Seonghwa se llevó a Hongjoong a su departamento con la ayuda de Yeosang.
Le había llamado a su amigo en un estado frenético, a causa de no saber qué hacer. Afortunadamente, el ingeniero aún no se había ido y trajo consigo al médico del colegio, quien revisó que todo estuviera en orden. El docente repasó todo lo que había sucedido, omitiendo partes por su privacidad, pero le comentó que ni el mismo Hongjoong recordaba cuándo había sido su última comida.
Para el momento en el que Seonghwa terminó de decir todo, Kim Hongjoong regresó a la conciencia. Sus ojos estaban desenfocados al abrirlos pero en cuanto observó a todos a su alrededor, se alarmó. El docente se apresuró a estar a su lado y le contó todo lo que había sucedido en una voz suave, muy contrastante a la forma desesperada y angustiada a la que se había dirigido a las otras personas en el lugar hace unos minutos.
Con ayuda de Yeosang, lo pusieron de pie y lo llevaron a la enfermería, donde estaban los aparatos médicos que podían asegurar que estaba bien por el momento y que no era una situación de emergencia. Por suerte, el Dr. Noh, después de un chequeo más completo, así lo determinó. El diagnóstico fue un resfriado desatendido, por lo que los síntomas, que pudieron haber sido leves, se agravaron de forma innecesaria. Adicionalmente, tenía la presión baja porque no había consumido alimentos en todo el día. La combinación de ambas cosas causó el desmayo.
Kim Hongjoong escuchaba todo avergonzado. El que otras personas estuvieran presentes mientras experimentaba las secuelas de su falta de cuidado personal era humillante. ¿Quién a su edad pasaba por esto? Y como si fuera poco, el médico le empezó a hacer preguntas tan intrusivas que honestamente prefería estar muerto antes que volver a contestarlas frente a Park Seonghwa. ¿Por qué mierdas le preguntaría cuántos litros de agua tomaba al día? ¿Qué le importaba al médico ese si Hongjoong no comía verduras? ¿Qué ganaba él sabiendo la frecuencia con la que defecaba?
Cuando el Dr. Noh comenzó con su sermón de la salud y el balance de la vida diaria simplemente se quería meter tres metros bajo tierra. No era un niño. No tenía que escuchar una plática para infantes de primero de primaria. Y mucho menos enfrente de sus colegas. Enfrente del perfecto, organizado y responsable Park Seonghwa.
La vida era tan cruel con Kim Hongjoong. Realmente no le daba ni medio segundo para respirar.
Después de tomar el medicamento indicado, acompañado de una bebida energética y una barrita de granola, Hongjoong fue libre de irse. Poner un pie fuera de la enfermería fue música para los oídos del docente. Los tres maestros caminaron hacia la salida. Fue en la puerta del colegio que Park Seonghwa comenzó a molestar de nuevo.
"Pienso que Yeosang debería de ser quien maneje..."
"Es mi auto. Yo manejaré mi auto."
"De hecho, yo también pienso igual que hyung..."
"Gracias, Yeosang," Hongjoong sonrió victorioso.
"Uh... Pienso igual que Seonghwa-hyung..."
"¡Já!"
"¡¿Kang Yeosang te atreves a traicionar a tu hyung favorito?!"
"No tengo hyung favori—"
"Sangie, puedes usar mi tarjeta para comprar esa proteína costosa de la que hablaste el otro día."
"Seonghwa-hyung es mi hyung favorito," corrigió Yeosang de inmediato, con una sonrisa tranquila en su rostro.
"Yo te compro pollo frito—"
"Esa obsesión es de hace años, Kim. Actualízate," Seonghwa rodó sus grandes hermosos ojos de tapioca.
"Acepta tu derrota como buen perdedor, Hongjoong," concordó Yeosang.
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El Arte de Amar a Kim Hongjoong | Seongjoong (BL)
FanfictionPara Seonghwa, tener que compartir espacio laboral junto a Kim Hongjoong ha sido una experiencia infernal. Desde el momento en el que el nuevo maestro de arte puso pie en el colegio, el hombre le ha hecho la vida imposible; dejando el salón patas ar...