—¡Adina! ¡Hope! ¡Tenemos visita!—Hayley nos gritó desde el piso de abajo, dejé el libro a un lado y salí de mi habitación, Hope aún no había salido lo que me pareció extraño.
—Hopy, tu madre nos llama—Toqué la puerta, al no recibir respuesta simplemente abrí y la vi sentada en los pies de la cama con una foto en la mano.
—¿Tu no los echas de menos?—Me preguntó decaída y me mostró la foto, estábamos todos tratando de posar para la foto, cosa que no funcionó y era todo un caos.
—Hope—Me puse de cuclillas y puse mis manos en sus rodillas—Escúchame, pequeña, no hay ni un solo día en el que no los extrañe, pero debes de saber que lo hacen para protegernos.
—Echo de menos que papa me despertara con besos en la cara—Una lagrimita cayó por su mejilla y la limpié.
—Todo esto va a mejorar, ¿Vale? Voy a encargarme de eso—Asintió y sonrió—ahora te echo una carrera hasta el comedor—Sus ojos se abrieron y echó a correr riendo, yo iba detrás a un paso ligero pero corriendo, ambas reíamos hasta que al llegar al piso de abajo Hope volvió corriendo detrás de mi, la miré extrañada y ella con la mirada me señaló algo delante de mi, cuando miré casi suelto una carcajada, Derek estaba al lado de Hayley y ambos estaban con los brazos cruzados y miradas serias.
—Wow, ambos parecen a punto de matarnos con la mirada, ¿Creen que debamos correr?—Dije bromista y Hope detrás de mi rio.
—Hope, el es Derek Hale, su familia era amiga de la vuestra—Le dijo Hayley.
—¿El es Derek Hale? Me lo esperaba diferente—Respondió y ambos la miraron—No he dicho nada.
—Derek, ella es Hope Mikaelson, mejor mencionarla como Marshall y a Adina ya la conoces, aun no entiendo como—Me tiró una mirada asesina y me hice la loca, pude ver a Derek sonreír escondido.
—Tampoco hace falta saber—Dije restándole importancia con la mano, en ese instante mi teléfono sonó—Por desgracia tengo que irme, me reclaman, mira que me hubiese gustado seguir charlando con ustede-
—Adina, largo—No opuse resistencia a Hayley y me fui, el jeep de Stiles estaba parado enfrente de mi casa, con un suspiro entré al coche, ya se lo que me espera.
—¿Por que llevas tres días sin coger el teléfono? No has ido a clases y casualmente las veces que he venido a buscarte nunca estabas, ¡¿Tienes idea de lo que ha estado pasando?!—Mientras el despotricaba yo solo lo miraba.
—¿Me dejas hablar?—El cerró su boca y asintió—Posiblemente sepa mas que tu sobre lo que está pasando con Scott.
—Nunca te he dicho que lo que pase sea con Scott.
—¿Se mas que tu o no? Vamos a tu casa, creo que hay cosas que debes saber—No dijo nada, simplemente arrancó.
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