Día 1: Cumpleaños de Porco.
Pieck se acercó a él, con pasos suaves intentando emitir el menor ruido, él ocupado en lo que sea que estuviera apoyado en el escritorio. Sonrió al verlo tan concentrado e incluso tal vez un poco enojado.
-Sorpresa -ella abrazó sus hombros y apoyó la cabeza sobre su propio brazo para poder dejar un beso contra su mejilla.
Porco rodó los ojos y enganchó una mano en las de Pieck.
-¿No te sorprendí, Pock? -preguntó ella.
-Te escuché desde que abriste la puerta -argumentó él.Ella sonrió y volvió a besar la mejilla de Porco. Sus ojos se dirigieron al reloj del escritorio, pasada la media noche, ella apoyó su frente contra la sien de Porco.
-Feliz cumpleaños. Pock.
Porco ladeo la cabeza a un lado y atrapó los labios de Pieck entre los suyos, Pieck correspondió con suaves movimientos intentando mantenerse en pie desde esa posición incómoda. Mientras que Porco enredó una de sus manos en el cabello azabache de la mujer. Porco tocó la comisura de sus labios con su lengua, pero antes de que ella pudiera darle acceso a su boca. Un movimiento externo los hizo separarse por completo y de forma brusca.
Ambos voltearon a ver a su costado derecho, encontrando a Reiner teniendo una pesadilla. Porco puso los ojos en blanco mientras que Pieck lo miró con detenimiento.
-¿Vámonos a tu habitación, quieres Pieck? Él no va dejar de tener pesadillas -dijo. Con desagrado en la voz.
-Bueno, tampoco nos íbamos a quedar mucho tiempo aquí... No podemos arriesgarnos a qué él nos descubra. Ni nadie.Porco dejó las cosas tal y como estaban en el escritorio, ni siquiera se dignó en apagar la luz de la lámpara que usaba.
Pieck salió de la habitación con cuidado de no hacer ruido, mientras que Porco la seguía de cerca. Ambos se dirigieron al pasillo, donde había varias puertas cerradas que correspondían a las habitaciones de los demás guerreros. Pieck tomó la mano de Porco y lo guió hasta el final del pasillo, donde había una escalera que conducía al ático.
-¿A dónde vamos? -preguntó Porco en voz baja, mirando a su alrededor con recelo.
-A un lugar especial que encontré hace unos días -respondió Pieck con una sonrisa misteriosa-. Es perfecto para celebrar tu cumpleaños.Porco frunció el ceño, pero no dijo nada. Siguió a Pieck por la escalera, que crujía bajo sus pies. Al llegar al ático, Pieck abrió una pequeña puerta de madera que estaba oculta entre unas cajas. Porco se sorprendió al ver lo que había detrás.
Era una habitación amplia y acogedora, con una chimenea, un sofá, una mesa, una cama y varios adornos. Había velas encendidas por todo el lugar, creando una atmósfera íntima y romántica. Pieck había preparado una tarta de chocolate con velas, una botella de vino y dos copas. También había una caja envuelta en papel de regalo sobre la mesa.
-¿Qué es esto? -preguntó Porco, entrando en la habitación con incredulidad.
-Es nuestro refugio secreto -dijo Pieck, cerrando la puerta tras de sí-. Aquí nadie nos molestará ni nos juzgará. Aquí podemos ser nosotros mismos.Pieck se acercó a Porco y lo abrazó por la cintura, mirándolo a los ojos con ternura.
-Feliz cumpleaños, Pock -le dijo, antes de besar sus labios con pasión.
Porco se dejó llevar por el beso, sintiendo el calor y el amor de Pieck. La rodeó con sus brazos y la estrechó contra su pecho, profundizando el contacto. Ambos se olvidaron del mundo exterior, solo importaba el momento presente.
Se separaron un poco, jadeando por el aire. Pieck le sonrió a Porco y lo llevó hasta el sofá, donde se sentaron juntos. Le entregó la caja que había sobre la mesa.
-Es tu regalo -le dijo-. Espero que te guste.
Porco abrió la caja con curiosidad y sacó lo que había dentro. Era una cadena de plata con un colgante en forma de león.
-¿Por qué un león? -dijo Porco, admirando el detalle.
-Porque tu titán es un león y es todo lo que pide comprar con mi dinero -dijo Pieck, acariciando su mejilla.
-Gracias. Pieck -él sonrió.Le pidió que le ayudara a ponerse la cadena y luego le dio las gracias con otro beso en la comisura de sus labios.
-Ahora es tu turno -dijo Pieck, señalando la tarta-. Tienes que soplar las velas y pedir un deseo.
Pieck se levantó y se acercó a la tarta, que tenía escritas las palabras "Feliz cumpleaños, Pock" con glaseado. Volvió a sentarse a su lado y extendió la tarta frente a él.
-¿Qué vas a pedir? -preguntó Pieck, observando con detenimiento.
-No te lo puedo decir, o no se cumplirá -dijo Porco, guiñandole un ojo.En realidad, Porco ya tenía todo lo que quería. Tenía a Pieck, la mujer que amaba y que lo hacía feliz. Aunque no eran las circunstancias que él hubiera querido, o la forma en la que quisiera estar con ella, al menos la tenía. Al menos estaba así con ella el día de su cumpleaños. Solo desearía que Marcel estuviera ahí. Pero no era posible.
Pero por si acaso, Porco cerró los ojos y pidió un deseo. Pidió que todo siguiera igual, que nada cambiará, que nadie los separara. Pidió que pudieran vivir juntos y en paz, sin más guerras ni sufrimientos. Pidió que fueran felices. Aunque tal vez, eso no era posible. Luego, abrió los ojos y sopló las velas, apagándose todas de un solo aliento.
-Bien, ahora podemos comer, Pock... O...
Porco estampó sus labios contra los de Pieck, una mano la sujeto de la cintura y la otra se posó en su rodilla subiendo por su muslo hasta que lo dejó a la mitad del camino, Pieck posó una mano en su pecho y lo alejó de ella.
-Me harás un desastre. Además, tengo hambre, hice esto toda la tarde -explicó ella.
Porco lanzó una carcajada pero asintió con la cabeza. Él tomó el tenedor de la mesa y partió un pedazo, llevó el trozo a su boca y saboreó el limón y la crema en su boca.
-No cocinas tan mal Pieck...
-Cállate, ingrato.Porco se rió pero luego dejó un beso contra su mejilla, susurrando: "Te amo".
...
Entonces a pasado tiempo desde que escribi a Porco y Pieck, pero definitivamente es mi manera de lidiar con el final de Attack on titan, espero les guste.

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PokkoPiku Week 2023
FanficDía 1: Cumpleaños de Porco. Día 2: Infiltración. Día 3: Paternidad. Día 4: Formas de titán. Día 5: Caminos. Día 6: Chaqueta de Porco/Cabello de Pieck. Día 7: Primer beso.