Nankurunaisa ~ VKOOK

Your face. You

02.

Tres cigarrillos, media botella, fotografías borrosas y papeles eran el ambiente del estudio.

Ese alfa había estado tratando de encontrar el paradero de ese omega necesitado durante casi un año. No le quedaba mucho tiempo en ese país, debía regresar a York, Inglaterra, pero antes de salir de ese país necesitaba encontrarlo.
  
     
No vivía en Corea del Sur desde los 10 años, se mudó con su tía a Inglaterra para estudiar allí y también seguir una carrera, que por cierto ya era un abogado.

En unos meses iba a cumplir 27 años de edad.

«visto por primera vez 02/10/1961

visto por última vez el 19/11/1962»

Fue todo una maldita idiotez, confío en que el omega lo llamaría y lo buscaría porque- tenían algo importante que declararse y-...
 
Y nunca supo más. Se fue con algo, algo importante y preocupante para el alfa.

En esos momentos él era sólo un tipo somnoliento que quería hundirse. Ya no recordaba muy bien el olor del omega, ni sus lunares, ni sus dulces besos.
Mh, y le dolía aún más que nunca hubieran sido algo.

Eran muy amigos, pero se ayudaban mutuamente cuando llegaban las temporadas de celo o cuando se sentían desesperados, o- simplemente se daba. Taehyung se enamoró de Jungkook a toda prisa, es decir, no lo pensó, el omega era tan, tan amable y dulce, sutil y amigable que hacía sentir vivo al alfa, además era muy bonito.
 

Es una pena que Jungkook ya no apareciera en el contestador, en la biblioteca, en los moteles. En la puerta de su casa nunca más se recibió la dulce esencia del omega.

Siguiendo con lo importante. Había logrado obtener el número de teléfono de la madre, la tía y el extrabajo de ese omega hace dos días.

Probablemente mañana tendría sus direcciones. Por el momento iba a hacer una llamada a la persona que creía más cercana al omega.

Supuso que esa persona podría ser su madre.

Si lograba conseguir el número del omega entonces lo llamaría, si no contestaba sus llamadas iría a buscarlo personalmente haciéndose pasar por una persona perdida.

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El cuerpo de Jungkook estaba un poco débil, cansado.

Tenía las manos rojas y esa misma piel le picaba un poco, para suavizarlas untó un poco de crema humectante. También se quitó la ropa y tomó las cremas para las estrías, aplicando una cantidad adecuada desde la parte inferior del abdomen hasta las caderas y luego hasta los glúteos.

Esperaba poder hacer ejercicio en poco tiempo aunque lo dudaba mucho porque seguramente los bebés no lo dejarían solo ni un segundo.

Se lavó las manos al terminar y se vistió nuevamente, tenía tres cachorros para sacar al sol después de la última semana lluviosa.

La carreola estaba abajo, en el primer piso, cerca de las escaleras, así que bajó un cachorro a la vez, los dejó juntos y fue a abrir la puerta.

Normalmente las casas eran pequeñas y muy sencillas, pero la casa de Kyungsoo era grande ya que tenía que haber espacios para poner ataúdes en varias partes, además el alfa odiaba las casas pequeñas.

Había un jardín en el patio delantero, recientemente habían crecido flores cuyos nombres Jungkook no conocía. Había querido ponerle plantas y decorarlo pero el alfa no se lo permitió y quedó así.

Los cachorros estaban siendo mecidos en la carreola mientras Jungkook les cantaba casi en un susurro para que Kyungsoo no los escuchara.
No le gustaba tener que hacer las cosas con miedo o timidez, se frustraba demasiado y hacía que su ánimo se desvaneciera.