Hoy nace un alma vagabunda, alejada a la vista de cualquiera, un marginal confundido de su realidad, arrepentido, convierte el amor que cosechó por un odio sensible, como una hoja de afeitar tan peligra y débil, busca en su zona de confort, una paz en el hogar donde no es recibido.
Todo es utópico, hasta que se desfiguran los días. La mente se viste de luto y me convierto en bufón de rey, lirio olvidado y nube gris. Las melodías celestiales se esconden en el abismo y la lluvia de un alma rota, me incita a saltar. Mi percepción es la de un espejo empolvado, un mimo que quiere gritar, una atracción de circo.
No soy artista, ni soy poeta; no tengo rostro, ni hogar. Camino con las letras en mis bolsillos, como sogas que ahorcan y que salvan; sogas que son refugio y escudo ante ojos que apuñalan, ante corazones infectados por doctrinas, resignaciones y dominios.
A veces no quiero estar aquí, pero los versos me obligan a quedarme. Observo si llevaré encima tantas grietas, cicatrices de olvido y recaídas, que ya no podré encontrar un lugar habitable que no termine sangrando por esquirlas del ayer.
La poesía es aquella mi psicólogo personal que sin recibir una respuesta entiendo que me escucha, en sus letras recuerdo mis momentos felices, entre drogas y botellas veo más claro lo que el cuerpo escucha pero no expresa, veo en mi reflejo un ser tan odiado apodado por muchos el mal ejemplo a seguir, soy lo malo creado por la misma sociedad que considera justo desistir antes que resistir.
Mi espíritu rebelde, odioso y nefasto busca paz entre sus piel suave, entre el calor de sus abrazos conocí la debilidad, entre sus besos buscaba paz.
Soy diferente al resto, es tan fácil querer a alguien? O simplemente no queremos lo suficiente que lo perdemos sin haber conseguido lo planeado, dura realidad que me ahoga el hubo del tabaco que prendí para ella.
No encontrarás amor más auténtico y desinteresado como el que yo te di. Preferiste seguir en tu vida cómoda todo por la utópica felicidad de alguien que al final te abandonará porque es ley de vida. Pero es ley de vida también no volver a donde no le dieron a uno un lugar, donde sólo fuiste un fantasma, donde invalidaron tus emociones y tus regalos hechos de pedacitos de alma y donde valió más un pasado fracturado que un presente hermoso.
Como un género híbrido combinó, mi oscuro ser, mi vente maquiavélica cegada por el rencor, con la dulce utopía de querer a alguien, aprendí de ti de tus carisma y llanto lo que es capaz de hacer una persona por buscar pasarla bien entes que pasarla bien con alguien, el ciclo de repite y vuelves donde en algún momento fuiste feliz, mi ser solitario no es capaz de brindar la paz que tus ojeras buscaban.
Mi descenso será mi fin, mi adicción mi compañía y mis recuerdos serán la salvación.