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—Shanks despertó unas cuatro horas después, ya pintándose en el cielo los últimos colores de la tarde y dándole lugar a la oscuridad de la noche y la luz de la luna llena. Lo pensé bastante tiempo y supe que ya era hora de animarme a decirle lo que había pasado...
Shanks se encontraba recostado contra el respaldo de la cama, tomando una copa de sake que yo le serví, ya que si él iba a buscarla, iba a traer una botella y eso no estaba en mis planes —

—Reuní bastante valor y tomé aire antes de hablar — Shanks, hay algo que debo decirte —Dije con el semblante serio pero sintiendo mi corazón salirse por mi boca—

S: ¿Hm? ¿Qué es? —Preguntó curioso dejando de mirar la copa que tenía entre sus manos para dirigir su mirada hacia mí—

—Debía ser directa y sobre todo, sincera, ya que no me gustaba mentirle si de palabras serias hablábamos él y yo, eso siempre fue así y jamás iba a cambiar.— Me besaste —Solté sin pelos en la lengua mirándolo a los ojos— B-bueno...En realidad, nos besamos, porque...Yo también te he besado, pero....Solo quería decírtelo ya que tú no recuerdas nada de lo que sucedió ayer y yo sí, así que creí que iba a ser buena idea decirlo, aunque sea para que lo sepas, a veces eres medio idiota y no recuerdas muchas cosas —Solté una risa nerviosa al notar que estaba volviendo a mirarme demasiado— Bueno, en conclusión, pasaron bastantes cosas anoche...cosas que...B-bueno, me da algo de vergüenza decirte, ya que sabes que soy algo tímida al hablar de ci-

S: Hana, lo recuerdo todo —Dijo con voz tranquila, regalándome una de sus sonrisa— No hace falta que me lo expliques... —Se tomó el atrevimiento de acercarse un poco más a mi sin invadir mi espacio personal—

¿Qué? —Pregunté atónita por lo que acababa de mencionar... ¿Acaso él sabe que...—

S: Acabé recordando todo poco después de despertar, la resaca fue poca, estoy acostumbrado a beber en exceso —me sonreía con inocencia, como si no me estuviese diciendo que él ya sabía todo lo que me dijo y todo lo que hemos hecho...—

—Me quedé en silencio sin saber qué decirle...Me tomó desprevenida, pero prosiguió— S: Sé que te he dicho que me gustas, sé que nos hemos besado y también soy consciente de que nos hemos acostado, Hana —El hecho de que me haya de mirar a los ojos más del tiempo esperado me sacaba más nervios que el día que conocí a los amigos de papá...—

Shanks... —Le devolví la mirada, sintiéndome culpable por haber hecho todas esas cosas junto a él, aún sabiendo que es mi amigo... Así que pronto, nació una nueva sinceridad en mi interior, y debía decírselo a él...— S-si te soy sincera, no me arrepiento de lo que he hecho, solo que...tengo miedo de perderte.... —Hice una mueca con mis labios al sentir cierta pena al mirarlo— Nuestra amistad es lo más valioso que tengo ¿Sabes...? No quisiera arruinar todo lo que nosotros tuvimos por un simple error... —Tan solo imaginar el hecho de perder mi amistad con Shanks hasta el punto de volvernos desconocidos era la peor de mis pesadillas—

—Él solo negó con su cabeza, mirándome aún con su sonrisa plantada en sus labios— S: Los errores no existen, Hana.... —Me miró por unos segundos para sentarse a mi lado— Creo que siempre escuché a tu padre decir que las cosas pasan por algo y que así fue como el destino lo decidió... Y yo creo en eso...Creo en él.... —Miró mis manos y se atrevió a posar su mano sobre las mías, algo inquietas y nerviosas—

—No supe qué decir...Ya que lo que decía es verdad... Mi padre siempre fue caracterizado por su determinación y su sabiduría, era honesto y amable...
Abrí la boca para decir algo, pero fue mas preferible tirarme encima de él para abrazarlo. Tenía miedo y estaba asustada... ¿De qué rayos irá esto?—  ¿Puedes simplemente explicarme qué se supone que es esto? —Le pregunté aún oculta bajo su cuello sin querer salir de ahí—

𝐥𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐠𝐮𝐞𝐫𝐫𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora