con mayor precisión, se podría afirmar que era una voz femenina, suave hasta que mencionaron algo que pareció alterarla. - ¿Y ya cumpliste con tu parte? Con lo que me comentas, parece complicada la situación.

La culpa es de RitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora