Luego de unas horas, Hagiwara regresó al lugar. Llegó a la playa con el presentimiento de encontrarlos en el acto, pero por suerte no fue así. Cuando llegó, Hinata estaba saliendo de la mano con Akazawa, ambos sonriendo, uno un poco incómodo y el otro lleno de picardía.
❝Vaya que te divertirse. ❞ dijo Hagiwara.
Akazawa solo rodó los ojos y mostró una sonrisa, mientras que Shoyo se sonrojaba de pies a cabeza.
❝Cómo sea, será mejor que nos vayamos antes de que nos cruzemos con algún conocido.❞ Habló Akazawa mientras acomodaba su chaqueta. Tenía tierra y pedazos pequeños de césped en ella, era incómodo usar algo tan sucio, pero la había dejado en el suelo para apoyarse sobre ella y no ensuciar mucho su ropa.
Aprovechando el momento, Hagiwara decidió jugar con la paciencia de Akazawa un poco:
❝Tarde, ya me crucé a tus tíos.❞
❝¡¿Qué?!❞
❝Estaba bromeando, idiota.❞
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Al día siguiente, en Karasuno
Shoyo había vuelto a clases por pedido de su madre, sino no hubiera ido. Sentía sus caderas a la miseria y tenía educación física luego. Se sentía asqueado de sí mismo, pero no podía evitar admitir que lo había disfrutado. Claro que no había válido la pena, ahora sentía el humo de cigarrillo por todas partes.
Quizás estaba un poco abrumado, quizás.
Las clases transcurrieron como normalmente lo hacían: él durmiendo algunas horas y luego despertandose por regaños de los profesores. Todo fue normal, por suerte nadie se había percatado de su mal andar hasta que se le ocurrió la brillante idea de ir al gimnasio.
Ni siquiera supo porqué lo hizo, no podía ni caminar y andaba desesperado por dormir en su cama, pero algo lo llevó allí, quería ver si Akazawa también había ido.
Pasando las puertas del gimnasio, lo primero que vio fue la gran cara llena de furia de Kageyama. Hace horas lo había visto en clases, pero no le había prestado atención.
❝Hinata-boke❞ lo llamó Kageyama. Este se le acercó y abrió de nuevo su boca.❝¿Qué te pasa? ¿Acaso no puedes caminar?❞
El rostro pálido del pelirrojo se volvió rojo como el cabello de Tendō.
❝¿Entrenaste anoche, Hinata?❞ preguntó curioso Ukai acercándose a ambos jóvenes.
Hinata ignoró el calor de su rostro y asintió con la cabeza.
❝¡Shoyooooo!❞
Escuchó su nombre por lo lejos, apartó la mirada de su entrenador y buscó al que lo había llamado. No era nadie más que Nishinoya, sonriendo de oreja a oreja mientras extendía sus brazos para abrazarlo.
❝¡Noya-saaan!❞
Ignorando todo, se fue a abrazar al libero.
Del otro lado del gimnasio, Takeda miraba con curiosidad los movimientos erráticos de Hinata. Para aclarar sus dudas, fue a susurrarle a Ukai una pregunta:
❝¿Qué le ocurre?❞
❝O se ha puesto a practicar muy brusco, o ya ha debutado.❞ sacó conclusiones muy rápido, ya ha tenido una adolescencia y sospechaba varias cosas de Hinata.
Takeda, por otro lado, no comprendió nada.
❝¿Debutar?❞
....
En la práctica Nishinoya brilló como ninguno. Ni siquiera Daichi lo logró igualar. Nadie podía parar la pelota como él. Hinata intentó seguir el ritmo del partido, pero se le complicó en varios momentos por su problema. Para la desgracia del pelirrojo, no vio al cabeza de puerco espín por ningún lado.
Luego de pasar unas cuantas quejas de dolor, Takeda se dispuso a dar un anuncio.
❝¡Tenemos una práctica contra Nekoma!❞
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