𝐴𝑀𝑂𝑅 𝐷𝐸 𝑉𝐸𝐶𝐼𝑁𝑂𝑆 - xCry ©

CAPÍTULO 15

Los últimos días el ojiazul había estado distante por alguna razón que la joven de cabellos azabaches desconocía por completo. No sabía que estaba pasando o si había hecho algo mal con el contrario, pero solo sabía que toda esa situación la ponía realmente mal, le dolía no saber que estaba pasando con cry.

Él no le contestaba los mensajes o si lo hacía era cada muchas horas y no venía a verla, ni intentaba contactarse con ella cuando happy se cruzaba de casa.

Su actitud tan fría la lastimaba, la ponía realmente triste y él no sabía de eso en lo absoluto, pero tampoco parecía querer saber de ella por el momento, ni parecía querer darle una explicación al respecto.

Decidió no molestarlo.

—No entiendo que pasa con él, happy... solo me gustaría saber si hice algo mal en nuestra amistad o tal vez, ni siquiera me consideraba su amiga.—Murmuro con tristeza observando como el gato caminaba por encima de su sillón sin prestarle atención.

El gato maúllo, pero esa respuesta no le servía de mucho aunque almenos se sentía escuchada.

—¿Debería prepararle un pastel en forma de disculpa?—Pregunto aún sabiendo que no obtendría ninguna respuesta.—Ni siquiera se porque debería disculparme, pero no quiero que siga molesto conmigo.. no me agrada esa sensación.—Siguió antes de soltar un suspiro pesado.

Happy la miro por un breve momento y simplemente se acostó a dormir. Por lo que, la conversación había terminado en ese instante.

La morocha lo entendió y se fue a la cocina para poder preparar un rico pastel de chocolate con crema.

Ocupo su tarde en hacer el pastel más rico de su vida para que cry no pudiera resistirse. Una vez lo termino, lo guardo en una cajita e hizo una nota, donde se disculpaba con el pelinegro.

"Lamento si hice algo que te molestara o si hablo mucho, pero no me ignores. Por favor, solo dime si no quieres seguir siendo mi amigo."

Pd: happy esta en casa.

Cuando tuvo todo preparado salió de casa y cruzo a la del ojiazul. Dejó el pastel en la entrada y tocó el timbre varias veces antes de irse. No quería enfrentarlo.

Se sentó junto a happy, esperando obtener una respuesta por parte del tatuado.. pero las horas fueron pasando y aun no había rastros de su vecino por ningún lado.

—Creo que no decir nada, también es una respuesta ¿No crees, happy?—Miro al gato que seguía en su casa. Este maúllo nuevamente mientras se paseaba entre sus piernas.—Si, debería ir a dormir..

Estaba por irse a la cama, pero justo en ese momento sonó el timbre de la casa. Miró la puerta con confusión, ya era bastante tarde y con dudas fue a abrir la puerta encontrándose con el tatuado del otro lado.

—Happy esta adentro, si es que lo vienes a buscar.—Murmuro suavemente, creyendo que el contrario solo venia por su mascota.

—Lamento haberme comportado como un tonto estos días.—Murmuro sintiéndose avergonzado y con una ligera sonrisa sostuvo una bolsa frente a ella.—Son galletas.. no son caseras, pero prometo que están buenas.

—Oh.. no era necesario.—Aseguró con las mejillas sonrojadas, aceptando el regalo.—¿Aún quieres ser mi amigo? ¿No te has cansado?—Pregunto como una niña pequeña.

—Claro que aun quiero ser tu amigo, tu mejor amigo.—Le aseguro con gran entusiasmo.—Nunca me cansaría de esto, noah, me encanta pasar tiempo contigo y hacer tonterías juntos.

—¿Y qué ha pasado?

El ojiazul trago en seco. No podía confesar que estaba actuando de esa forma porque sentía celos del nuevo amigo de ella, simplemente era imposible decirle eso sin quedar como un raro o un tonto, por lo que, tuvo que inventar una mentira creíble en menos de cinco minutos.

—No quería agobiarte.. creí que querías tiempo para ti y tus nuevos amigos de baile.—Murmuro mirando hacia otro lado, no podía sostenerle la mirada en ese momento.—También he tenido mucho trabajo, pero solo fue eso.. no estoy enojado.—Aseguró. Mintió, pero no tanto.

—Nunca me agobiarias, cry.—Le aseguro con una sonrisa antes de abrazarlo, tomándolo completamente por sorpresa.—Me hace muy feliz saber que no te has enojado conmigo.—Murmuro felizmente sin soltarlo.

—Yo también estoy feliz, noah.