One shots hxh (Hunter X Hunter)

Illumi

Nombre protagonista: Hikari

Advertencias: Ninguna

Las decoraciones florales decoraban cada rincón de la gran mansión, los mayordomos iban y venían, cada uno con una pieza distinta, algunos transportaban cosas triviales como jarrones, plantas, sillas, incluso mesas, y otros transportaban la joya de la corona; El vestido de la novia.

Los encargados de transportarlo iban con sumo cuidado, estaba envuelto entre sedas y es que no era para menos, ya que el propio vestido costaba más que una casa promedio, hecho con la mejor tela, la mejor costurera, y las mejores joyas.

Al rededor de los transportistas, cierta pelinegra iba rondando soltando chillidos de emoción y felicidad al saber que su primogénito se iba a casar.

Acompaño al vestido hasta su dueña, la joven ojiverde elegida para ser una portadora del apellido Zoldyck, quien en ese momento estaba siendo maquillada y peinada a la vez.

Las jovencitas trataban de ser lo más cuidadosas posible, no olvidaban el hecho que a la persona que tenían en frente no era ni más ni menos que la futura mujer Zoldyck, y si hacían algo mal, un tirón de pelo, unas pestañas mal hechas o hasta un poco de pintalabios en los dientes, iban a morir.

En cambio, la joven mujer de cabellos rojos estaba sentada y tranquila, sus alrededores eran un caos, pero su mente estaba ocupada meditando.

- Oh, Hikari, te ves realmente estupenda, y mira este vestido, es una maravilla.

La mujer del visor daba vueltas por la habitación, de vez en cuando apartaba a algunas estilistas de un empujón para admirar su belleza.

- Señora Kikyo, es usted muy amable y tiene usted toda la razón, ese vestido es de admirar.

La señora soltó una risotada tapando inmediatamente su boca con el abanico que era a juego con su vestido.

- Por favor Hikari, ya sabes que no me gusta que me trates de señora, dime Kikyo, al fin y al cabo, dentro de unas horas ya serás oficialmente de la familia.

De la familia, esa palabra provoco un retortijón en el estómago de la más joven, a ella nadie le había preguntado si se quería casar, si quería entregar su vida al asesino más despiadado que conocía, si estaba dispuesta a dejar su vida entera atrás por ese matrimonio.

Sus labios formaron una sonrisa muerta, pero era tan perfecta que nadie se daba cuenta.

- Sí, Kikyo, dentro de nada seré de la familia.

La mujer de vestido amarillo volvió a sonreír para salir de la habitación.

Las demás trabajadoras siguieron con sus trabajos, todas en un silencio sepulcral únicamente roto por música proveniente de una pequeña radio, que emitía una melodía suave pero atrevida.

Finalmente, después de una hora, los estilistas dieron por terminado su trabajo, contemplando los 4 lo hermosa que habían dejado a su clienta.

Esta finalmente se miró en el espejo y se sorprendió al ver el resultado, Ella no era así.

Al segundo después entro su progenitora, que compartía los mismos cabellos pelirrojos y la misma nariz chata.

- Hikari, estás estupenda, tu prometido no va a tener queja.

- Hola mama, ¿te importaría ir a decir a los mayordomos que ya estoy casi lista? Solo me queda el vestido.

- Ese vestido es maravilloso, los Zoldyck no han reparado en gastos.