A veces escucho las sirenas de las ambulancias o la policía pasar por casa.
Me preguntó y si él está cerca.
Porque claro que haría todo lo que me hizo de nuevo.
Ver cómo huye de la escena del crimen con ojos incocentes mientras me enterraba cuatro manos que se llenaron de mi sangre y dejaron mi corazón roto en medio camino.
Sin saber que así me dejaba completamente vacía.
Y es que un corazón no puede crecer de nuevo, solo puedes acostumbrarte al que tenías antes.
Aunque esté hecho trizas, pero intentas repararlo con pedazos que te entregan los demás.
Pero arreglarlo no es tan fácil.
Podrá latir, pero es tran frágil que al final cualquier recuerdo lo puede desarmar.
Cómo ahora...
Las cosas que hice... solo para poder llamarte mío.
Sabías que te amaba como a nadie.
Pero yo dejé que me tratarás de esta manera, yo fui tu maldito cómplice en éste crimen.
Es agridulce pensar en el daño que pudimos causar porque me estabas hundiendo, pero lo estaba haciendo contigo.
Todo lo que rompimos y los problemas que hicimos.
Mira en lo que nos convertimos...
Además, todas las cosas que hiciste... bueno, espero haber sido tu crímen favorito.
Porque he cometido grander errores, pero tú haces que el peor parezca bueno.
Dijiste que era amor verdadero y ahora estoy sola, de nuevo.
Intentando olvidarte por segunda vez.
Y está vez se siente peor que la primera.
Cada recuerdo abarca mi mente.
¿Por qué nada me sale bien?
Siempre arruinó todo.
Ya sé que yo soy el problema...
Aunque costará alejarme, pude acostumbrarme a no pensar en ti.
Yo era feliz, pero llegaste en el momento importuno a quebrarme.
¿Cómo puedo arriesgar a las heridas de mi corazón para que nunca sanen?
Y ahora me doy cuenta, te quiero, pero decirlo hace que mi pecho arda.
Me levanto de mi cama.
Han pasado un par de semanas desde mi pelea con Roberto, él se fue como a las tres horas después de que me encerrará en mi habitación.
No podía darle lo que quería.
No podía amarlo, si yo aún no borraba por completo a Osvaldo de mi mente.
Pensé que si, pero ahora me doy cuenta que no.
Odiaba lastimar a las personas que quería por estupideces mías.
Me acercó a mí escritorio y tomo aquella libreta y lápiz que llevan siendo mis compañeros por estos largos días nublados.
"Osvaldo...
¿Tienes idea de cuánto daño me has hecho?
Eres como un maldito fantasma, ya sal de mi mente, no quiero verte, deja de escribir.
Me haz arruinado, odio el día en que me tocó sentarme a tu lado en Los Esland.
Pero aunque te odie tanto... Te extraño.
Si Alex viera que escribí esto, me mataría, pero nadie lo sabrá.
Me gustaría decirle tantas cosas, cómo me rompiste el corazón, cómo hiciste que empezará a odiar mis cumpleaños y sobre todo todas las inseguridades que dejastes en mi.
¿Por qué no te das cuenta por una maldita vez que esa chica que tienes de novia solo te usa?
Eres el rey de todo, construyendo castillos en la arena que se desmoronan en tu mano.
Me gustaría gritartelo en la cara porque de todas formas aún siento empatía por ti, pero me alegro que el Karma exista.
Con mucho cariño y odio, Olivia"
La ortografía no es la mejor porque escribí apresuradamente.
Miro la carta y suelto un suspiro.
Acercó la punta de esta en una vela que tengo encendida en mi habitación.
El papel se vuelve oscuro y las llamas lo envuelven, quemandolo poco a poco.
Dejo al papel caer en el fuego y lo veo hacerse cenizas.
Se que él tiene sus razones y sus demonios, pero espero nunca odiarme como sé que él se odia.
Ella debe ser perfecta...
Espero que ambos se vayan al infierno.
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GET HIM BACK! || El Mariana #2TD
FanfictionSegunda parte del libro "Teenage Dream". ¿Lo amo?, ¿Lo odio?... Supongo que da lo mismo. Quiero una dulce venganza... ¡NO SE ACEPTAN COPIAS NI ADAPTACIONES!