Mala Educación II: Capítulo 9

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Capítulo 9: Orgullo y... ¿Estocolmo?

P.O.V Tn.

Había llegado a la biblioteca, tal y como me lo había indicado Reiji, pero él no se encontraba ahí... Recuerdo que la impuntualidad es parte de la mala educación ¿Cómo se atreve él siquiera a darme esas clases de etiqueta si él no las cumple?

En fin, la hipotenusa. 

Conciencia: Es la hipocresía. 

Da igual, shhh. 

Me dirigí a los estantes, nunca había tratado de leerlos, realmente nunca me había interesado indagar en las cosas de Reiji, pero quizás haya algo interesante. Agarré un libro cualquiera, el cuál fue un libro de psicología... 

Si fuera un libro de autoayuda mental, debería regalarles un libro a cada uno de estos hermanos todos pendejos. Oh, y Subaru... a él también, no está pendejo pero si traumado, lo veo en su mirada. 

Reiji: Lamento la tardanza. 

La repentina voz de Reiji hizo que se me cayera el libro, rápidamente me arrodillé para recogerlo. 

Tn: Lo siento mucho, señor.

Reiji: Descuida, solo asegúrate de que siga en buen estado o lo pagarás con tu vida. 

Tn: Claro, porque sueldo no tengo. 

Reiji: ¿Qué dijiste?

Tn: Nada, nada. —tragué saliva y dejé el libro en su lugar, fui hacia Reiji, me cuestioné si preguntarle sobre su tardanza o no—. Eh... Disculpe, señor ¿a qué se debe su retraso?

El pelinegro me observó en silencio por un momento, como si estuviera indagando en mi alma, su mirada me hizo contener la respiración por un momento hasta que habló.

Reiji: No es asunto tuyo. 

¡Ah! Que maleducado. Abrí la boca dispuesta a regañarlo sin miedo a la muerte, cuando siguió hablando.

Reiji: Por favor, toma asiento. La clase de hoy será sobre las normas en reuniones sociales o visitas particulares. 

Me tragué mis palabras y fui hacia el que siempre era mi asiento cuando tomaba lecciones. 

Reiji: Primera equivocación ¿en qué momento te ofrecí asiento?

Le miré con incredulidad. Va a ser una noche muy larga... Aunque prefiero que sea con lecciones que con otra cosa... Creo. 

...

El tiempo pasó, y para mi vida tan miserable fue inesperadamente tranquilo. Por lo que le agradecí aquello a cualquier ser superior o divino que me dejó olvidada y que me acaba de encontrar. 

Aunque... ¿Por qué Reiji no me pregunta nada de mi partida? ¿Por qué se supone que quiero que diga algo? ¿Quizás quiero una despedida? ¿Quizás quiero un mínimo designio de decencia humana, aunque él no sea humano? ¿Quizás quiero que él... me pida que no me vaya?

No, eso es ridículo, yo me quiero ir. No pienso permitir que nada me haga querer quedarme, ni siquiera si Reiji lo pidiese.

Reiji: Eso es todo por hoy ¿tienes alguna duda? —cuestionó mientras cerraba el libro y se acomodaba los anteojos para observarme.

Carajo, como me encantan sus ojos. 

Tn: No, todo me quedó claro, señor. ¿Ya puedo retirarme?

Reiji: Así es. 

Por algún motivo me sentía decepcionada, no sé que estaba esperando, no sé que era lo que necesitaba oír para estar feliz nuevamente, para sentirme libre y contenta. 

Mala Educación (Reiji Sakamaki y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora