Seokjin se encontraba en la cocina preparando fruta cortada, manzana, durazno, uva y plátano. El pote de helado no sería necesario vaciar en vasos, porque estaba seguro de que se lo acabarían por completo. Así que mientras terminaba de cortar trozos medianos de la manzana, se movía al son de la música. Tan sumido en su acción, un par de ojos observaban detalladamente sus sutiles y sencillos movimientos con una sonrisa entre burlona y picarona. El hombre se atrevió a entrar a la cocina y tomar un trozo de manzana para engullirla, el cuerpo de jin se tensó, sus ojos se miraron y frunció el ceño.
-Te mueves muy bien. ¿No quieres acompañarme y mostrarme como mueves las caderas? -Hoseok sonrió de oreja a oreja.
Seokjin sonrió con molestia y le lanzó la jarra de agua encima. Así la sonrisa de Hoseok desapareció al instante.
-¡Soy un hombre decente, animal! -tomó un trapo de cocina y se lo lanzó, tomó otro, pero esta vez no lo soltó-. ¡Puerco!, eso es lo que eres. Qué clase de insinuaciones me estás proponiendo.-¡Solo bromeaba! No era para tanto. Deja de pegarme con eso que duele -salió de la cocina con Jin deseas, persiguiendolo.
El escándalo despertó a los hermanos y a Taehyung. La servidumbre también salió despavoridos de sus habitaciones. Taehyung corrió hacia Jin en pijama para detenerlo. Mientras los hermanos reían de la paliza que Hoseok recibía. Todos menos Jungkook. Él bajó de las escaleras contrarias sin camiseta y se interpuso entre Jin y Hoseok.
-¿Por qué el escándalo? -su voz era aún más ronca en plena mañana.
-Jungkook no hice nada malo, solo tomé un trozo de manzana y luego empezó a golpearme con eso.
-Y eso que no utilice mi zapato pra tirartelo por la cabeza ¡mentiroso! -trató de soltarse del agarre-. Sueltame, él se merece eso y más.
-Joder que es fin de semana y son apenas las... -miró el reloj de la casa desde las escaleras-. ¿Las seis? Son las seis de la mañana por favor tengan piedad de uno.
-No es mi problema que tengas que trabajar como bruto -gritó Hoseok.
-Ay por favor, habla él que se la pasa levantando faldas y quitando cinturones -hizo una referencia sexual.
-¡Cierren la boca! -el grito tomó a todos despavoridos-. Explica lo que pasó Seokjin.
"Ja, vaya por fin alguien razonable"
Es un milagro de parte de Jungkook, aunque de seguro duraría un par de minutos.
-Se me insinuó, y no voy a repetir las sandeces qué salieron de su boca -se defendió con más calma.-Conozco a mi hermano y se de las barbaridades que salen de su boca -reprochó a Hoseok con la mirada, él tragó por la reprimenda que le esperaba-. Como disculpa va a encargarse de limpiar los establos durante una semana.
-¿Solo eso? -para Jin fue algo leve ese castigo. Quería que aprenda lo que es el respeto.
-Ayudará a Seungcheol a organizar la cosecha de uva. Iniciaremos el próximo mes con la cosecha -dice fijando sus ojos en los de Taehyung. Puede notar la tristeza en ellos. Recordó que tenía un asunto pendiente que solucionar con él-. Ya pueden regresar a sus camas.
-¡Al fin!
Heeseung se fue contento escaleras arriba.Y Jin no tan satisfecho con el castigo, pero eso era mejor. Que aprendiera a limpiar antes de abrir su boca para decir cosas sucias.
-Cheol -llamó a su hermno-. Te encargo arreglar la cabaña apartada de la hacienda.
-¿Para qué?, ¿la ocuparás? -supo que cometió un error al verlo tensar la mandíbula. Jungkook detestaba qué hicieran preguntas demás a sus acciones. Irónico porqué jungkook se mete en todos los asuntos familiares, siendo el único manejable, Hoseok. Hasta Heeseung se va a los golpes para defender sus ideales. Cheol tampoco se dejaba mangonear, como "Verdaderos hombres que eran" se iban a los golpes. En lo único que hacían una alianza y concordaba u obedecía era en el trabajo. Y como Cheol no cuestionaba los asuntos personales de Jungkook, el pedía la misma privacidad. Así que si Jungkook no cumplía, Cheol se negaría mil veces más.
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Un amor entre tú y yo, es algo que jamás pensé volver a vivir
FanficTaehyung cada mañana se levantaba muy temprano esperando la entrega de una carta. Siempre bajaba con una sonrisa en el rostro cada vez que anunciaban que tenía correo. Revisaba su buzón, y una vez más su corazón se rompía, llevándolo a una triste so...