One Shots Scream Girls

Dos en uno

Advertencias: Poliamor, Strap-on y Doble Penetración.

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Estar en una relación poliamorosa no era algo en lo que realmente hubieras pensado. Nunca estuviste abiertamente en contra de la idea, pero no era algo que pensaras que alguna vez harías o en lo que realmente participarías.

Hasta que conociste a Tara Carpenter y Amber Freeman. Las dos mujeres habían estado saliendo desde su primer año de secundaria, su relación de cinco años era fuerte y sólida. Conociste a Tara durante una de tus conferencias en la universidad y descubriste que era muy fácil llevarse bien con ella. Amber, su novia, también era amable, aunque se podía ver la mirada posesiva en sus ojos cada vez que alguien más miraba a Tara.

Sin mencionar su vínculo traumático compartido por los ataques de Ghostface en Woodsboro durante su último año de escuela secundaria. Sus cicatrices las unirían para siempre, recuerdos y heridas que nunca desaparecerían pero de las que nunca se hablaría.

Por supuesto, habías leído los artículos de noticias relacionados con los ataques de los Ghostface, pero revelaron muy poca información aparte de quiénes eran los asesinos y su supuesto motivo de los ataques. Tara y Amber habían compartido parte de la experiencia contigo, pero era algo que todavía estaba escondido detrás de una puerta cerrada.

Aparte de eso, Amber y Tara eran una pareja perfecta. Se completaron mutuamente de una manera que sólo se leería en novelas románticas o fanfiction cursis. Te habías enamorado bastante de ambas, pero nunca soñaste con romper su obvio amor mutuo. Lo que no sabías es que el coqueteo no estaba sólo en tu imaginación, las miradas anhelantes de Tara, los toques extra de Amber. Ellas habían estado tan interesadas en ti como tú en ellas. Resulta que eras más ajena que un gato doméstico que observa una ratonera. Entonces, cuando Amber te invitó una noche a ver una película, no pensaste en ello.

Amber y Tara te follaron tan fuerte esa noche que literalmente no podías caminar a la mañana siguiente.

Eso había sido hace cuatro meses. Cuatro meses de estar perdidamente enamorada de dos de las mujeres más calientes del mundo. Su relación tripartita con ellas fue extraña al principio, pero todos sus amigos colectivos no tenían mala voluntad ni juzgaron a ninguna de ustedes. ¿Cómo podrían hacerlo cuando era tan obvio cuánto se amaban?

—Cariño, ¿en qué estás pensando? —La voz de Tara se escuchó desde donde estaba sentada. Sacudiste la cabeza y la miraste, parpadeando para alejar tus recuerdos.

—Nada, —mentiste, mostrándole una sonrisa a tu novia.

—Ella siempre está perdida en su propio mundo, —dijo Amber mientras caminaba hacia la sala de estar. Se inclinó sobre el respaldo del sofá y te besó en la frente antes de acercarse a Tara en el sofá de dos plazas y sentarse a su lado. Realmente encima de ella.

Hiciste un puchero, dándoles los ojos de cachorrito más abiertos que pudiste.

—Creo que alguien está celosa, —bromeó Amber, con los ojos brillando en la tenue luz del atardecer.

—¿Yo? —Pones tu mano sobre tu pecho con falsa consternación. —Nunca. Estoy tan segura.

Tara y Amber pusieron los ojos en blanco colectivamente. Eras la más celosa de las tres, lo cual fue sorprendente dada la actitud impulsiva de Amber hacia cualquiera que mirara o se atreviera a tocarte a ti o a Tara. Se había roto algunos dedos y se había metido en un puñado de peleas por el asunto.

—Si tú lo dices, —sonrió la mujer pálida, con un desafío en sus ojos oscuros. Antes de que pudieras decir algo más, se inclinó hacia adelante y capturó los labios de Tara en un beso acalorado. La mujer más pequeña chilló sorprendida y agarró la camisa de Amber con fuerza. Miraste, con los ojos muy abiertos por la sorpresa y el cuerpo tenso por la conmoción. Amber inclinó la cabeza, profundizando el beso con Tara. Se podía ver a Tara abrir ligeramente la boca y el pequeño movimiento de la lengua de Amber mientras la mujer más dominante comenzaba a saborear a su pequeña amante.