Capítulo 4

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                     S E B A S T I A N

                *de mal en peor*

Valu me ayudo a sentarme en la primera mesa del café y yo solo le mostré una sonrisa en mi rostro, aun en la peor noche intentaba sonreir pero no niego que se me hacia difícil.

— quedate aqui, mamá ya viene — se quedó parado mirándome con esos ojitos brillosos.

Le toque la cabeza

— ¿ y como va el balon? — pregunte mirando el balon que estaba a su lado.

— es mi favorito, si quieres podemos jugar — se acerco y me tomo mi mano.

Tini se acerco con dos cafe y los colocó en la mesa, luego dejo tambien unos pedazos de brawnie mi favorito sin duda.

— se ve todo delicioso — comenté mientras mi mirada estaba puesta en la mesa.

— gracias, pues puedes empezar a probar — sonrió.

El celular de tini comenzó a sonar y ella lo tomo para ver la llamada, a lo cual valu se lo saco de su mano.

— no te preocupes mami, yo le respondo a la tia — dijo mientras se acerco el celular y luego salio corriendo.

No pude evitar soltar una pequeña risa.

— Valú es lo más tierno que conoci — tome un pequeño sorbio de café.

Tini soltó un pequeño suspiro al mismo tiempo de mi comentário.

— de tierno no tiene nada y cuando lo conoces te das cuenta que es un señor manipulador, pero es lo mejor que hice en mi vida.

— tienes suerte.

— ¿estas mejor? — Pregunto preocupada con el café en su mano — digo no se te veía nada bien.

— si bueno mi vida es un poco complicada — solté un suspiro con los ojos llorosos.

— ¿quieres contarme? — me pregunto algo timida y tomo un trago de café.

— a mi familia nunca le importo como me siento, todo lo que querían de mi era la fama, solo soy el hijo famoso por el cual ellos son felices por eso.

— a mi me parece que más el actor que gana premios, sos un ser humano como todos.

— mi papá engaño a mi madre por años con la mucama de la casa y mi madre le perdono todo pero ella era igual a el. Siempre fuimos personas de negócios y teníamos mucho dinero.

— bueno pero el dinero no da la felicidad sino mirarme a mi, yo soy feliz trabajando haciendo pasteles.

Asenti y la mire a los ojos avergonzado por lo que acaba de decir.

— lo siento, no quise decir eso

Sonrió y volvió a tomar café

— sebas las personas que menos tienen a veces son las que más tienen ¿me explico? — me pregunto y su mirada no se aparta de mi.

— tienes razón

— yo soy feliz con mi trabajo y mi hijo y eso me hace sentir completa, tal vez no tengo todos los lujos pero se que si me levanto cada mañana agradeciendo lo que tengo.

— toda la vida lo tuve todo pero siempre estuve solo — comi un pedazo de pastel y cerre los ojos — sabes me lleva a la infância con dora.

— ¿la querias mucho? ¿Verdad?

Asenti con lágrimas en mis ojos

— a pesar de todo, de que estuvo con mi papá y todo eso — suspire con un nudo en la garganta — ella me queria mucho y era la única que estaba cuando llegaba del colegio — sonreí al recordar — ella es la culpable de que ame las cosas dulces.

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