Mala Educación (Reiji Sakamaki y Tu)

Mala Educacion II: Capitulo 1

Capitulo 1: ¿Yo? ¡Jodanse! >:"v

P.O.V Tn.

Bien, aquí estoy yo haciendo limpieza en la habitación de Subaru... Él duerme en un ataúd.

Alv, cuando vi ese ataúd por primera vez me dio escalofríos, aunque ahora ya no me importa tanto, es decir, ya me acostumbre a limpiar ataúdes.

Mientras yo terminaba la limpieza, escucho como abren y cierran la puerta a mis espaldas, por instinto me doy la vuelta y veo a... ¿Kanato?

—Joven, Kanato ¿Que se le ofrece? —le pregunto cerrando el ataúd de Subaru.

—No seas egoísta, Tn —dice él apretando a su oso de peluche, mientras me miraba serio.

— ¿Eh? —me he confundido—. No sé de que me habla, joven Kanato ¿Por que me llama egoísta?

—No te hagas, Tn —me sigue mirando fríamente y empieza a dar pasos pesados hacia mi, a los cuales yo retrocedo instintivamente.

—Joven Kanato, no sé de que me habla... —él sigue avanzando y yo retrocediendo.

—Eres una egoísta por no querer darme de tu sangre —seguia mirándome seriamente—. No es justo que solamente Reiji tenga el beneficio de beber tu sangre —pone su mirada algo triste—. ¡Dime Tn! ¡¿Acaso no te caigo bien?! —llego a un punto donde mi espalda choca con la pared.

—Lo siento, joven Kanato. Pero, a mi se me tiene prohibido darle de mi sangre a otro ser, que no sea Reiji (Ademas, de que no quiero que absolutamente nadie me beba) —digo asustada, aunque mi repuesta hizo que Kanato frunciera el ceño.

— ¡Eres una hipócrita y egoísta, Tn! —me grita— ¡Y esos son pecados! Supongo que Reiji no se enojara si... —sonrie sádicamente— Te enseñó a no cometer pecados... —se ríe y suelta a Teddy dejándolo caer en el suelo, y rápidamente me agarra de ambas muñecas poniendolas a los costados de mi cabeza.

—Joven, Kanato. No cometa una locura —intento de seguir dialogando con él, mientras hago fuerza en mis muñecas para zafarme de su agarre, cosa imposible, ya que logicamente él es mas fuerte que yo.

—Tú no tienes derechos, humana —dice algo sombrío y baja su respiracio a mi cuello, haciéndome sentir escalofríos. Sabiendo lo que viene cierro los ojos con fuerza esperando el mordisco, lame mi cuello. Aunque de la nada se escucha un golpe en la pared llamando la atención de Kanato y Mía.

—Tsk. Kanato ¿Que haces en mi habitación? —era la voz de Subaru, Kanato suelta mis muñecas y se da la vuelta para ver a el Albino que esta de pie a un lado de la puerta cerrada.

—Joven Subaru... —digo algo aliviada, mirando al albino, que estaba mirando con su mirada ruda al peli-morado.

—Solo hablaba con mi amiga, Tn —dice Kanato sonriendo y me mira—. ¿No es así, Tn?

—Asi, es... —digo y bajo la mirada. Lamentablemente por mi estadía aquí, yo me he vuelto una persona algo sumisa. No tanto, pero si un poco...

—Bien, pero si quieres hablar con ella, al menos espera a que termine sus labores como empleada —dice Subaru cruzado se brazos.

—Tienes razón, hermanito —recoge a Teddy y camina hacia la puerta, se gira y siento su mirada en mi—. Hablamos luego, Tn —y sale abriendo la puerta y la vuelve a cerrar yéndose. Inevitablemente suelto un suspiro cuando Kanato se fue.

—Te iba a morder ¿No es así? —cuestiona Subaru con su mirada ruda hacia mi.

—Si... —respondo mirando a Subaru, pero llevo la mirada al ataúd—. Ya termine con la limpieza aquí, ahora si me permite —agarro la escoba—. Me retiro... —empiezo a caminar hacia la puerta.