Capítulo 04

461 36 56
                                    

Después de la Segunda Guerra Mundial, la ONU consideró la salud mental como uno de los ámbitos a los cuales se debería de dar mayor prioridad; por consecuencia, se destinó cierto presupuesto para financiar distintos estudios que permitieran comprender la complejidad del comportamiento humano. John Bowlby, psiquiatra y psicoanalista con enfoque en la rama de la psicología infantil, estableció los conceptos básicos que, posteriormente, en los años 70s, consolidaron y dieron luz a la Teoría del Apego. El especialista declaró que la salud mental de los niños es resultado de la experiencia que tuvo el infante con su madre durante los primeros años de su vida. La formación de un vínculo confiable en donde se puede atender al recién nacido y a sus necesidades de placer, cuidado, seguridad y confort determina un papel esencial en su comportamiento y en el establecimiento de relaciones afectivas por el resto de su vida.

A partir de esta relación, se pueden desprender cuatro tipos de apego. Si la experiencia temprana fue cálida, íntima, contínua y el infante logró encontrar satisfacción y alegría, seguramente podrá desarrollar un tipo de apego seguro, como lo ha hecho el 55% de la población. Sin embargo, si el bebé no recibe un cuidado constante y atento, no podría ser parte de la cifra mencionada.

Como Seonghwa.

Seonghwa está consciente de que su madre lo ama. Conoce la historia de sus padres y sabe que su nacimiento fue planeado y anticipado. Comprende que la Sra. Park utilizó las herramientas que tenía a su disposición para cuidar de su hijo de la manera que pudo. Pero a pesar de tener todo esto en mente, la depresión post-parto de su madre tuvo secuelas irreversibles que siguen afectando en su día a día. Y a veces no puede evitar sentir rencor hacia ella —sentimiento del cual se siente culpable e intenta desechar alel momento en el que sale de la caja de pandora que representa su tumulto emocional.

Su madre estaba presente para él cuando su salud mental le permitía. Pero había noches en las que el llanto del pequeño resonaba a través de todas las paredes de la casa sin ser atendido. Horas extensas en las que hasta sus necesidades más primitivas no recibían respuesta alguna, su cuerpo familiarizado al hambre y a la soledad que difícilmente era saciada por la presencia de peluches en su cuna —no importaba que tan grande o que tan suave fuera el juguete, no habría podido reemplazar la calidez del abrazo de un ser humano.

Lo peor de todo fue que la depresión de su progenitora se alargó de tal manera que hasta la adolescencia de Seonghwa fue manchada por las recaídas emocionales esporádicas que tomaban control de la Sra. Park.

Son algunas de las razones por las que Seonghwa desarrolló un apego de tipo ambivalente. Su hogar no carecía de amor, pero al despertar por las mañanas, no sabía si ese día lo recibiría o no. El lunes llegaba a casa, después del colegio, y se sentaba junto a sus padres a devorar una comida recién hecha, para después tener pláticas de sobremesa animadas y pasar tiempo de calidad en la sala de estar antes de irse a dormir. Pero el jueves se encontraba con todas las luces apagadas, una madre en cama y un estómago vacío.

Seonghwa nunca podría olvidar que tenía ocho años la primera vez que entró al colegio caminando tranquilamente, sin haberse aferrado a la falda de su madre, sollozando sin parar desde treinta minutos antes de su hora de entrada. No podría olvidar que los demás pequeños se burlaban de la suciedad en su uniforme y de las manchas que decoraban sus mejillas regordetas. No podría olvidar que incluso llegó a formar el hábito de tomar comida de sus platos y esconderla en una bolsita debajo de los cojines del sillón, por si al día siguiente su madre no tenía ganas de abrir los ojos.

Tal vez por eso ahora es tan estricto consigo mismo. Tal vez por eso fue que tomó la decisión de construir un mundo de orden total, donde él tuviera la capacidad de tomar control sobre cada uno de los ámbitos de su vida. Limpieza, pulcritud, perfección. Seonghwa había escrito las reglas una por una y su vida entera giraba alrededor de preservarlas y cumplirlas al pie de la letra. Y había hecho un trabajo estupendo.

El Arte de Amar a Kim Hongjoong | Seongjoong (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora