III

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Ari y Lusher se encontraban recogiendo sus pertenencias una vez finalizada la clase. Todos los estudiantes de Bada ya estaban saliendo de la academia y las dos amigas también estaban por hacerlo. 

Justo antes de salir, Bada (Que se encontraba organizando un poco la sala momentos atrás) se acercó a las dos chicas.

—  ¿Qué te pareció? ¿Vendrás el martes que viene? - Le preguntó directamente a Ari con una pequeña sonrisa. 

Bada sabía que si Ari perfeccionaba sus habilidades podría dedicarse al baile profesionalmente. Lee era buena para distinguir nuevos talentos prometedores y no dejaría pasar esa oportunidad. 

La pelinegra no sabía que responder. ¿Debería volver para otra clase?

— ¿Es buena, cierto Badari? - Lusher le preguntó a su amiga y maestra.

— Lo es, si viniera a más clases seguramente mejoraría mucho. - Ari escuchaba con atención todo lo que decían. 

— No sé, yo... Me gustó la clase pero - Bada la interrumpió de repente.

— Entonces ven de nuevo el martes. - Le pidió la más alta.

De nuevo Ari se encontraba dudando, pues la clase de hoy le gustó y conoció a una gran maestra como lo es Bada. Pero no estaba segura, ¿Realmente quería empezar a bailar de forma seria?

— Piénsatelo Ari - Le pidió Bada mientras le extendía una tarjeta con la información de la academia y de sus clases. — Yo a veces doy clases algunos días sueltos, pero mi jornada fija son los martes. 

Ari agarró la tarjeta mientras la metía en su bolsillo. — Gracias Bada unnie. - Le sonrió.

— ¡Sería increíble si te inscribes a la academia! Así podremos ir juntas. - Lusher comentó con alegría.

Las tres comenzaron a reír cortamente. De repente un silencio se implantó en la sala. Bada estaba deseando que la menor le dijera que si iría a sus clases. 

Inesperadamente el teléfono de Lusher comenzó a sonar. La chica se despidió de sus dos amigas y le dijo a Ari que la esperaría en la recepción ya que debía atender la llamada. 

Mientras Seoyoung se iba de la clase, Ari metió su mano en el bolsillo de su chaqueta donde anteriormente puso la tarjeta que Lee le dio mientras se perdía en sus pensamientos. 

— Lo consideraré. Muchas gracias por todo Bada. - Dijo Kang haciendo una reverencia. 

— No hay de que. - Le sonrió. — Espero verte aquí el martes Ari-ah. 

Antes de que la más bajita pudiera responder, la voz de un chico se escuchó a sus espaldas.

— ¿Las clases ya acabaron no? - Preguntó él.

Las dos chicas se giraron para encontrarse con Howl, uno de los maestros más famosos de la academia.

—  Sí Howl, ya terminaron, estaba acordando unas cosas con Ari. - Dijo Bada señalando a la pelinegra.

— ¿Es tu nueva alumna,  Badari?  - Preguntó el chico a la más alta. Bada no contestó esperando a que Ari lo hiciera.

— No, solo vine para probar una clase. - Le respondió la bajita con amabilidad. 

— Ni siquiera estás inscrita en la academia y llevas 10 minutos de más. - Dijo el chico mirando su reloj. —  Si nos disculpas, necesito hablar con Bada sobre asuntos personales. - Replicó mirándola con los brazos cruzados.

Aunque Howl no fue del todo maleducado se sintió como si le estuviera ordenando retirarse. Ari lo miró mal y no le respondió. 

— Lo siento Ari-ah , el deber me llama. - Ambas rieron mientras Howl se impacientaba. — Espero verte aquí el martes que viene. - La más alta le sonrió mientras se despedía. 

Las mentiras que nos dijimos- Bada LeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora