Lo Que Me Pertenece.

Cap 24: Fiesta de Compromiso/ Pt.1/3

Narra Alison.

Necesito huir de aquí, pero no puedo, he firmado y yo siempre cumplo mis promesas, así que no lo are.

Faltan 5 minutos para que llegue el auto por mi, la fiesta se llevará acabo de uno de los hoteles de Alexander.

Me levanto en contra de mi voluntad y me arreglo el cabello.

Ya estoy lista, me he puesto un vestido color vino, de escote en V, se cruza detrás de mi espalda dejando al descubierto la mayoría de mi piel, se ajusta a mi cintura y cae holgado hasta mis tobillos, tiene abertura en ambas piernas.

Uso zapatillas negras de tacón de aguja.

Tengo un collar de una perla de color negro, me la regaló Alexander ayer, quería que la usará hoy.

Me alacie el cabello haciendo que este me llegue más abajo de mi cadera, mi cabello no es lacio, es medio ondulado, me hice un maquillaje sutil con sombra color vino para que combine con mi vestido.

—Dime—. Respondo después de recibir la llamada.

—¿De que color es tu vestido?

—Vino.

—Bien.

Sin más Alexander colgó.

—Señorita, han llegado por usted.

—Bien gracias.

Me informa Margaret.

Tomo mi bolso y salgo rumbo a la puerta de la casa.

—Luces hermosa pequeña —. Me dice Oliver al verme.

—Gracias oppa—. Le sonrió, me toma del brazo para acompañarme hasta la limosina que está enfrente de la mansión.

—Con cuidado —. Me dice cuando subo.

Cierra la puerta y se va al otro lado para subir y así empezar a conducir.

Ninguno de los dos habla, ayer discutimos cuando les dije de la fiesta, se que está molesto aún.

Lo puedo ver en sus ojos.

Flash Back:

—Tio tengo que hablar con Alison ahora regreso.

—Esta bien.

—Tenemos que hablar ven—. Oliver Me jala de la mano después de que les dijera lo de la fiesta de compromiso.

—¿Qué ocurre?—. Me suelto de su mano después de alejarnos lo suficiente de su tío.

—Dime que es mentira.

—Ya te dije que no.

—Joder Alison no te puedes casar, no lo conoces—. Me dice mientras me mira serio.

—Ya te dije que estuvimos saliendo un tiempo—. Me duele mentirle pero no me queda de otra.

—Entra en razón, si es por Alejandro podemos encontrar otra forma.

—No está a discusión Oliver.

—Ali, por favor, recapacita, no te puedes casar—. Me agarra de la mano.

—¿Por qué?.

—Por que ...

Se queda callado mientras agacha la mirada.