6. Lo quiero de nuevo.

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Ibai me dijo que era una noticia importante.

Al final no hicimos casi nada con los chicos, solo nos fuimos de la fiesta y salimos a comer.

Ada y Alex vinieron conmigo a casa.

—Le dije a Juan que le prestaría un micrófono, tengo que ir a verlo — informa Alex — Ya vuelvo.

El chico de gorro se va y me deja sola con su novia.

Apenas él cierra la puerta, Ada se acerca a mi con una sonrisa.

—Ya se fue, Alex, ahora dime, ¿Que te dijo Ibai? — pregunta la castaña.

—Solo me preguntó si estaba sola que tenía que darme una noticia y consultarme algo, pero le dije que me llame al rato, creo... — reviso la hora — Me llamará en unos minutos, ya le avisé.

—De seguro será para que te presentes en La Velada — comenta con emoción — Estoy muy feliz por ti, Liv.

—Todo lo he logrado gracias a ti, tu eres quien me guío y me ánimo.

Ada sonríe y me abraza.

El teléfono suena y la chica junto a mi suelta un chillido.

—Anda, contesta, contesta — insiste.

—Ya, está bien — hablo con diversión al verla tan emociona.

Me levanto del sofá y me alejó un poco para atender la llamada.

—Hola, Olivia, ¿Cómo estás? — saluda Ibai.

—Hola, bien y ¿Tú?

—Muy bien, disculpa que te moleste a estas horas se que allá son como las dos de la mañana.

—No, tranquilo, no molestas, de hecho acabo de llegar a casa — comento.

Él ríe.

—Me alegro, bueno, Olivia... Yo quería comunicarme contigo para pedirte un favor.

Miro a Ada con una sonrisa y está me observa con sumo detenimiento.

—Claro, dime — musito.

—Como sabes La Velada cuatro será el primero de Julio — informa — Y aunque suelo planear todo desde muchos meses antes, las cosas se me han salido un poco de las manos, pero primero una de las dos noticias, estamos eligiendo a los cantantes para este año y nos gustaría que uno de ellos fueras tu.

Mira con sorpresa a Ada y está sonríe mientras asiente, así que hago lo mismo y ella empieza dar brincos en el mueble.

—¡Por Dios, Ibai!, me encantaría, de verdad, ¿Dónde firmo?

El español ríe.

—Me gusta ese entusiasmo, gracias por colaborarnos en esto y aceptar, aún tengo otra oferta que hacerte.

Me sorprendo un poco.

—¿Qué pasó? — cuestiono.

—Como sabes solo estamos a cinco meses, bueno... A cuatro meses de La Velada y una chica se ha retirado de los combates, he buscado a una nueva persona, pero la otra contrincante no acepta al menos que su oponente seas tu.

—¿De qué habl...

—La contrincante es Fanny — me interrumpe.

Me quedo callada.

—¿Ella quiere pelear conmigo?

—Si, solo peleará si es contigo y no me ha tocado más que pedirte un favor o me tocará eliminar este combate por el poco tiempo.

—Ibai, yo...

—Solo piénsalo, ¿Si?, te daré una semana, pero te lo pido de favor, Olivia, se que es una ostia lo que pide está chica, pero no puedo perder otro combate.

Era verdad, por lo que había escuchado había perdido dos combates, que le tocó cambiar todo.

—Lo pensaré — musito.

—Con eso me conformo, gracias por el tiempo.

—No hay problema, cuídate, Adiós.

Él se despide y cierro la llamada.

Me volteo y la sonrísa de Ada desaparece al verme.

—¿Por qué luces así?, ¿No deberíamos de estar felices porque cantarás en La Velada? — cuestuona mi amiga.

—Paso algo...












[...]














—¿Ella quiere pelear contigo? — interroga.

—Es justo lo que dije — musito — No se que más quiere de mi esa chica, ¿Qué le hice?, ya me quitó todo.

—Hazlo — enuncia Ada.

Me volteo y la miro confundida.

—¿Estás loca?, no puedo hacerlo, no para darle el gusto.

—Liv, tienes que hacerlo, si no lo haces ella sabrá que ganó y que le tienes miedo.

—Yo no le tengo miedo — aclaró.

—Lo sé, pero ella pensará eso.

Ada se levanta del sofá y se coloca frente a mi.

—Dime, ¿No te gustaría partirle la cara?, porque si yo fuera tú aprovecharía esta oportunidad para desquitarme.

—Dijiste que me vengara, lo intente y mira, salí confundida.

—A veces hay que hacer sacrificios, además nunca contamos con que él te volvería a escribir — comenta Ada.

Era cierto...

—¿Por qué todo es tan difícil? — digo con frustración.

—¿Qué es lo difícil?

—Todo — contesto — Pero principalmente él.

—Osvaldo — menciona su nombre.

—Si, él.

—Entonces, si lo sigues extrañando — afirma Ada.

—Lo extraño algunas noche cuando me siento deprimida.

—O solo quieres tener una pareja porque es Domingo — bromea Ada y rio.

—También, la teoría de los Domingos es rara — ella asiente — Me gustaría volver con él solo para hacer sufrir por todo lo que me hizo, discutiamos por todo, pero extraño la forma en que me besa o cuando me hacía reír.

—No entiendo, ¿Lo amas o lo odias? — interroga mi amiga.

—¿Lo amo?, ¿Lo odio?, supongo que da lo mismo, quiero una dulce venganza y lo quiero de nuevo.

Ada me mira con decepción.

—Acepto la venganza, ¿Pero quererlo de vuelta?

—Quiero las llaves de su carro, quiero prepararle el almuerzo, quiero romperle el corazón, quiero besar su cara con un solo golpe, ni siquiera puedo decir que iría con su mamá para decirle que es un idiota porque su propia madre me dijo que él lo es.

Ambas reímos.

—Estas loca, Olivia.

Nos quedamos calladas unos segundos.

—¿Sabes qué, Ada? — la castaña me observa — Aceptaré esa pelea, le pondré fin a esto.

Ada empieza a aplaudir con frenesí y sonrio.

La puerta se abre dejándonos ver a Alex.

—¿Qué pasó? — pregunta el chico.

GET HIM BACK! || El Mariana #2TDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora