¿Acabas de gemir?

101 22 1
                                    

—Tengo miedo.

—Ah, tenido esa cara de retrasado mental desde hace más de tres horas ¿Creés que debamos exorcisarlo?

Sentado en el sofá para una sola persona giro la cabeza lentamente hacia James y Laiza quienes están sentados en el sofá grande juntos ,con la sonrisa más enorme que hayan visto.

—¿De que hablan?

—Amigo...ejem...¿Estás bien?

—Perfectamente.

—Se le metió el Chamuco ¿Que hacemos?—interviene asustada Laiza mirando a James.

—Solo hay una manera de averiguar si tiene el Chamuco adentro o no—James sonrió de lado y puso una mano en mi hombro—.Quiero pedir la mano de tu ma...—Antes de que terminara de hablar le lanze un puñetazo. El se cayó del sofá y se toca la mejilla, riéndose—.Si, efectivamente es el.

—Creo que yo iré a ver cómo sigue Amiel. Desde que hace un buen rato pareciera que está haciendo un exorcismo allá arriba porque no para de saltar de un lado al otro—nos avisa Laiza y se va escaleras arriba.

James se levanto del suelo—.Si, yo iré...bueno, no se a donde ire pero me voy.

—Necesito hablar contigo James—lo llamo como mi último recurso para que me escuche.

El voltea a verme.

—¿No vas a pegarme?—niego con la cabeza—.¿Vamos a hablar pacíficamente?—aciento—.¿De verdad estás bien de la cabeza? Yo creo que te hiciste idiota.

—¡Mira imbécil, quiero hablar de Amiel! ¡Así que más vale que me escuches y me aconsejes después!

James pestañeo repetidas veces. Y se lanzó al sofá a mi lado a escucharme.

—Haber cuéntame tu caso. Te escucho.

Suspire pesadamente y me pase una mano por la cara.

—A-ayer... y-yo... y-yo...bese a Chumbeke.

—¿Y dónde está el problema?

—Es que ella es una dama y yo solo soy una bestia que se la pasa gritando y maldiciendo todo el tiempo.

Inclino la cabeza hacia arriba del sofá. Y cierro los ojos, recordando el puto beso que me dió y lo que provoca que sonría como un imbécil.

Sin embargo pensar en que tal vez algo este mal en mi hace que quite mi sonrisa.

—Siento que tal vez la pueda lastimar con mi carácter de mierda. Te juro que siento miedo de perderla. Nunca había experimentado tanto miedo de mi.

Me siento normal. Abro las piernas y pongo mis codos sobre mis muslos, mientras que me cubro la cara con mis manos evitando que se note mi sonrojo.

—Anhelo estar con ella. Tomarla de la mano, besarla y recordarle cada día lo afortunado que soy por tenerla a mi lado. Se que sonara muy estúpido—lo miro mientras frunzo el ceño y levanto mi puño—.Te partire la cara si te ríes de mi. Pero...—bajo mi puño y sonrió—. La quiero solo a ella.

Me relamo los labios y tomo un cojín para cubrirme el rostro. Que más parece un tomate viviente.

—Siento que mi corazón va a explotar cada vez que está cerca de mi. A puesto a que me lavo el cerebro.

Suspiro nuevamente.

—Es una maldita ángel a quién yo amo.

Levanto la cabeza y veo a James con ojos cristalinos. Mientras su labio inferior tiembla. Alzo una ceja pero antes de que pueda hablar, el bastardo me jala hacia el y me abraza.

Ya no quiero estar aquí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora