Preguntas sin respuestas

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Johto

Todavía quedaba un largo camino para reconstruir Ciudad Trigal. La mayoría de los escombros ya habían sido levantados, sin embargo, faltaban muchas reconstrucciones, pues apenas unos cuantos edificios y estructuras se habían salvado del ataque de Terranova.

Gold y Crystal iban todos los días a ayudar en lo que podían. Silver, hasta hace unas semanas también se unía, pero cada vez se le veía menos por alguna razón que el par desconocía.

Esto, aunque todavía no lo admitía en voz alta, comenzaba a molestarle a Gold.

Se supone que hoy trabajarían juntos en el albergue para alimentar a las personas y pokémon desahuciados. Pero, como ya se estaba haciendo costumbre, el pelirrojo no apareció por ningún lado.

El refugio era una vieja bodega que había logrado quedar intacta al estar casi a las afueras de la ciudad. Todos los objetos dentro fueron removidos para llenarlos de camas y objetos necesarios para que los afectados pudieran sobrevivir.

Gold se encargaba de darle comida a los pokémon, especialmente a los más pequeños. Muchos rattata, hoppip y sentret se reunían alrededor de él para conseguir su ración de comida.

-¡Ey, vamos! ¡Uno a la vez! -dijo cuando sintió que se amontonaban y le tiraban de la ropa para que el muchacho se apresurara.

Cuando finalmente logró hacer que se comportaran, resopló. Su mirada involuntariamente se dirigió hacia el otro extremo de la bodega y su pesar aminoró casi inmediatamente.

Crystal se encontraba ayudando a los niños y ancianos, entregando a cada uno de ellos una charola con un plato de sopa y dos hogazas de pan. Lo hacía con una sonrisa genuina y hermosa que logró que el corazón del muchacho revoloteara.

Ella, al sentir que era observada, terminó encontrándose con los ojos de Gold. Su sonrisa servicial cambió a una cohibida que logró que se distrajera por unos segundos. Gold también sonrió de manera un poco tonta y perdida.

Todavía recordaba aquel beso en Unova como si hubiera sido ayer...

Regresaron a sus actividades segundos después, sin que ninguno de los dos fuera capaz de borrar sus sonrisas.

Gold tarareaba una alegre canción mientras entregaba la comida, contagiando su felicidad a los pokémon. Todo pudo haber sido colorido y bonito, pero cualquier rastro de alegría se borró cuando un muchacho pelirrojo conocido decidió hacer acto de presencia.

-¿A qué se debe este gran honor? -preguntó Gold sarcásticamente.

-He estado ocupado-respondió Silver secamente.

-No creo que más que nosotros-contestó el muchacho sin ser capaz de esconder su molestia-¿Dónde has estado?

-He estado ocupado, ya te dije.

Gold alzó una ceja. Silver estaba más serio de lo normal y mucho más evasivo.

-¿Está todo bien? -prefirió dejar su molestia por un lado, presintiendo que podía haber algo más en todo este asunto.

Silver, que había parecido tener intenciones de ayudar a Gold con la comida de los pokémon pareció cambiar de parecer y decidió ir a ayudar a Crystal con las personas.

Gold lo vio alejarse. La muchacha solamente le dio una pequeña sonrisa, pareciendo ser más inteligente en no cuestionar a Silver, pues el pelirrojo no lucía ni la mitad de irritado con ella. Gold estaba muy confundido y sobre todo, curioso.

Silver y Crystal terminaron de repartir la comida antes que Gold. Cuando entregaron la última charola, Silver se despidió de Crystal para volver a desaparecer durante el resto del día.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2023 ⏰

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