Capítulo 20

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Hola! Mis queridos caballeros negros aquí está un capítulo más de esta historia, ya solo tres más después de este y le decimos adiós, así que espero tener una buena respuesta de su parte a lo que falta, ahora lean, voten y comenten.

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Fue tanto el cansancio que cuando Matilde despertó ya era de mañana, al verse sola en la cama no pudo evitar llorar de tristeza, pues había sido su última noche con la mujer que amaba, con la que consideraba el amor de su vida, quien le iba a decir que la tercera persona que a amado en su vida, haya sido una mujer y vaya ironía ya que no podría estar con ella.


Lloro hasta que ya no pudo más y tratando de reponerse por su hijo, se levantó y baño, ya su ropa estaba en la maleta además de algunas cosas que su padre y hermano le habían dado, salió con ella hasta el comedor donde estaba Prudencia, quien al verla solo la  abrazo sin decir nada, en silencio desayunaron y ya no queriendo perder tiempo salieron, subieron al carruaje y este partió de regreso a la Hacienda.




Como salieron después de medio día y habían parado una vez a comer, sin contar que Matilde les dijo que fueran despacio, además de que se quedaron en una Posada, ella quería al menos una noche más sola y prepararse mentalmente para estar de nuevo con Manuel, así que ahí cenaron y pasaron la noche, por la mañana y después de desayunar fue que partieron, poco más de dos horas después fue que llegaron a la Hacienda, apenas lo hicieron y Matilde fue recibida por Manuel, quien la abrazo y le dio un beso, entraron mientras una de las muchachas metía las maletas.




MANUEL- ¿y como les fue?

MATILDE- muy bien, pase tiempo con mi padre y Humberto.

MANUEL- entonces de verdad esta cambiando.

MATILDE- si, sigue trabajando en uno de los cultivos de Josefina y mi padre ayuda en la administración, ambos prometieron venir a verme ya que yo ya no podré, no quiero arriesgarme con el embarazo.

MANUEL- me alegro por ambos, viste a tu madre. - a Prudencia y Matilde se les estaba haciendo extraño su seriedad-.

MATILDE- si, aunque no fue nada agradable, en vez de preocuparse por como estoy o por el embarazo, simplemente quería sacarme dinero, no pude  evitar reclamarle muchas cosas y la deje hablando sola, pero al final si le mande algo de dinero, después de todo es mi madre.

MANUEL- hiciste bien, independientemente de sus errores, es la mujer que te dio la vida, pero si esta como esta es solo por ella.

MATILDE- pues si.

PRUDENCIA- yo los dejó, iré acomodar mi ropa y descansar un poco, ya estoy grande para estos viajes.

MANUEL- eso dice usted, pero es fuerte Prudencia.

PRUDENCIA- gracias por el halago hijo.




Manuel le sonrió y Prudencia se fue a su habitación, el le dijo a Matilde que fueran a la habitación para que pudiera revisarla y asegurarse que todo estaba bien, así que ambos fueron a la habitación y Manuel en su papel de Doctor la checo, solo fueron unos minutos.




MANUEL- todo está bien, imagino que el viaje te relajo.

MATILDE- pues si, aunque como te dije ya no pienso viajar a San Fernando, al menos en un buen tiempo.

MANUEL- pues si dices que tu padre y Humberto vendrán aquí y la relación con Augusta no está nada bien, no tienes a que ir, ¿verdad?

MATILDE- no, no tengo a que ir, así que prefiero no hacerlo.

MANUEL- bueno, te dejo descansar, estaré en el despacho, cualquier cosa me avisas.

MATILDE- si Manuel.




El se acercó pero en vez de darle un beso en los labios, se lo dio en la mejilla y salió de la habitación, esto a Matilde le pareció raro, ya que el no solía besarla en la mejilla, pero no quiso tomarle importancia, así que se recosto y trató de relajarse y pensar en cualquier cosa que no fuera la noche anterior, ya que eso debía quedar en el olvido.




