Capítulo 3

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Holaa, sigo viva jsjsj. Disculpen tanto retraso estuve bastante ocupada pero cuando podía hacía borradores así que en el día de hoy intentaré publicarlos todos para que puedan tener un pequeño maratón por así decirlo y bueno, espero que disfruten de a historia tanto como lo hago yo.

A la mañana siguiente desayunamos un poco y salimos de la casa para ir a la comisaría.

-¿Seguro que están muertos? -Pregunta Rick de nuevo mirándonos tanto a Morgan como a mi.-Tengo que preguntarlo una vez más, lo siento.

-Están muertos.- Afirmo mirándole unos segundos.- Menos un trozo del cerebro.

-Por eso debe ser en la cabeza. -Explica Morgan pasando por nuestro lado.

Salimos al jardín de la casa y, por casualidades de la vida, un caminante se nos acerca. Rick lo golpea con un bate en la cabeza hasta finalmente matarlo. 

-Están vivos, mi mujer y mi hijo. -Dice Rick cuando entramos en su casa.- O lo estaban cuando se fueron.

-¿Cómo lo sabes? -Pregunta Morgan.- Por cómo está este sitio...

-Había cajones vacíos en el dormitorio. Se llevaron ropa, no toda pero suficiente.

-Cualquiera podría haber entrado y haberla robado, ¿sabes?

-¿Ves alguna foto en las paredes? -Dice Rick.- Yo tampoco. ¿Crees que un ladrón se llevaría unas fotografías? -Rick abre un armario en el dormitorio y mira a Morgan.- Nuestros álbumes, las fotos de familia. No están.

-Mi hermano tiene razón. -Intervengo con una pequeña sonrisa divertida.- Cuando todo esto empeoró Shane se llevó a Lori y a Carl a Atlanta. Ayudé a Lori a preparar las cosas que se llevarían y, mientras yo cogía ropa y demás que les fuera a servir, ella llenaba una mochila extra con fotografías, álbumes y recuerdos. -Digo dejando escapar una pequeña risa.

Morgan ríe levemente, aunque con amargura.

-Los álbumes... -Dice mientras se sienta a los pies de la cama aún medio riendo.- Mi esposa también lo hizo. Yo cogía cosas de supervivencia, y mi mujer fotografías.

Me siento al lado de Morgan con una pequeña mueca de tristeza en el rostro al verle. En su rostro ahora se puede ver una expresión nostálgica y triste la cual solo refleja su dolor por la pérdida de Jenny. Dejo un pequeño apretón en su hombro en señal de apoyo.

-¿Por qué en Atlanta, Charlie? 

-Hay un campamento de refugiados. Enorme, decían, antes de que se cortaran las emisiones. -Explico alzando la cabeza para mirar a Rick.- Con protección militar, alimento, refugio...

-Dijeron a la gente de ir allí, que era lo más seguro. -Añade Morgan a mi lado.

-Y está ese sitio de enfermedades. -Aporta Duane mirándonos a los tres sucesivamente.

-El centro de control de enfermedades. Decían que investigaban como resolver esto. -Explica Morgan mirándonos tanto a mi como a Rick.

Los cuatro nos quedamos en silencio durante unos segundos y entonces Rick se dirige a la cocina, seguido por los tres, y coge las llaves de la comisaría en la que trabajábamos. Llegamos a la comisaría  que, milagrosamente, está intacta y limpia de caminantes. Caminamos hasta la zona donde están las duchas y los vestuarios y, al ver que las duchas aún tienen agua caliente, nos duchamos entre risas provocadas por la felicidad de Duane al contar con agua caliente. Voy al vestuario de mujeres y me pongo el conjunto que solía tener guardado en mi taquilla como recambio por si se me manchaba el otro. Tras haber acabado de vestirme cojo la bolsa que tenía en la taquilla y guardo un par de cosas que veo que pueden llegar a ser necesarias en un futuro. Cuando los chicos acaban de cambiarse nos vamos a la armería y Rick prepara una bolsa para nosotros dos mientras yo preparo una un poco más pequeña para Morgan y su hijo, enseñándole a Morgan los tipos de balas que necesita cada arma y el funcionamiento de éstas. Una vez hemos acabado salimos al aparcamiento y Rick va a dejar la bolsa en el que era nuestro antiguo coche patrulla. Mientras tanto voy a despedirme de Morgan.

-¿Seguro que no queréis venir? -Pregunta Rick acercándose al hombre.

Abrazo a Duane con cariño y dejo un beso en su coronilla antes de separarme de él.

-Cuídate pequeño, y cuida de tu padre.

Él asiente con una sonrisa de oreja a oreja y entra al coche de su padre, sentándose en el asiento de copiloto. Rick le da un walkie-talkie a Morgan.

-Tiene una batería. Encenderé el nuestro unos minutos cada madrugada. Si llegáis allí podréis dar con nosotros.

-Sois previsores.- Observa Morgan mirándonos a ambos con una sonrisa de lado.

-No podemos permitirnos lo contrario, ya no. -Digo.

-Oíd...Quizá no parezcan mucho de uno en uno pero en grupo, cabreados y hambrientos...tened mucho cuidado.

-Y vosotros. -Responde Rick asintiendo en agradecimiento por la información.

-Sois buena gente. Espero que encontréis a vuestras familias.

-Nos vemos, Duane. -Dice Rick.- Y cuida de tu viejo.

-Sí, señor.

Cada uno iba a entrar a su coche cuando oímos un caminante y los tres adultos nos giramos a mirar en la dirección de la que provenían los gruñidos.

-Leon Bassat. -Digo en un susurro lleno de lástima mientras me acerco a la reja que nos separa.- Nunca nos cayó bien pero...no se merecía esto.

-Él era descuidado, pero no podemos dejarlo así, no puedo. -Dice Rick a mi lado.

-Sabes que oirán el tiro.- Dice Morgan acercándose también.

-Ninguno de los tres estaremos aquí cuando aparezcan.

Morgan asiente y se aleja de nosotros para entrar a su coche mientras que Rick se encarga de dispararle a Leon en la cabeza, rematándolo y haciendo que el cuerpo de éste cayera inerte al suelo. Morgan y Duane se van por su lado y Rick y yo por el nuestro. Rick detiene el coche frente a un parque al que solíamos ir con Carl y Jake. Ambos nos bajamos del coche y él camina hasta donde está la mitad del cuerpo de una chica que solía ser nuestra vecina. Ella aún no parece habernos notado ya que sigue arrastrándose como puede, llevando tras ella parte de sus tripas y el fémur de una de sus piernas. Cuando Rick y yo nos situamos frente a ella puedo observar que también le falta  parte de la carne de alrededor de  la boca y los hombros. Me agacho a su lado junto a Rick, mirando lo que queda de la chica con lástima.

-Siento que te ocurriera esto. -Le digo a su versión de caminante con lástima.

Rick saca su revolver, apunta a su cabeza y le dispara, acabando con ella del todo. Ambos volvemos a subir al coche para seguir con nuestro viaje  hacia Atlanta. Mientras Rick conduce yo decido coger la radio que teníamos en el coche patrulla  e intentar tener comunicación con alguien.

-Transmitiendo en frecuencia de emergencia. Nos aproximamos a Atlanta por la carretera 85. -Digo para luego esperar unos segundos.- ¿Alguien me recibe? Respondan. ¿Alguien me oye? ¿Me oye alguien? Si me oye alguien responda, por favor. Transmito en frecuencia de emergencia. Nos aproximamos a Atlanta por la carretera 85. Si alguien me recibe, responda, por favor. -Repito.

Al no tener respuesta suspiro con pesadez y dejo de nuevo la radio.


The Fallen Angel (Daryl Dixon y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora