𝐋♡𝑉𝐼𝑁𝐺 𝐒𝑃𝐴𝐶𝐸 ━━ ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛs ᴀɴᴅ ʜᴇᴀᴅᴄᴀɴᴏɴs ⤷ ᴀɴɪᴍᴇ ʙᴏʏs x ᴏᴄ

: 𝐷𝑎𝑚𝑛 𝑝𝑟𝑒𝑡𝑡𝑦 𝑔𝑖𝑟𝑙 ◈ Bakugo Katsuki [Boku no Hero Academia]

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Contrario a lo que se puede esperar, Katsuki podía ser un chico de sentimientos muy intensos. Su complejo de inferioridad, su rivalidad con Izuku, sus ardientes deseos de pararse en la cima eran ejemplo de esto. Sin embargo, había otro sentimiento muy fuerte que se movía por toda su mente y corazón como una reproducción continua.

Y es que él lo tuvo todo desde muy pequeño, excepto una cosa: la atención de una niña.

Pero no era solo una niña, era esa niña que no podía sacar de su cabeza.

—¡Increíble, Kacchan! ¡Tu Don es muy fuerte!

El pequeño Kacchan rió con autosuficiencia.

—Por supuesto. Soy alguien increíble después de todo —con disimulo colocó la mirada en la niña que jugaba sola en el cajón de arena. Ella no le prestaba atención, estaba muy enfocada en lo que fuera que estuviera construyendo—. Tch. Esa idiota...

Con pasos cortos pero firmes comenzó a aproximarse con sus dos fieles seguidores detrás. Estos estaban curiosos de lo que pretendía su «líder». Y sufrieron un sobresalto al ver que se aproximaba hacia la «niña rara». Con toda la actitud, Katsuki se paró frente al cajón con sus brazos en la cintura y un poco de nervios en sus orbes rubí. Pero pese a ello, la niña no lo miró.

Arrugó el ceño.

—Oye.

Nada.

—Oye, Yumeru.

—¿Por qué me llamas por mi nombre, Bakugo? —por fin le hablaba, aunque no le gustó el tono que usó.

—Para algo tienes, ¿no?

—Sí, pero preferiría que sólo lo usen los cercanos a mí —Yumeru se levantó mientras sacudía su faldita con estampado floral.

El pequeño rubio enrojeció un poco y apretó los labios. No sabía que ese par de ojos blancos podían ponerle tan nervioso. Pero no retrocedió en su postura.

—Pero si no tienes amigos, ¿o sí? Siempre estás sola y tienes ojos raros, por eso los demás te molestan —le dijo como si fuera algo obvio, pero por su arrogancia infantil no percibió que la había lastimado—. Deberías juntarte conmigo. ¡Yo golpearé al que te trate mal! ¡Soy muy fuerte!

Yumeru solo podía sentir ganas de llorar desde que había oído sus primeras palabras.

—Bakugo idiota.

—¿Eh?

—¡Tonto!

Yumeru salió corriendo antes de que Katsuki siquiera pudiera decir algo. Sus secuaces se colocaron a sus costados con sonrisas maliciosas y elogiando su actuar. Para el rubio no era así. A diferencia que cuando trataba con Izuku, esa vez no tenía la intención de insultar a la pequeña. Solo quería que ella le hiciera caso y se hiciera su amiga. Pero su falta de sensibilidad le pasó factura.

Y estando ya en secundaria y siendo adolescentes, sus interacciones no eran tan diferentes. Solo que Yumeru se había vuelto más atrevida, y a los ojos de Katsuki, muchísimo más linda que antes. Pero cada que trataba de hablarle, los nervios y su incapacidad para expresarse siempre lo acababan haciendo parecer un insensible. Aunque realmente la quería.

—Oye Katsuki, ¿por qué siempre estás tras la rarita? —preguntó uno de sus amigos.

—No es tu problema, idiota. Y no la llames así —encorvó más sus hombros y frunció el ceño.

—¿Por qué te enojas? Si realmente es una rara. Con esos ojos muertos...

—Me da mala espina. Seguro tiene un Don de los tenebrosos.