CAPÍTULO 12

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La pelinegra pestaño varias veces hasta que logro acostumbrarse a la luz que entraba por las ventanas de su sala de estar. Pero, en el momento que intento levantarse, se percató de la presión alrededor de su cuerpo y al bajar la mirada, se encontró con los brazos tatuados de ojiazul que la tenían abrazada por la cintura.

¿En qué momento había terminado en esa situación? No lo recordaba.

Su boca estaba ligeramente abierta por la sorpresa y no estaba segura de que hacer porque no quería enfrentarse a cry en esa situación, no quería que se despierte.

Intento separarse de él, pero el contrario no se lo permitió y la abrazo con más fuerza.

¿Como iba a escapar de eso?

—Quédate cinco minutos más, por favor.—Murmuro el tatuado con su voz adormilada, mientras se acomodaba mejor en el sofá.

Las mejillas de la pelinegra no podían encontrarse más roja en ese momento y su piel se había puesto chinita en un instante. La voz ronca y adormilada del contrario había logrado acelerarle los latidos del corazón, sorprendiéndola por completo.

Se sentía extraña y confundida.

Estaba comenzando a tener pensamientos que no quería tener sobre su vecino.

Soltó un largo suspiro antes de empujarlo de forma "disimulada" haciéndolo caer del sofá. Se cubrió la boca ahogando su risa y fingio estar dormida, mientras el pelinegro intentaba entender que había pasado y como había terminado en el piso.

—¿Qu-que haces ahí?—Murmuro dándose la vuelta para verlo en el piso y no pudo evitar sonreirse por un instante fugaz, pero rápidamente volvió a ponerse seria.

—No lo se, me abre girado pensando que estaba en la cama.—Murmuro aún estado confuso. Ella asintió y lo dejó sentarse a su lado.

Capaz no fue la mejor manera de librarse de la situación, pero no pudo pensar en otra cosa en ese momento y se había salvado del momento incómodo, que era lo único importante.

—¿Dormiste bien?—Pregunto con diversión mientras se levantaba del sofá para poder buscar algo de beber.

—Si, estuvo bien.—Contesto apareciendo en la puerta de la cocina, mirándola.—Pero debería volver a casa con mis hijos. Me duchare y prendere directo, probablemente.

—Oh.. esta bien, nos vemos luego, ¿No? Como siempre.—Murmuro con una pequeña sonrisa.

Ella pensaba que desayunarian juntos, pero al parecer eso no iba a suceder esa mañana.

—Claro, nos vemos luego.

—Que tengas lindo día.—Musito antes que se fuera, porque realmente no quería que se fuera pero tampoco sabía cómo decirle eso.

—Tú también, que tengas lindo día, noah.—Le sonrió antes de irse dejándola sola.

Era finde semana por lo que, no tenía que trabajar, ni ensayar y simplemente se quedaría en casa, limpiando y escuchando música porque no tenía amigos para hacer planes.

𝐴𝑀𝑂𝑅 𝐷𝐸 𝑉𝐸𝐶𝐼𝑁𝑂𝑆 - xCry ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora