FOTO DE MARTA <3
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Marta recogió a Lis a media mañana. Le esperaba en un pequeño coche morado (al que le quedarían dos días de vida) envuelta en un pañuelo de leopardo y unas gafas de sol demasiado grandes para su pequeña cara. Parecía una señora de los años ochenta.
-¡Vamos, Lis! ¡La playa nos espera!-en cuanto Lis puso un pie en el coche, comenzó a arrepentirse de la decisión de acompañar a Marta durante el largo trayecto de veinte minutos hasta la playa. Pero era eso o ir en un coche de dos horas con Connor, Chris y Claude. Se suponía que ellos llegaban más tarde debido a que Claude estaba trabajando y habían decidido esperarle. Pero Marta no-. ¿Preparada para un fin de semana de ensueño?
-Es una playa, Marta.-luego tragó saliva-. Una playa nudista.
-Oh, chiquitita.-Marta subió el volumen de la música y bajó las ventanillas-. ¿Es tu primera playa nudista?
Lis asintió refunfuñando y Marta soltó una carcajada.
-No te preocupes, será divertido.
-¿Y si no quiero enseñarle mis tetas a medio San Diego?
-Pues no lo hagas.-dijo encogiéndose de hombros.
Lis pensó en lo fácil que era todo para ella. Hacía que las cosas parecieran más simples de lo que en realidad eran, pero Lis no era así y le aterrorizaba la idea de tener que desnudarse frente a miles de desconocidos. No es que fuera una virgen, de hecho, ni se acercaba a ese término, pero no se sentía cómoda con el nuevo grupo de Connor. Y menos aún con Chris.
Se recordó a sí misma que había decidido ignorarle durante todo el fin de semana. Ignorarle por completo. Y supuso que él se aplicaría una norma parecida. Disfrutaría del sol, del agua, ligaría con algún tío y...
-¡Mierda!-exclamó Marta, mientras el coche baja de velocidad. Aparcó junto a la carretera, casi en un especie de precipicio y empezó a aporrear el volante, mientras mascullaba miles de insultos en español. Lis dio gracias a no entender absolutamente ninguna.-Se nos ha jodido el coche.
-¿A qué te refieres?-Lis hizo una mueca mientras observaba a Marta bajar y aporrear la parte trasera del pobre coche.
-Pues que ha muerto. Al menos hasta que lo lleve al taller.
-¿Nos hemos quedado...tiradas?-Lis se agarró las manos con la cara y comenzó a gruñir. No se lo podía creer. -No quiero hacer autoestop Marta, me da miedo. No. Me da pánico. ¿Y si me raptan? ¿Y si me llevan a otra parte? Aún peor: ¿y si nadie me recoge por fea?
-Lis, cálmate.-le ayudó a salir del coche y ambas se apoyaron sobre el capó. -Uno, no eres fea y dos, no vamos a hacer autoestop.
Marta ya tenía el teléfono en la oreja y comenzó a hablar con Connor, que, claramente, alucinó con la situación. Unos minutos después, Marta sonrió.
-Solucionado.- se acercó al maletero y sacó su elegante maleta de leopardo y mi horrorosa bolsa arrugada-. Nos van a recoger, en unos treinta minutos. Al menos podemos tomar el sol mientras tanto.
-¿Recogernos? ¿Quién?
-Connor.-hizo una pequeña pausa, mientras se recolocaba las gafas de sol.-Bueno, y Chris.
-¿No podemos ir en un solo coche?-Lis comenzó a odiar este viaje y rezó a todos los dioses posibles porque no le tocara en el mismo coche que Chris y Claude.
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El juego de las apariencias
RomanceLis huye de su antigua ciudad por miles de razones, pero la que más destaca es el amor. Cansada de lo mismo de siempre, decide entrar en la universidad de San Diego y conocer gente nueva...hasta que conoce a Chris Feinston. El maldito e insoportab...