Descorazonado ~MitsuBoru~

El Regreso

A Boruto le costó dejar lo que quería hacer y era seguir vagando por el mundo, para volver a casa junto a su familia y amigos. Mitsuki fue la clave de todo, ya que el amor que sentía por ese peliceleste era muy intenso en verdad.

Se amaron, esa noche, hasta perder el sentido. Deamon aprovechaba para conocer ese pueblo al completo con su acostumbrada sonrisa.

Deamon vio la otra cara de su amigo dorado, esa alegría que siempre lo caracterizó y lo hacía brillar como un hermoso sol. Mitsuki no dejaba de abrazarlo y besarlo estando aún en público.

Deamon y Mitsuki eran similares, ambos querían a Boruto con la misma intensidad. Solo que con tipos de amores diferentes.

Mientras que Mitsuki lo amaba con cada fibra de su ser, Deamon lo quería como si fuese su hermano mayor. Pero los dos serían capaces de hacer cualquier cosa por Boruto. Lo que sea.

Cuando Boruto aceptó dejar todo y regresar a casa, tanto Deamon como Mitsuki se sintieron en extremo felices. Aunque sabían que él seguía sin poder perdonarlos a los demás, al menos era un gran avance para el rubio.

Cuando salieron del pueblo, el peliceleste le pidió que utilizase el portal para volver pero Boruto no quiso hacerlo.

Quería caminar el trayecto a la aldea ya que necesitaba ese tiempo para convencerse de que estaba haciendo lo correcto. Deamon se trepó en su espalda abrazandolo, así los tres caminaron el trayecto riendo felices.

— ¿Dónde te quedarás en la aldea Deamon? — quiso saber Mitsuki.
— Donde sea que Boruto viva — respondió el niño.

— En ese caso estaremos contigo Mitsuki. Pero necesitaremos un departamento más grande — comentó Boruto sonriendo.

— No hay problemas mi sol. Será un placer tenerlos a ambos conmigo.

— Y para mí será un placer poder verlos juntos y felices chicos — dijo Deamon.

Durante todo el trayecto los tres disftutaron de hermosos paisajes, conocieron perdonas nuevas que se alegraron al conocer finalmente al salvador del mundo. Mitsuki y Deamon se hicieron muy buenos amigos en verdad.

Pero los ánimos de Boruto fueron desapareciendo a medida que se acercaban a Konoha. Para cuando llegaron, el rubio no sonreía ya que mostraba su fachada de dureza y frialdad total.

Para cuando entraron a la aldea, todos los ninjas sintieron su chakra asombrados. Shikadai dejó de hacer lo que estaba haciendo para mirar hacia la entrada a la aldea con asombro y exclamar:

— ¡Boruto! ¡Regresaste amigo!

Naruto mismo junto a Shikamaru dejaron de hacer todo lo que los tuvo ocupados esa mañana, para mirar por la ventana más que asombrados.

— Hijo, volviste.
— No hay dudas. Es él y está de regreso.

Konohamaru entraba corriendo por la puerta en esos instantes anunciando la llegada de Boruto a la aldea junto con Mitsuki y Deamon. En verdad estaba agitado debido al asombro.

—¡Está aquí! ¡Él está aquí! ¡Volvió! ¡Dios mío! ¡Volvió!

Naruto se incorporó y dejando la capa de Hokage salió por la ventana directamente para dirigirse hacia donde su hijo se encontraba. Fácil le resultó descubrirlo debido a su intenso chakra. Se colocó frente suyo deteniendolo.

Padre e hijo se miraron con asombro y dolor. Mitsuki hizo la reverencia correspondiente al tratarse del Hokage, pero Deamon se limitó a contemplarlo y sonreír.

Naruto fue quien dió el primer paso y abrazó a Boruto con tal intensidad que el aludido sintió cómo sus huesos crujían.

— Boruto, al fin estás de regreso hijo. Por dios, cuánto te extrañé.

Boruto se limitó a abrazarlo en silencio, ya que él también lo había extrañado sintiendo que en verdad pasó demasiado tiempo lejos suyo.

Pero, al igual que Sasuke, Boruto aprendió a controlar sus emociones tras colocarse la máscara de frialdad. Cerró los ojos y se limitó a sentir el chakra de su papá.

Papá. Kawaki no pudo alejarnos,no sabes cuánto te necesité. Papá.

Hijo aquí estoy contigo y esta vez no dejaré que nadie nos vuelva a separar. Absolutamente nadie.