𝐑𝐞𝐧𝐜𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐀𝐧𝐭𝐢𝐠𝐮𝐨𝐬 ꜰᴋ

1

---Tengo hambre.

El pelinegro dejó de caminar y miró a su compañera.

--Realmente necesito algo de comer-- Se quejó Ploy.

Khaotung suspiró-- Bien. ¿Dónde?

Ella miró hacia un callejón oscuro--. Eso parece prometedor.

Ploy corrió hacia el lugar y Khaotung la siguió lentamente. Ella se agachó al lado unos botes de basura, olfateando profundamente. Con un movimiento rápido, parecido al de un gato, su brazo se disparó hacia el espacio entre la basura, luego se levantó, sonriendo. En su mano sostenía una rata grande que luchaba por su vida.

--Lo siento, amiguito, no tendrás suerte esta noche.

Khaotung miró a otro lado con una mueca de asco mientras ella hundía sus dientes en el animal--. Qué demonios. Nunca me acostumbraré a eso.

--Una niña tiene que comer -- Se rió, completamente como una desvergonzada, y arrojó la rata muerta en dichos botes.

Khao no le quitó la mirada de encima, ella parecía tener poco más de veinte años, cuando en realidad era muchísimo mayor. Su cabello era castaño, largo y lo llevaba suelto, tenía ojos risueños y una sonrisa contagiosa.

Muy alegre para un vampiro --Pensó Khaotung.

--¿Nos vamos? ¿Es suficiente?

--Un poco de sangre ayuda mucho. Tendré un poco más cuando lleguemos a casa--. Ella le tendió la mano-- Vamos.

Un ruido repentino hizo que ambos se dieran vuelta. Más atrás en el callejón, pudieron ver dos figuras, una mujer alta y un hombre a su lado. Se acercaron un poco más, y Ploy se colocó frente a Khaotung.

--¿Qué están haciendo? -- Preguntó la mujer alta, su voz era muy severa y autoritaria.

Las figuras salieron a la luz, lo que permitió a Ploy y a Khao verlos claramente. La mujer era muy hermosa tenía una vestimenta de pantalón de cuero negro y un top rojo por debajo. Tenía el pelo largo y negro, recogido, su expresión le recordaba a Khao la de un jugador de póquer profesional, completamente ilegible.

El joven a su lado tenía bastante parecido con la mujer, excepto que su cabello era un poco más claro y su rostro finamente cincelado no era tan frío. Cuando Khaotung se encontró con su mirada oscura, sintió que su corazón comenzaba a latir con fuerza y su rostro se sonrojaba. Sus miradas chocaron, los ojos del joven se abrieron y un suave jadeo escapó de sus labios. Si la mujer se dio cuenta no lo demostró. La mujer alta fijó sus ojos en Ploy.

--No sé quién eres y no me gusta causar problemas a alguien de nuestra especie, -- dijo -- pero si tienes la intención de lastimar a ese chico, te aseguro que te detendremos. No permitiremos que un humano sea herido por otro vampiro, si podemos evitarlo.

Ploy miró a Khao.

--Tienes una idea equivocada -- Ploy le dijo a la mujer. Ella rápidamente miró alrededor del callejón. Un par de vampiros más estaban encaramados en una escalera de incendios. Ploy entrecerró los ojos.

--Tal vez tu intención es engañarme para que baje la guardia y luego llevarte a mi amigo-- Ploy se burló--. No estamos desprotegidos, señora.

Ploy se llevó los dedos a los labios y un silbido estridente resonó en el callejón. Segundos después, aparecieron tres nuevos vampiros.

--Ploy, Khaotung, ¿están bien? --Uno de ellos, Joss, preguntó. Miró a la mujer y al joven y todo su cuerpo se sacudió de sorpresa. Entrecerró los ojos y mostró sus colmillos.

--¡Son Kanaphan! -- Gruñó.

Ploy jadeó. Khao miró confundido a la pareja enfrente y vio que la cara de póquer de la mujer había desaparecido. En cambio, su expresión era de odio.