El resto del día fue normal, después de comer Manuel le pidió ir a dar una vuelta, así que ambos salieron en el carruaje y luego dieron una pequeña caminata, el tema principal de su conversación era el bebé, ambos hablaban emocionados de su llegada y que no importaba lo que fuera, mientras estuviera sano, casi al anochecer regresaron para cenar, conversaron un poco con Prudencia y luego subieron a la habitación, en donde Manuel le hizo el amor y es que en esa ocasión Matilde sintió que fue más delicado con ella.




Imagino porque había estado varios días sin estar juntos y que su embarazo ya estaba un poco más avanzado, después de estar juntos ambos se durmieron, por la mañana cuando Matilde despertó el ya no estaba, algo que no le pareció raro así que se levantó y arreglo para bajar a desayunar, al llegar al comedor se encontró con Rosario quien había regresado de un retiro espiritual.




MATILDE- hola Rosario, que bueno verte.

ROSARIO- lo mismo digo Matilde, quería regresar para ver nacer a mi Nieto.

MATILDE- pues ya va quedando menos, Cuenteme, que tal estuvo el retiro.

ROSARIO- bien mija, ya que aparte estuve cuidando a personas enfermas, siempre quise ser enfermera, pero no pude y gracias al padre Urbano ahora en cierta forma lo estoy viviendo.

MATILDE- me alegro por usted Rosario, además usted es tan buena que es una dicha ser cuidada por usted.



Rosario la abrazo y después le mostró un par de chambritas que había tejido para el bebé, en ese llegó Manuel y junto a Prudencia se sentaron a desayunar, este informó que debía hacer un pequeño viaje y que en cuatro días estaría de regreso, que debía tratar un asunto muy importante y que no podía retrasarlo, le encargó a Prudencia y Rosario que cuidaran de Matilde, a esta le dio un beso y un abrazo y sin más se fue.



A Matilde esto si le pareció raro, ya que ella apenas había llegado y el se iba, entendía que era doctor y tenía compromisos, pero que se fuera así de la nada si era extraño, más Rosario y Prudencia la sacaron de sus pensamientos, así que se puso a conversar con ellas sobre el bebé y otras cosas, algo que hizo que se olvidara de sus dudas.


Los cuatro días pasaron sin complicaciones o problemas en la Hacienda, al no estar Manuel, Matilde tomaba todas las decisiones, ya que ella sabia perfectamente el funcionamiento y todo sobre la Hacienda, y lo que no, pues Rosario o Sixto le ayudaban en lo que fuera necesario, pero estaba tranquila al hacerse cargo de la Hacienda.



Esa mañana Matilde se despertó y bajo para desayunar, después fue a la sala a leer en compañia de Prudencia, ya que Rosario había salido con Silvano a dar un paseo, poco después escucho como gritaban que había llegado Manuel, espero un par de minutos y después se paró para ir a recibirlo, pero al llegar a la puerta para salir se llevó una gran sorpresa, pues Manuel entró en compañia de Josefina quien venía con la cabeza agachada.



MATILDE- amm, que pasa Manuel, ¿que hace Josefina aquí?

MANUEL- creo que los tres nos debemos una plática, ¿no crees?

MATILDE- una plática, ¿de que?

MANUEL- lo se todo Matilde, ya no tienes que seguir fingiendo que me amas.



Matilde escucho eso de Manuel y se puso ligeramente pálida, miro a Josefina quien la miro sin ninguna expresión en su rostro, mientras que Manuel estaba demasiado serio y sabia que algo iba a salir mal, lo que tanto temía se había cumplido y ahora no sabía que esperar.




















Continuará....

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Si les gusto déjenme sus votos y comentarios, que tengan una buena mañana/tarde/noche depende de donde me lean, nos vemos en el próximo, bye.

FRANCHIZRDZ 😘😘

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