La culpa es de Rita

Cap.3: "¿Y tú quién matryoshka eres?"

Muy buenas, criaturitas del señor~

Aquí el capitulo.

Ciertos acontecimientos fueron basados en la vida real, seriously.
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El camino era corto, caminaban rápido. Debido a esto no les tomó mucho tiempo llegar. Encontraron un lugar aceptable, organizado y decorado, con una canción de fondo acogedora. El lugar estaba prácticamente vacío, a excepción de un grupo de muchachos quienes conversaban animadamente.

-Enserio, ¿teníamos que venir?- Preguntó el mayor de los hermanos italianos.

-No otra había otra opción.- El otro consanguíneo le respondió recordándole los acontecimientos pasados gracias a aquella pizza.

-Nunca responderé esta duda interna que tengo. ¿Por qué estoy con ustedes?- El japonés tenía esa gran inquietud, mentalizaba una situación en donde simplemente hubiese rechazado la invitación, donde se dirigiía rápidamente a su casa a seguir dibujando o hacer algo más productivo. Pero, ¿no podía estar con esa actitud antisocial toda la vida?

-Ni puta idea, de hecho a mí me obligaron.- Lo amenazaron con cenar aquello que odiaba. ¿Por qué? ¿Porque rechazaba cualquier cosa proveniente de Alemania? El país obviamente.

-Te contaré como nos conocimos.- Esto daba probablemente daba inicio a un largo monólogo por parte de Feliciano, quien evitaría resumir.

-¡Ay no! Ya empezó este idiota. Cómo si realmente me importara.- Lovino no le tomaría atención, no quería estar allí.

-Mira. Kiku y yo estudiamos juntos, ahí lo conocí. Dibuja muy bien, sus dibujos me impactan~.- El menor de los hermano se emocionaba al describir los dibujos de su amigo, ese estilo asiático que retrataba en sus dibujos era muy hermoso.- Me quiero casar con esas obras, ve~.

El mencionado, con el mismo semblante de siempre, se limitó a alzar un poco la mirada. ¡Neh! ¡El Instagram estaba más interesante! Tenía planeado lo que iba a hacer: comer, despedirse cordialmente, y alejarse de ese par de locos que no sabe de qué planeta habrán llegado, o qué se habrán fumado.

Por eso niños, las drogas son malas.

-¿Por qué tienes los ojos así?- Una incógnita que sólo los asiáticos podrían resolver.

-Pos...porque soy asiático.-

-Eso no me interesa. ¡RESPONDE MI PREGUNTA!- Necesitaba respuestas inmediatas.

-Hermano, cómprame un helado.- Se ha detectado una frase incoherente.

-Cuántas veces te he dicho que no voy a pagar nada. ¡Sácate! ¡Sácate! Tú a fregar, ¿de acuerdo?-

El japonés mostró una leve sonrisa. Está bien, esos tipos son raros, pero de alguna forma le causaba gracia, se reía internamente.

-A mí no me engañas te quieres reír. ¿No?¡Sonríe! Ve~- El menor de los mellizos ponía la sonrisa que los caracterizaba y alzaba un pulgar guiñando un ojo. Esto es demasiado cliché.

¿Esa extraña proposición de donde ha salido? Eso no es normal de alguien quién apenas conoces. ¿Qué pasaría si de ahí le pide matrimonio, o formar una relación?. Estos pensamientos tan fugaces lo hicieron sonrojar, pensó cosas raras con muchos fetiches, si muchos fetiches, su imaginación volaba en otro lugar y no precisamente en Tumblr. -Eh, ¿No deberíamos pedir algo como gente normal?- Para estos casos, es mejor cambiar de tema, era la mejor solución, una frase coherente. ¡Dios mío! Coherencia, eso necesitaba en su vida.

-¿Gente normal? ¿Qué es eso?- El protagonista de esta historia se pregunta por esos seres que ve diariamente a lo largo de su vida.

Eso explica todo, ahora todo tiene sentido.