Cap. 8: 'No entiendo'

25 6 2
                                    

Lovino es despertado por chillidos y gritos de su hermano, al parecer habían actualizado algo acerca de ese tal Doitsu y él se había emocionado tanto como para dar vueltas por la casa y saltar por donde sea.

'Qué hice mal, en esta vida o en las anteriores' Se quejaba nuestro protagonista por lo que el destino le hacía vivir.

Como tú apareció por ahí.
Y tan pronto como eso pasó, se fue.

Ese gato era sospechoso, definitivamente. Extrañísino por cierto, tanto así como para verlo levitar cada noche mientras emitía una especie de brillo.
¿Eso es normal? A este punto de su vida ya nada era normal, para empezar tenía a su hermano que de pronto se casará con alguien a quien admira mucho.

'Como esas cosas pasaran' A este punto ustedes también pueden esperar de todo.
Entonces sus pensamientos se dirigieron a otro punto más aleatorio que el anterior.

Yaoi.

¿Qué rayos?

No podía quitar esa palabra de su mente. Esas cuatro letras que forman un vocablo con un concepto lo suficientemente perturbador —y mórbido— para quitarle el sueño generando pequeños traumas que sólo podrá superar en unos cuantos años. Unos largos y tortuosos años.

Empezó a maldecir todo, ni Rita pudo salvarse.

Debatió mentalmente, trató de contenerse y evitar salir a buscar al japonés para pedirle más explicaciones. Comió algo ligero y emprendió su camino rumbo al hogar del asiático.

Todo esto sería en vano, el japonés había salido horas antes.

Entonces una pregunta empezó a formularse en su confusa mente.

¿Cómo alguien tan introvertido y misterioso como Kiku Toyota –nuevo sobrenombre que le colocó por su apellido– tuvo la valentía de ir a enfrentar al mundo exterior en vez de encerrarse a realizar sus rituales gitanos y dibujar como es debido?

Empezó a sacar conclusiones rápidas.
Si el oriental puede, ¿Por qué él no?
Esto le animaba poco a poco.

Con una nueva idea en mente, rechazó sus planes —que incluían Internet, y telenovelas— para optar por salir a tomar aire o pasear. Si tenía suerte, tal vez cumpliría su objetivo inicial.
Tal vez, encuentre algo interesante que hacer…
Y observar a las demás personas no era precisamente interesante

Recitó un discurso mental para darse ánimos, en el cual, la prioridad era impresionar a alguna dama e intentar ligar.

Sonrió con malicia. Encontró su objetivo.

Al parecer, se rehusaba a aceptar las palabras del sabio gitano.

Su historia no sería yaoi, no tenía pruebas pero tampoco dudas.

A pesar de que vaciló en un primer instante, Lovino reafirmó su decisión segundos después. ¡No tenía nada –literalmente nada– que perder! ¡El mundo debía enterarse del verdadero espíritu italiano! El abuelo estaría tan orgulloso de aquellas palabras y de aquel acto, pero antes de imaginar el futuro debía vivir el presente.

– ¿Has visto el último capítulo de Avenida Brasil?– le preguntó a una joven que estaba sentada en un banco de un parque al que llegó caminando sin rumbo.

– ¡Espera! ¿Qué estás haciendo? –La voz femenina se acercaba, hasta que la dueña de aquella advertencia se hizo presente–¿Te conozco?

Lovino pudo mandarla lejos con unos cuantos insultos, pero no. Era una bella joven cerca, con unos ojos verdes que lo miraban curiosos y una sonrisa felina. Perfecta para quitarle el título de 'yaoi' a su historia.

La culpa es de RitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora