CAPITULO 2 *LA UNION HACE LA FUERZA*

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Era una noche un poco tormentosa, las luces estaban fallando demasiado mientras los relámpagos iluminaban el oscuro cielo y la lluvia junto con el viento hacían que la casa fuera un poco más tenebrosa que durante el día, Joshua se encontraba en una pequeña habitación llena de muchos libros los cuales eran varias colecciones que su hermano mayor tenía, siempre había sentido una pasión por la lectura pues desde pequeño sus padres no solían estar cerca de él, incluso en ese momento no estaban, ya que cuando el cumplió la mayoría de edad lo habían mandado a estudiar al mismo pueblo en el que se encontraba su hermano mayor para que lo cuidara mientras cumplía con sus estudios pues tenía que aprender a cuidar de sí mismo. La vida del joven lobo no siempre fue alegre pues, durante su niñez no fue el típico niño que solía ser atendido por sus padres pues siempre contaba con todo lo que necesitara, menos con lo principal de todo que era el amor de ellos; lo mismo sucedió con su hermano en su momento y aun que tuvo una crianza un poco diferente, él no era igual que sus tutores, sino que siempre se comportaba como si Joshua fuera su propio hijo y lo apoyaba cada que podía en lo que necesitaba incluso cuando cierto día había comenzado a tener sueños muy extraños con puertas y lugares en los cuales las cosas no tenían que ser verdad pues parecían salidas de una película de terror y ciencia ficción, pero sin embargo él podía recordar todo lo que pasaba dentro de esos lugares, hasta que tiempo después supo que se trataba de su subconsciente y sin dudarlo decidió platicarlo con su hermano durante la cena.

Las cosas parecían estar tranquilas durante la cena de aquella noche que perecía un poco más fría de lo habitual durante un buen rato habían estado platicando sobre bastantes cosas desde hace horas, Joshua y su hermano Hiroshi, estaban más que dispuestos a averiguar todo lo que pudieran sobre lo que pasaba con el joven lobo, pero eso tomaría algo de tiempo pasaron algunas horas y una vez que terminaron con la charla se dieron un abrazo y cada uno se fue a su habitación para descansar después de un gran día tanto de trabajo como de estudio. Aquella noche sus sueños no fueron tan diferentes de los demás pues en cuanto cerro los ojos se encontraba transportado a un pasillo que parecía solo tener un camino y directo hacia una puerta, la misma que en múltiples ocasiones había visto en diferentes mundos por así decirlo, no tenía más que acercarse a ella y observar lo que se encontraba adentro; giro la cerradura y al abrirla se encontraba frente a una pequeña recámara la cual estaba adornada con diferentes dibujos extraños, sobre lugares que quizás nunca vio en su corta vida, pero algunos lograba reconocerlos pues aparecían retratados algunos lugares de su vieja casa en la que vivía con sus padres, en otras pinturas había pequeños trazos que demostraban algunos momentos de su infancia; todo era muy confuso pues incluso para él, ese lugar era un poco espeluznante, no podía ni imaginar quien era responsable de dibujar todas esas cosas y como es que sabía de aquellos lugares.

El pequeño lobo no sabía ni que pensar sobre lo que sus ojos estaban contemplando, lo único que le pasaba por la mente era que todo podía ser culpa de su subconsciente y de su mente que quería traer a su memoria actual algunos recuerdos, pero que había de los demás lugares que no podía reconocer y a otros que se encontraban también en los marcos sobre aquellos lienzos, una familia de pandas y otra de osos pardos al parecer, quienes eran y que significaban, su hermano le explico algunas cosas que podían funcionar, pues existen quienes con algunas habilidades pueden controlar sus sueños y lo que pasa dentro de ellos, pero para eso era importante conocer dos cosas, la primera, saber que lo que te rodea no es verdad y que todo es producto de tu imaginación, cosa que bueno Joshua ya tenía completamente dominado, pero lo segundo era un poco más complicado que era el reconocer que lo que pasa puede ser alterado con base en las capacidades del soñador para controlar el subconsciente. Aun que esto podía resultar relativamente sencillo, la verdad era que necesitaba un completo control sobre sus habilidades cognitivas combinadas con el hecho de reconocer el espacio y tiempo, incluyendo la materia que conforma su propia existencia en su mente. Así que lo Joshua comenzó a concentrarse en con todas sus fuerzan en que lo que había frente a él desapareciera de alguna manera, quemándolo, destruyéndolo o cualquiera que fuera el método, pero que se fuera y nunca lo volviera a ver, lamentablemente por más que lo intento nada cambio, no podía dejar de pensar en que aquello era algo imposible el pensar en el terreno frente a él como un hecho ficticio a pesar de saber que todo era imaginación suya, como si su subconsciente luchara al intentar creerle que las cosas eran verdaderas evitando así la modificación del lugar en el que se encontraba, se sentía un poco derrotado en el momento, pero de pronto unos pasos muy fuertes comenzaron a escucharse detrás de una pequeña puerta que se encontraba en la habitación, no sabía que hacer o que pensar así que simplemente se quedó paralizado justo en el lugar que se encontraba y sin pestañear pudo observar como un gigantesco perro entraba por aquella puerta y lo miraba como furioso, sin darle tiempo a reacción de pronto este parentesco de monstruo salido del infierno se abalanzó contra Joshua y lo levanto casi sin fuerzas solo para estrellarlo contra la pared, seguido de algunos cuantos gritos pidiéndole una explicación sobre lo que hacía en ese lugar de alguna manera privado para él.

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