No soy dueño de Rizzoli & Isles, la mayoría de los personajes de esta historia pertenecen a Tess Gerritsen y TNT, son tomados prestados sin fines de lucro.
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La casa recién comprada finalmente se podía considerar un hogar, todo estaba en su lugar, las paredes pintadas, jardín perfecto y las habitaciones en perfecto estado, justo como Maura esperaba estuviera. Sabía que se había pasado un poco con su compra, tomando en cuenta solo vivirían tres personas en ella, estaban ubicados en la mejor zona de Boston, Beacon Hills.
A sus treinta años Maura Isles tomo una de las decisiones más importantes de su vida adulta, decidió mudarse con su familia a Boston, donde ella había nacido; durante años había permitido que su esposo la manipulara para que viviera una vida, que realmente no disfrutaba; pero ella siempre supo no era justo para sus hijos que siguieran a su marido, iban de un pueblo a otro y cada vez más peligrosos donde podrían contraer enfermedades.
Había estado cegada por el bien que esto hacía para su marido, que no se había dado cuenta a tiempo como esto podía afectar a sus dos hijos pequeños, habían sido expuestos a tantas cosas a su corta edad, por ayudar a otros; a los seis años de Jake y cuatro años de Elizabeth, como madre sabia necesitaban comenzar a tener un hogar y estabilidad. Cuando Maura discutió el tema con su marido, estaba encantada al saber él estaba de acuerdo y apoyaba la mudanza, la animo a que buscara vuelos para su retorno a Boston y buscar una agencia de bienes raíces para encontrar la casa adecuada, luego de ver la cuarta casa sabia esa era la idónea para su pequeña familia, ella esperaba él se uniera a conocerla y darle el visto bueno, pero lamentablemente Ian tenía otros planes ya.
Maura se sintió herida al saber que él nunca tuvo la intención de ir a Boston, sus planes no la incluían y tampoco a los niños, él ya estaba planeando su siguiente mudanza al pueblo más cercano al que estaban, una donde los militantes locales a menudo saqueaban y dejaban morir gente. Él le había dicho cuanto la amaba y amaba a sus hijos, pero le explico como a él y otros médicos los necesitaban para atender a las personas que resultaron heridas, ella sabía era verdad; habían visto eso en los anteriores pueblos, también vio como muchos pobres niños habían quedado huérfanos por ello, el hombre estaba haciendo lo que mejor sabía hacer, brindando toda la atención médica y los suministros que podía.
Maura había argumentado lo peligroso que era y que sus hijos necesitaban a su padre cerca, además de que ella lo necesitaba; pero después de muchas discusiones sobre el tema, la rubia sabía que estaba peleando una batalla perdida y cedió al hombre. Ian había hecho hincapié en el hecho de que sus hijos eran afortunados de tener una madre maravillosa, les prometió a sus hijos confundidos y a su molesta esposa que los visitaría cuando pudiera. Maura lo amaba, pero amaba muchos más a sus hijos, se habían despedido y había sido lo más difícil de pasar; porque pese que sabía él tenía razón, ella no le perdonaría pusiera a otros primero que, a sus propios hijos, se decía todo el tiempo perdónale, pero no olvides.
Meses después Maura había llegado a estar más acostumbrada a su nueva realidad, los niños igual; Boston estaba siendo un cambio positivo para ellos, en septiembre comenzaría con su nuevo trabajo de maestra, así como los pequeños la escuela; un nuevo comienzo y una nueva vida.
Jane Rizzoli llegaba tarde una vez más, no importa cuántas alarmas colocara ella siempre llegaba tarde, estaba iniciando su último año de secundaria a sus dieciocho años, había pasado su verano haciendo de niñera en sus tiempos libres y pasando fines de semana ayudando a su padre con su trabajo de plomería, ella no había hecho lo que el resto de sus compañeros, que pasaron disfrutando su verano de fiesta o en la playa, así que mientras otros se relajaban ella se estaba preparando para su nuevo año escolar, pasando horas en la biblioteca; buscaba los libros que necesitaría para sus materias elegidas.
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¿Qué es realmente una vida perfecta?
FanfictionMaura vuelve a boston para ser la nueva maestra de ciencia, conociendo desde ese primer día a una estudiante de 18 años, Jane; acompañenme a ver que ocurre cuando se comienzan a conocer más, no ser solo maestra-alumna.