CAPÍTULO 21

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Una sonrisa adornaba el rostro de la pelinegra mientras lo escuchaba hablar sobre su stream y algo que había pasado con su chat. El rostro del ojiazul se iluminaba cada vez que hablaba de algo que le gustaba o le emocionaba, y parecía que esta era una de esas veces que algo lo emocionaba y ella no podía estar más feliz de escucharlo.

No entendía mucho sobre el trabajo de cry, pero de todas formas amaba poder escucharlo solo por el simple hecho de que para él era importante.

El resto no importaba.

—¿Me estas escuchando?—Pregunto al verla tan concretada y sin decir ninguna palabra, solo parecía estar escuchándolo sin más.—Si te aburro, solo dímelo.—Pidió sintiéndose ligeramente avergonzado por haber estado hablando tanto.

—Tranquilo, te estoy escuchando. Me gusta escucharte.—Le aseguro sin borrar su sonrisa tonta. Se sentía una adolescente.

—Oh.. bueno..

Se encontraban sentados en la sala de estar de ella, solo hablando de cosas diversas y disfrutando de la compañía del otro. Había sido un día maravilloso, donde habían pasado todo el día juntos pero de todas formas aun no se querían decir adiós.

—¿Puedo hacer algo?—Pregunto con timidez, llamando la atención del ojiazul.—Solo debes prometer que no vas a enojarte conmigo, ni vas a pensar que soy rara, ¿Bien?—Pidió logrando que él riera.

—Esta bien, ¿Qué es?

La pelinegra suspiro profundamente antes de acercarse peligrosamente al rostro del ojiazul hasta que sus respiraciónes comenzaron a mezclarse y sus latidos se aceleraron velozmente por la cercanía, pero en ese momento casi rozando los labios del tatuado quedó paralizada, no tuvo tanto valor como para besarlo, pero él terminó de acercarse, besándola.

Ambos estaban sorprendidos.

Ella sonrió ligeramente antes de seguirle el beso. Fue un beso dulce y pequeño, porque ambos estaban muriendo de vergüenza, pero a la vez no podían estar más felices por haberse animado a eso.

Finalmente pudieron dar ese paso para que todo pudiera seguir fluyendo con naturalidad entre ambos. Era un paso tan necesario porque ya no podían seguir con el tonteo como si fuesen dos niños chicos en la escuela, era hora de ser valientes.

—No digas nada.—Pidió él cuando se separaron, haciéndola reír.—Por favor, no lo hagas.—Insistió cerrando sus ojos intentando pasar los nervios del momento, pero antes que pudiera abrirlos ella lo había vuelto a besar con más confianza.

—No diré nada, pero tu tampoco digas nada.—Murmuro contra sus labios antes de sonreír.

—Es un trato.

Eran dos niños que morían de vergüenza por admitir lo que sentían y aunque era tonto, para ellos era así y no podían evitar sentirse de esa manera, porque pasó tan rápido y de una manera tan natural que casi ni se dieron cuenta, pero paso y era lo único que importaba.

Solo ellos dos.

Finalmente el ojiazul se quedó a dormir para seguir viendo la serie juntos y esa fue su noche. Series y besos tontos por parte de ambos, fue realmente maravilloso.

Estaban felices.


𝐴𝑀𝑂𝑅 𝐷𝐸 𝑉𝐸𝐶𝐼𝑁𝑂𝑆 - xCry ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora