Renta de ultratumba [Katsudeku]

Capítulo 12: Shindo Yo

El sonido de la música a través de sus auriculares era lo único que podía escuchar mientras iba camino a un restaurant cuadras abajo del hotel donde se hospeda. Estaba algo aburrido y aún sentía esa intensa necesidad de volver a su habitación y sólo avisar que se encontraba enfermo, pero quería evitarlo, principalmente porque quien le había hecho llegar la invitación a una comida en grupo era su jefe de turno.

Fastidiado se quitó un audífono al mismo tiempo que Mina lo hacía, ya estaban en la entrada del lugar. Suspiró desganado y volteó a verla, ella parecía haber leído su mente y entender lo que ocurría, casi al instante ella sonrió y tomó su brazo izquierdo entre los suyos en un acogedor abrazo y ambos caminaron juntos hasta la mesa donde se hallaban varios compañeros de trabajo, entre ellos unas cuantas chicas que voltearon a verlo de inmediato en cuanto lo percibieron, pero las miradas cayeron poco después con recelo sobre Mina quien en ningún momento se dejó intimidar.

— Miren quién está aquí, los jóvenes prometedores de este año ¿Qué tal el hotel? El mejor, ¿No? — comentó el jefe una vez tomaron su lugar uno al lado del otro. Katsuki asintió y Mina carraspeó un poco antes de soltarlo y acomodarse mejor.

— Es el mejor de todos, espero que no haya sido muy caro

— Descuiden, lo mejor para ustedes. ¿Quieren pedir algo? Yo invito — Mina aceptó gustosa y la plática entre ella y el joven inició, se les veía entretenidos. Katsuki se mantuvo con la atención en su teléfono, interesado en la plática que estaba teniendo con Izuku quien le contaba muy emocionado sobre haber encontrado un pequeño gato en el jardín esa mañana.

Sonrió sin poder evitarlo, los stickers que él usaba le resultaban infantiles, pero divertidos. Podía imaginarlo haciendo varias expresiones de las que había en ellos, no era habitual platicar con él, pero las pocas veces en que lo hacían lo disfrutaba por completo. Se desconectaba casi por completo de su realidad para centrarse de lleno en cualquier cosa que él estuviese diciendo incluso si fuese por un par de minutos sobre algo sin sentido.

— Se te ve muy feliz — escuchó decir a su derecha, de reojo miró en esa dirección, era un joven quizá de su edad, parecía haber llegado hace poco o quizá ya tenía rato ahí, pero era ahora que se percataba de ello — me llamo Shindo Yo, tú eres Bakugo Katsuki ¿Me equivoco?

— No, un gusto — respondió a secas, su vista regresó un momento al chat con Izuku, pero este parecía haber dejado de mandar mensajes. Suspiró por milésima vez ese día antes de guardar su teléfono y comenzar a comer su parte que trataba de un plato de fideos udon en caldo dashi con huevo y shiitakes.

— ¿Era tu novia? — su mirada de nuevo se centró en él y en su sonrisa, esa que lo molestaba por alguna razón. Su pregunta lo había tomado desprevenido, sin embargo no lo suficiente como para ahogarse con la comida como ya le había ocurrido con Mina días atrás, ese tema ya se estaba volviendo algo más normal de escuchar desde que ella comenzó a hablarle al respecto por horas durante días.

— No, sólo un amigo y sus locuras de siempre — Shindo se acomodó mejor para poder ver de frente a Katsuki como si haber respondido su pregunta fuese la señal que esperaba para saber que una conversación había dado inicio — ¿No has pedido algo de comer?

— Me invitaron a comer hace poco también así que estoy lleno, pero dime ¿Vives lejos de acá? — lo miró unos cuantos segundos y Shindo soltó una risa algo escandalosa para su gusto — es por tu acento y quizá en parte los aires que cargas, se siente que eres de fuera, incluso extranjero ¿Sabes?

— Pueblo Musutafu — respondió sin más.

— ¡Musutafu! Oye viejo, me encanta ese sitio, he escuchado que cada cimiento carga con historias increíbles. Yo he viajado a varios pueblos cerca antes, pero el que más llama mi atención es ese, ¿Sabías que a pesar de su riqueza en sucesos paranormales sigue siendo un sitio poco turístico o reconocido?