Una galaxia pervertida, muy, muy lejana

#23 El senador de Naboo

#23 El senador de Naboo

Reflexionando sobre la pregunta por el momento, todas las posibles combinaciones revoloteando por su cabeza mientras considera la pregunta, Tylo finalmente asiente.

"Cuatro Jedi para proteger a un senador ES una exageración... pero el Maestro Kenobi tiene razón, nuestra prioridad tiene que ser la seguridad de la Senadora Amidala. Es por eso que el Maestro Kenobi debería ser quien separe y busque pistas, tomando una táctica más proactiva para poner fin a la amenaza a la vida del senador. Mientras tanto, los tres debemos permanecer en el destacamento de guardia y asegurarnos de que nadie más se acerque lo suficiente como para amenazar al senador".

Es un buen plan, en la modesta opinión de Tylo. Realmente cree que es la mejor opción. Desafortunadamente, inmediatamente reconoce que no va a suceder cuando los pensamientos de Obi-Wan Kenobi llegan a su mente.

Aayla realmente necesita tener una mano más firme con su padawan. Piensa con la polla demasiadas veces.

Mientras Tylo se pone rígido ante el pensamiento perdido del Maestro Jedi, Aayla se vuelve hacia Obi-Wan, su propio rostro se divide en una sonrisa que deja claro que el Caballero Twi'lek está de acuerdo con él. Sin embargo, antes de que pueda expresar su apoyo al plan de Tylo, Kenobi habla, sacude la cabeza y los interrumpe a todos con un gesto brusco con la mano.

"Creo que no. Como Jedi de mayor rango aquí, debo insistir en que nos mantengamos fieles a los parámetros de nuestra misión. El Senador sigue siendo nuestra máxima prioridad, y eso significa que ninguno de nosotros vamos a salir a galivar cuando deberíamos estar aquí, observando sobre ella."

Tch. La peor parte fue que Tylo ni siquiera podía defenderse. Obi-Wan claramente pensó que su sugerencia se basaba en algún deseo equivocado de organizar una orgía entre él, Aayla y Annie, y el senador de todas las personas. ¡Ni siquiera había conocido todavía al senador de Naboo! ¡Y ya el Maestro Kenobi asumió lo peor de él!

A pesar de que la experiencia de Tylo entre los Jedi había sido cargada de sexualidad, hombres como Obi-Wan Kenobi continuaron recordándole una verdad simple y llana... todavía había muchos palos en el barro, de mojigatos dentro de la Orden Jedi. Ahora bien, para ser justos, no era como si Tylo quisiera que Obi-Wan fuera especialmente activo sexualmente. Ciertamente, en realidad estaba contento de que Annie y su Maestro no tuvieran la misma relación que él y Knight Secura.

Pero al mismo tiempo, fue un poco molesto que lo cerraran por suposiciones basadas en experiencias previas y lo que el Maestro Kenobi claramente consideraba fallas por parte de Tylo. ¡No era como si estuviera a punto de intentar iniciar una orgía con su objetivo mientras ella estaba bajo amenaza de muerte! ¿Quién se creía Kenobi que era?

Por desgracia, Tylo no pudo decir nada de esto y, de hecho, el breve resto del viaje en ascensor se realizó en un silencio incómodo, y Tylo se vio obligado a trabajar para controlar sus emociones y liberarlas en la Fuerza. Para cuando llegan a lo alto del ascensor y las puertas se abren para revelar un majestuoso vestíbulo, todavía no lo ha logrado.

Afortunadamente, ha tenido tiempo suficiente para recomponerse por completo cuando la senadora sale junto a su jefe de seguridad, el capitán Typho. Es cierto que... Tylo puede ver lo hermosa que es Padmé Amidala de un vistazo. La senadora nabooiana es una hermosa morena, con pómulos altos y ojos expresivos. Su vestido brilla positivamente mientras camina hacia Obi-Wan, quien da un paso adelante para dirigirse a ella.