Todo se había complicado, Adina había perdido el rastro del alfa, Stiles y Hope habían sido encontrados por el Sheriff Stilinski y por la inspectora Marshall, Scott por otra parte estaba por el bosque, solo y con asma, lo cual no era buena combinación con ser casi arrollado por una manada de ciervos y haber visto la parte de un cuerpo.
Scott estaba asustado después de caer por la colina, había perdido su inhalador y ahora tenía a una criatura de ojos rojos delante de el, intentó correr pero la criatura lo alcanzó y mordió su costado, sacando un grito de dolor de Scott y llamando la atención de Adina, que gracias a su entrenamiento pudo correr sin problemas por la oscuridad hasta llegar a la escena. Adina reaccionó con rapidez y sacó la daga de su bota, lanzándosela al alfa, quien adolorido salió corriendo.
—¿Estás bien?—Le preguntó Adina ayudando a Scott a levantarse.
—¿Adina?
—Vámonos de aquí, Scotty—La castaña pasó el brazo del chico por su hombro y lo ayudó a llegar a la carretera.
—Duele—Se levantó la camiseta, dejando ver la mordedura, Adina se preocupó, todo lo que había temido pasaría ahora.
—¡Scott, cuidado!—Lo apartó con rapidez al ver que casi es atropellado por un coche—Vamos, mi coche está aquí al lado.
—¿Estás mejor?
—Si, pero aún no entiendo que hacías tu allí.
—Estaba cerca.
—Stiles dijo que te habías ido.
—Si, me había ido, pero después de hacer lo que Hayley me pidió recordé lo inútiles que sois sin mi y decidí volver—Mintió con agilidez, total, ¿Que es una mentira más del montón?
—Gracias.
—Pero de todas formas necesito que no le digas a nadie que estuve ahí, ni a Stiles ni a tu madre, a nadie.
—¿Por qué?
—Solo no lo hagas, y, por favor mañana cuando te levantes llámame, necesito comprobar que estás bien.
—Pero ahora estoy bien.
—Solo hazlo—Dijo firmemente, Scott podía jurar que nunca había escuchado a Adina hablar con tanta seriedad.
—Está bien, debería entrar ya.
—Si, deberías, que duermas bien, te quiero.
—Yo también te quiero, Dina—Besó su mejilla y se bajó del coche, Adina suspiró y le pegó al volante con rabia.
—¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!—Trató de calmarse y puso rumbo a su casa de nuevo. Al llegar entró y caminó hacia la sala—Hayley, Scott ha sido mordido, tenemos problem-¿Que es esto?—Cambió de tema al ver a una persona que no esperaba hablando con Hayley.
—Adina y-yo.
—No, Hayley, ¿Que hace ella aquí?
—Sobrina—La rubia trató de acercarse, siendo rechazada por la castaña.
—¿Ahora sí soy tu sobrina? Es bueno saberlo, digo, no has llamado en cuatro años.
—Cielo, por favor—Trató de hablar Rebekah, solo para ser cortada de nuevo.
—No, espero que mañana cuando despierte ya no estés aquí, no te necesitamos, a ver si puedes hacerle llegar ese mensaje a Elijah—Sin dejar hablar a nadie subió al piso de arriba, al pasar por la habitación de Hope decidió entrar, viéndola dormida abrazada a una foto que tenía con Klaus, una lágrima cayó por la mejilla de la castaña, echaba de menos a su familia, pero su padre no se había dignado a llamarla desde que dejaron Nueva Orleans, tardaría en perdonarle eso sí es que se dignaba a aparecer algún día.
Esa noche Adina se fue a dormir llorando y recordando los cinco años que vivió con los Mikaelson, ¿por qué todos la abandonaban?
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That's not me
Random-Adina Salvatore murió hace ocho años, yo soy Adina Mikaelson, la maldita flecha roja. ⚠️No leer sin haber leído That's me! antes⚠️