Capítulo 13

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Sophia.

Volver al trabajo ha sido más fácil de lo que había pensado. Hace dos semanas que la relación entre los Ranga y los Pregona se ha fortalecido y el anuncio que hice en la entrevista se cumplió, ayer firmé el contrato junto a mi esposo, oficialmente somos socios.

Este último, desde la noche que lo dejé en el sofá trás haberme negada celebrar con él en su apartamento el éxito de nuestra entrevista, se ha vuelto más distanciado de mí que el cielo de la tierra.

No lo culpo, en absoluto, al contrario me culpo a mí por haberme dejado jugar a su juego.

Sí, nos hemos acostado juntos ¿Y qué? No es la gran cosa, amo a Damson a pesar de su cagada lo sigo amando y no es por una noche de sexo que lo voy a dejar de amar, y menos si es para estar con un marido a quien me han obligado a esposar.

Se mudó con su familia a su mansión que está a las afueras de Monterrey. La cena de inauguración de la casa me la pasé más con su hermana que con él, pues el caballero se la pasó pegado a su "amiga de la infancia" disque para no dejarla sola o hacerla sentir mal.

No que me importa lo que haga con ella, sin embargo no quiero ser la ganada de nadie y menos la cornuda del año con apenas semanas de casamiento porque el tío no sabe contener sus ganas.

- Hija_ entra mi padre interrumpiendo mi momento de reflexión_ me ha dicho Patric que tenemos una reunión hoy, ¿Eso fue idea tuya?

- Sí papá, mientras leía documentos algo particular me llamó la atención y quiero hablar de eso contigo.

Los papeles que me entregó Patric son iguales a unos que encontré aquí mientras ordenaba cosas en la caja fuerte del antiguo despacho de mi padre que hoy es mía.

- ¿Y por qué tú marido tiene que asistir?

Pregunta sentándose en la silla que está frente a mí.

- Papá ¿Ya te has olvidado que somos socios? Puedo ser la socia mayoritaria, pero lo que pasa aquí también es asunto suyo.

Aunque lo de la junta no tiene esencialmente que ver con la empresa, el tiene que creer que sí. Lo conozco y si se entera que es sobre lo que encontré aquí saldría corriendo.

- Pues sí, ser la mayoritaria en acciones te hace la jefa de todos y puedes incluso tomar decisiones sin consultarles si es algo urgente, no siempre será necesario organizar una junta para pedir opiniones para decidir Sophia, eres mi hija, demuéstralo.

- Sí papá, sé que soy tu hija, te conozco muy bien y justamente por eso hago las cosas cómo lo estoy haciendo.

Conozco a mi padre, no es una blanca paloma y por eso tengo que hacer las cosas con cuidado si quiero saber la verdadera razón detrás de mi repentino matrimonio.

- Solo quiero decirte que nunca lo olvides, eres mi legado Sophia y no quiero que mis esfuerzos de años se derrumben por haber puesto mi confianza en ti.

Más que un consejo es una advertencia.

- Justamente por eso me he dejado llevar en su juego, por esa mierda no estoy en España como lo había planeado, y por eso mismo no estoy con el amor de mi vida.

Me cabrea su manera de hablarme.

- Otra vez con lo mismo.

- No papá, no es algo insignificante como lo habéis pensado todos, me han jodido la vida ¡Coño! Me han quitado lo único bueno que tenía en mi vida, así que no me vengas con tus advertencias, que si no sabía lo importante que era eso, nunca me hubiera casado en primer lugar.

UN INVIERNO CALUROSO [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora