Segundo año.

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Miguelangel habia olvidado completamente su lengua materna, su familia, sus amistades, incluso la comida que había en la tierra no aprecian más que sueños estúpidos y raros... Actualmente solo habla y se expresa con gruñidos, gemidos, chillidos, chirridos y jadeos.

Las brisas de Otie habían acabado y empezaba el "dolor del Averno." Nombre muy descriptivo, sinceramente.
La tortuga miro en varias direcciones, en esta temporada cálida y reconfortante para sus escamas, es donde más crías de depredadores grandes nacían, muchas enfermizas y débiles,por lo que se daría un enorme festín con ellas.

El pequeño tortugo perdió ese espíritu inocente, aunque su "humanidad" parece estar intacta dentro de su corazón y era muy amistoso...No era recomendable para nadie acercarse sigilosamente y atacar de alguna forma porque Mikey tenía sus garras listas para matar(las hojas afiladas de la kusarigama y otras que le empezaron a salir y son retractiles.) en cualquier minuto, aunque a veces las olvidaba y acababa manchando sus manos... De todas formas, el pecoso, cuyas pecas no se han visto ocultas por las quemaduras, se puso a hacer lo usual...Patrullar en las islas hasta volver al paisaje de árboles de cristal, cuya energía eléctrica dejo de afectarle hace poco...

Miguelangel se enfocaba usualmente en mirar a sus alrededores,por lo que ahora cuando lo hizo nuevamente no se le hizo nada extraño, aunque en este momento también carraspeaba la garganta y gruñía a los objetos inanimados, muchas criaturas no los soportan y se van, criaturas que se camuflan y-
El sonido adolorido y moribundo de un horripilante Oxidium estaba demasiado cerca,no parecía más que una mera cria de esas bestias, que nacían ciegas y no se pudría rápido, Miguelangel acudió al llamado rápidamente.
Buscan cazar sus presas de esa forma, la cual-
Miguelangel apenas pudo, atacó a la cría,dándose prisa de matarla lo más rápido que pudo para que los adultos Oxidium no se dieran cuenta, pues era bastante fácil saber que este no era su territorio y que tampoco escuchaban bien, atacaban y comían a ciegas...Cosa que Miguelangel aprovecha de tal forma que es muy efectiva y mantenía ahorrada bastante energía para los depredadores más hábiles e inteligentes.

La cría se desangró a manos de Miguelangel, que metió sus manos dentro del cadáver de la criatura,le rompió la mandíbula y separó sin piedad o repulsión los huesos, satisfacción pura era la que sentía al desmembrar la cría, el sonido de los tendones y músculos al desgarrarse y separarse forzosamente de otros, los huesos dislocarse...Era simplemente un sonido encantador, como una dulce melodía, pues los Oxidium tenían esa característica musical al comerlos su carne suele producir una encantadora melodía, uno de los carroñeros corrio a advertir a otros que: tal vez quedarían huesos de una persa valiosa y varios carroñeros se acercaron a ver la crueldad y diversión de Miguelangel, el acto tan grotesco, la tortuga los mira repentinamente y sisea, ellos responden recostando se en el piso y estirando las cabezas, dejando sus cuellos expuestos...Un acto de sumisión y ruego.

Debido a las condiciones de la dimensión y lo difícil de conseguir la comida, algunos de los carnívoros eran carroñeros, muy inteligentes, son de colores bastante llamativos que Miguelangel antes confundió con un gris metálico.  Sin embargo son una minoría y son tan pocos que matar una camada los manda al borde de la extinción, aunque son grandes no suelen obtener la suficiente comida para sobrevivir y mueren prematuramente.

Entonces Miguelangel perdió una parte del interés en esas criaturas, sabe que no vale la pena comerlos porque estos carroñeros limpian todo, incluyendo los desechos de otras criaturas incluyendo lo...

La tortuga solo miro alegremente a su presa caída... Sabe que los carroñeros son miedosos pero protegen a los cazadores hábiles de otros más débiles los ha visto. que no piden permiso antes de tomar bocado, Mikey aparto partes que no se iba a comer y las tiro a las otras criaturas, que se llamaban Klopop, estos estaban sorprendidos de recibir carne, sobre todo antes de que el cazador haya tomado bocado de la pieza de carne principal. Se arrodillaron y se repartieron la comida entre ellos que eran 8...Eran más que Miguelangel, pero estos no peleaban por miedo a ser atacados de vuelta y asesinados uno por uno, tenían cuatro patas, garras, raciocinio y eran lo suficientemente brillantes para necesitar ayuda constante consiguiendo alimento, pues es conocido que las presas tenían unos ojos particularmente sensibles a los colores y salían corriendo casi de inmediato, eran rápidos pero no lo suficiente...Fuertes pero no tenían casi resistencia al tener mala alimentación...

The predator.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora