❝ Epílogo ❞

322 32 6
                                    

¿Qué les falto?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Qué les falto?

¿Lo hicieron bien?

¿Era está su paz?

Sonrió melancólico. No había mucho que podía pedir. La vida y los dioses habían sido tan buenos con él que no podía estar más que satisfecho.

La tribu a la que había llegado había pasado de ser una de las más peligrosas de la región a una de las tribus bautizadas como "burguesas".
Jeonghan estaba tan contento que aquel vistazo que le daban a la que ahora se había convertido en su casa que esa misma noche lloro al ver todo lo que se había logrando en un lugar donde parecía que todo se destruía y cambiaba.

Tenía en sus brazos uno de los seres más hermosos que jamás creyó tener.

Un bebé de cabello rizado igual que su padre y ojos azules, con una nariz de botón y piel lechosa como su madre. Lo habían nombrado Yeonjun por conseio de los chamanes de la tribu. Joshua se negó al inicio, pero no sé opuso al saber que a Jeonghan le había gustado aquel nombre.

Era un niño alfa.

(...)

¡Yeonjun! —llamo Jeonghan atrapando entre sus brazos el pequeño cuerpecito del niño que corría entre su cabaña.

¡No! ¡Ma! —grito el pequeño rizado, riendo y gritoneando mientras intentaba seguir corriendo —. ¡Pa! —llamo a su padre.

El líder de la tribu que los veía sentado en el suelo entre almohadas mientras comía del desayuno que él había preparado para su omega.

Papá no puede ayudarte. —dijo Jeonghan a su hijo mientras le hacia cosquillas —. ¡Bhuuu! —dijo besando la mella del pequeño. Vestía un pequeño vestido blanco que Joshua le había comprado en el mercado.

(...)

POV: Joshua

Me negué a creer que podía caer de esta manera por un
omega que ni siquiera me respetaba, pero al final no había nada que negar, solo aceptar los hechos. Y el hecho de tener a ese omega me hacía sentir tan vivo como jamás creí sentirme algún día.

Crecí rodeado de todo lo que me formó. Vi como mi padre condenó a mi madre a muerte solo por mirarlo a los ojos, ví como ella sufrió en medio de la tribu mientras la apedreaban. Sentí los latigazos de mi padre sobre mi espalda solo por no ser tan fuerte como el hubiera querido. Fui abandonado en medio del bosque por tres días como una prueba para ser merecedor de mi puesto en la tribu y claro que lo era. Pero solo era un niño, aunque no lo suficientemente niño como para no envenenar a mi padre. Ese hombre que lo último que podía ser, era padre.

Vi como asesinaron a mis hermanas y hermanos
bastardos solo para que el poder de la tribu solo me perteneciera a mi, aún cuando yo jamás di orden a ello.

Derrame lágrimas en vanas por seres a los que jamás se me permitieron amar.

Dirigí una tribu como se me ordeno hacerlo, pero el tiempo cambio y mi naturaleza se apoderó de lo que quería. Me faltaba tanto y me había quedado con tan poco y nada de lo que creía que era mío, era realmente mío.

Hasta que lo ví.

Ese sentimiento que mi alfa jamás había experimentado, se volvió constante cada vez que iba al palacio de Verme y me escabullia entre sus muros para acosar a cierto omega que parecía coquetear hasta al jarrón del agua solo con su mirada, nunca en aquel lapso pude oír su voz, pero no me hacía falta. Tenía suficiente con tenerlo frente mio.

Pero las telas de seda, perlas y piedras preciosas que él usaba, eran todo lo contrario a las pieles y cuero que yo vestía. Su piel lechosa y pecosa, hombros descubiertos y delicadeza tersa, eran todo lo contrario a mi piel tostada y tatuada.

Pero por él...

Lo sentí tanto como sé que él lo sintió.

Lo exigí como mío y lo obtuve.

Jeonghan, sonaba tan hermoso como él mismo.

Caí. Caí de rodillas por un omega.

Ese mismo omega que había hecho de mi tribu un hogar y me dió una familia.

(...)

No falto que pasara medio año para que el omega del jefe de la tribu anunciará su nuevo embarazo.

Joshua no podía estar más feliz por la noticia que levantó al omega del suelo y lo sostuvo en brazos para girar con este.

Tengo un pene rápido... —le dijo sobre el oído de su omega que se sonrojó ante aquello.

¡Alfa! No puedes decir cosas sucias enfrente de nuestro hijo. —reclamo el omega ojiazul que acaricio su vientre aún plano.

Yeonjun tendrá un hermano y luego te embarazare de nuevo.

Jeonghan carcajeo al pensar en eso. Agradecía internamente que su hijo estuviera con Soobin jugando afuera.

Confiaba en que WonWoo lo cuidara.

¿Tan rápido planeas llegarme de hijo? —se burló Jeonghan acariciando el cabello del ojiverde que caía por su frente.

Planeo llenarte de mi semen. —dijo en cambio Joshua, tan lascivo como siempre.

Hablando así parece que estás en celo... —el omega tocó la mejilla de su alfa.

Yo siempre estoy caliente.

Tomo las caderas de Jeonghan y lo atrajo a su cuerpo.

Yeonjun no está... —dijo sobre la mejilla de su omega para después comenzar a bajar la falda del ojiazul.

Jeonghan no resistió más para besarlo.

(...)

Emjke; la tribu de la luna y sus estrellas.

Sin duda Jeonghan era la luna.

Cómo luna de su tribu se esperaba que diera a un alfa y que ya no se embarazara nuevamente. Pero él había cambiado todo en la tribu.

Dió a luz a un alfa, seguido de dos mellizos omega, seguido de otro alfa, seguido de un pequeño beta y por último un alfa.

Yeonjun, Jeongsan y Jungmin,
Jungwoon, Haneul y Minsung.

Seis hiios de la luna, aunque no esperaron un par más que llegaron inesperadamente. Un par de mellizas alfa; Hanna y
Mina.

Sin duda el Yher de la tribu no bromeó al decir que amaba llenar a su omega.

Muchos se sorprendían al ver la hermosura del omega de la tribu de Emike que a pesar de tener una camada de cachorros y un alfa que aprecia no dejarlo dormir, era una belleza aún. Desde sus ojos azules hasta sus piernas largas y bien formadas.

No parecía de nada un omega que había dado a luz cinco veces y que tenía ocho hijos. Parecía más el líder de la tribu que su propio alfa y aquellas menciones jamás molestaron a su esposo.

Ambos compartían aquel puesto y si para ellos estaba bien, para la tribu también lo estaba.

ᖴIEᖇᑕE ➻ ᴊɪʜᴀɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora