Cap 49: Desesperación

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◇Alexander ◇

Me dirigí a la sala de reuniones; mi corazón latía con anticipación. Los líderes de la mafia de Estados Unidos ya estaban allí, sentados alrededor de la mesa. Jeremy me hizo un gesto para que me sentara a la cabeza de la mesa.

—Empecemos —dije, mirando a los líderes—. Creo que ya saben quién soy y no necesito presentación, pero por formalidad lo haré. Soy Alexander Williams, o mejor conocido como Hunter. El motivo por el cual pedí que se reunieran es porque Alison, mi esposa, ha sido secuestrada. Quiero saber quién está detrás de esto y quiero que lo paguen.

Los líderes se miraron entre sí; algunos parecían sorprendidos.

Soy el mayor en cuanto a liderazgo, aún así, cada uno tiene su territorio para evitar problemas. Solo ellos pueden mover a su gente allí; ese fue el trato. Pero aún así, yo doy órdenes y ellos obedecen; así es como debe ser al ser el más poderoso. Y no creo que me quieran como su enemigo.

—¿Qué saben? —pregunté, mirando a cada uno de ellos.

Uno de los líderes, un hombre llamado Víctor, habló.

—Señor Alexander, hemos oído rumores de que Kamir Itao está detrás del secuestro —dijo— pero no tenemos pruebas.

Kamir Itao... Golpeé la mesa, ¿cómo no lo pensé antes?

—¿Qué saben de Kamir Itao? —pregunté, mirando a Víctor.

Víctor se encogió de hombros.

—No mucho; él dio la orden, al parecer, o eso es lo que se rumorea. Está en Arabia; él no ha salido de ese país.

Me levanté de la silla; mi corazón latía con furia.

—Entonces, mando a sus hombres a hacer eso —. dije —Vamos a encontrarlo. Vamos a encontrar a Kamir Itao y vamos a hacer que pague por lo que ha hecho.

Los líderes asintieron; algunos parecían dispuestos a ayudar, otros parecían tener miedo.

—Vamos a empezar la búsqueda —. dije— Ahora mismo. Quiero que cierren todas las salidas del país —. dije, mirando a los líderes —Quiero que vigilen todos los aeropuertos, todos los puertos, todas las fronteras. No quiero que él que se haya llevado a mi esposa escape con ella.

Los líderes asintieron; algunos ya estaban hablando por teléfono, dando órdenes a sus hombres.

—También quiero que vigilen a todos los socios de Kamir —. continué— A todos los que pudieran ayudarlo. Quiero saber quiénes son, dónde están y qué están haciendo.

Víctor asintió.

—Ya estamos en ello, Alexander. Tenemos a nuestros mejores hombres trabajando en eso.

—Quiero que revisen las cámaras de seguridad de las rutas donde se escaparon con Alison , Quiero saber qué coche usaron, qué ruta tomaron, quiénes los vieron. Quiero saber todo.

Jeremy asintió, tomando notas.

—Estoy en ello, Alexander. Ya he hablado con el jefe de policía; están revisando las cámaras de seguridad ahora mismo.

Me levanté de la silla; mi corazón latía con determinación.

—Quiero resultados, Quiero a Alison de vuelta, y quiero a Kamir Itao pagando por lo que ha hecho. No me importa qué tenga que hacer, no me importa a quién tenga que matar. Quiero justicia.

Los líderes asintieron; algunos parecían dispuestos a hacer lo que fuera necesario para ayudarme. Otros parecían tener miedo, pero sabían que no tenían opción.

—Vamos a hacerlo, Vamos a encontrar a Alison, y vamos a hacer que Kamir Itao pague.

—Señor, no hay nada que podamos hacer para encontrar a Kamir —dijo Lokie, uno de los líderes.

—¿¡Qué significa que no pueden hacer nada!? —grité, mi voz resonando en la habitación—¡Kamir es un simple narcotraficante y aquí el que manda soy yo!.

Marco, otro líder, se puso de pie.

—Alexander, no podemos permitir que nos hables de esa manera —dijo, su voz firme.

—¿No pueden permitir? —grité, mi voz subiendo de tono—. ¿Qué van a hacer? ¿Van a matarme?

Los líderes se miraron entre sí, nerviosos.

—Alexander, cálmate —dijo Jeremy, intentando intervenir.

—¿Calmarme? —grité—. ¿Cómo puedo calmarme cuando mi esposa ha sido secuestrada?

Me acerqué a Lokie, mi cara a centímetros de la suya.

—Ustedes tienen 24 horas para hacer lo que les he ordenado —dije, mi voz baja y peligrosa—. Si no lo hacen, voy a hacer que paguen. Escuchen bien, voy a hacer que paguen caro, muy caro. Yo... Hunter no amenazo, yo advierto.

Lokie se puso pálido, y los demás líderes se miraron entre sí, nerviosos.

Salí de la habitación azotando la puerta, camine por el pasillo a paso firme.

Escuché unos pasos detrás de mí, se que es Jeremy.

—Alexander, espera —. escuché la voz de mi amigo— Espera, Williams.

Me di la vuelta y miré a Jeremy.

—¿Qué quieres? —. le respondí sin detenerme.

—¿Crees que está bien lo que pides? —. me preguntó— Ni siquiera hay pruebas contundentes de que Kamir tenga a Alison. Aquellos hombres no son simples mafiosos. ¿No estás harto con los enemigos que ya tienes?

Me detuve y me volví hacia Jeremy.

—¡Son rumores! Ya sé, pero tú y yo sabemos perfectamente que Kamir quiere a Alison para vengarse de mí.

Jeremy suspiró.

—Alexander, a pesar de eso, no solo Kamir anda detrás de ti. Hay muchos enemigos que quieren tu cabeza o vengarse de ti, y ¿qué mejor que darte donde más te duele, que es en la mujer que amas?

La palabra "amas" resonó en mi mente y aceleró mi corazón... Y no sé por qué.

¿Estoy buscando a Alison porque es mi culpa que ella esté secuestrada o por otro motivo? Sacudí mi cabeza para deshacerme de esos pensamientos. Ahora no importa.

—¿Y qué quieres que haga? —le pregunté a Jeremy—. ¿Qué investigue a cada uno de mis enemigos y les pregunte a cada uno si tienen a mi esposa?

Jeremy me miró con una mezcla de tristeza y preocupación.

—Deja el sarcasmo, Williams. No es momento de que hagas eso. Concéntrate en lo importante. Alison está secuestrada por tu culpa, y estás perdiendo la cordura en tus decisiones. No estás pensando coherentemente lo que haces.

Sentí un golpe en el estómago. Jeremy tenía razón. Estaba actuando por desesperación, no por lógica.

—¡No me entiendes, maldita sea! —. exploté— Mi mujer está desaparecida, no sé nada de ella. ¿Tienes idea de la impotencia que estoy sintiendo? No la pude proteger cuando le juré que nadie la tocaría.

Jeremy colocó su mano en mi hombro y lo apretó suavemente.

—Lo sé, te entiendo. Se que estás desesperado y que sientes que el alma se te va porque no la tienes contigo y no sabes qué pasará. Pero estás llevando todos tus recursos a una sola persona sabiendo que puede o no puede ser el culpable, y si él no tiene nada que ver, estarás perdiendo tiempo. Y el tiempo en esta situación es esencial porque la vida de tu esposa está en peligro.

Suspiré. Jeremy tenía razón. Estaba actuando por desesperación, no por lógica, casualmente Jeremy era quien me mantenía siempre con los pies en la tierra, era quien me centraba cuando perdía la cordura y actuaba impulsivamente.

—Tienes razón —admití—. Creo que la desesperación me nubló la razón. Pero escúchame bien Jeremy, haré lo que sea necesario para encontrarla. Si tengo que mover cielo, mar y tierra, entonces lo haré... Por Alison hago lo que sea.

Lo Que Me Pertenece.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora