Noviembre 10

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11:30 am

Ahí estaba, parado sobre sus dos pies, manteniendo su espalda desnuda tan erguida como pudiera, tensando sus callosas manos sobre la tsuka de su bokken o espada de madera.

Llevaba dos horas de entrenamiento sin descanso, tratando de despejar su mente de todos los acontecimientos que estaban por venir.

Sin lograr nada, más que ponerse más tenso, corregía su postura cada dos por tres, estaba distraído y eso no le agradaba, se planteaba si era mejor parar un momento pero sus brazos musculosos solo se movían de arriba a abajo, abanicando el bokken con fuerza.

No tenía mucho que hacer puesto que se estaba tomando unas semanas de la academia a la cual asistía, le gustaría estar durmiendo todo lo que resta de la tarde pero el buen sentido de la pereza que tenía bien dominado había desaparecido inexplicablemente, tal vez por los nervios de lo que se avecinaba.

No, no estaba nervioso, era imposible que un hombre tan centras como el estubiera preocupado por qué todo fuera bien, eso solo era propio del cocinero pervertido.

__ míralo está aterrado__ escucho a su izquierda.

Levantó la mirada solo para encontrarse con las mocosas adolecentes de sus hermanas.

Roronoa Zoro se había estado quedando toda esa semana en la casa de sus padres, siendo el blanco perfecto para las bromas pesadas de las menores, sin mencionar las burlas que lo sacaban de sus casillas.

Zoro era un hombre, que estaba a un día de cumplir la mayoría de edad estipulada en su país, veinte años, dando paso también a una siguiente etapa en su vida.

Zoro miro a sus hermanas con molestia, las sonrisas burlonas de estás no ayudaban a mejorar su humor.

__ que quieren mocosas?__ pregunto con cierto tono de molestia.

La peli-bicolor fue la primera en acercarse un par de pasos antes de hablar.

__ veníamos a molestarte un poco y a ver cómo estabas__ dijo, con dulzura en sus palabras y ternura en su mirar.

A Zoro no le daba buena espina esto, menos cuando Uta mantenía una expresión de angel.

__ te escuchamos anoche, acaso no podía dormir? hermano mayor__ burló Perona, está no ocultaba sus intenciones, sus ojos se afilaban con algo parecido a la perversión, estaba lista para usar su amplio vocabulario e irritar a su hermano.

__ largo mocosas__ les grito sin levantar tanto la voz, es cierto que se había mantenido despierto la noche anterior, simplemente revisando que todo valla bien el día esperado o caminando en círculos perdido en sus pensamientos.

La niñas lejos de irse comenzaron a reírse descaradamente de su hermano, lo habían atrapado en su jugarreta infantil.

--que divertido-- pensaron las niñas.

--que molestas-- pensó Zoro.

__ bieeeen__ comenzó Uta__ nosotras solo queríamos darte tu regalo de cumpleaños__ termino, entrelazó sus manos tras su espalda y colocó en su rostro una pequeña sonrisa modesta.

Zoro las miro incrédulo, estás mocosas nunca le habían regalado algo en su cumpleaños, porque le darían algo ahora?

__ mi cumpleaños es mañana__ le contesto con algo de brusquedad.

__ si pero te lo daremos hoy__ hablo está vez más autoritaria Perona.

Zoro lo pensó un momento.

Tenía dos opciones, 1° se quedaba ahí y seguía entrenando asta que las manos se le cayeran; 2° ir con ellas y seguramente sufrir un destino peor que la muerte.

Feliz Cumpleaños Zoro. (Zosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora