Dos días después.
Temprano por la mañana Taehyung corrió hacia la oficina solicitando reunirse con su padre para resolver algunos detalles y despedirse antes de partir a la hacienda de los hermanos Ayamonte. Mientras entablan una amena conversación sobre el nuevo producto y los documentos de los que se encargaría su secretaria al no estar presente para cumplir sus funciones. Jin entró a la oficina con papeles en mano, listos para ser firmados por el alto mando. El señor De la Renta Namjoon.
-Dígame señor, estoy aquí para ayudarlo -siempre fiel al trabajo, Taehyung llegó a preocuparse por su amigo al ser un adicto al trabajo.
-Me alegro que seas cooperativo con la empresa y te guste aprender nuevas funciones -sonrió por la persistencia de su confiable interno-. Confió en ti y se que harás lo mejor, por eso te asignaré una misión importante.
Jin no sospechaba nada, él sonreía todo emocionado de demostrar su potencial y que mejor con nuevas tareas. Lo que fue más divertido para Taehyung, porque su amigo no estaba enterado de absolutamente nada sobre la estrategia diabólica que le propuso a su padre con astucia.
Pobre e inocente Jin, él que observaba al señor De la Renta como su mayor ídolo aceptaría cualquier trabajo que se le asigne sin rechistar, además sabía que su jefe nunca se aprovecharía de sus empleados. Pero con Taehyung seria diferente, él tenía planeado una pequeña travesura contra su amigo.
-Viajarás junto a mi hijo a la hacienda de los Ayamonte y te encargarás de darme a detalle de los avances del nuevo producto. Esa será tu nueva tarea.
Jin miró discretamente a su amigo e indirectamente lo aniquiló. Esto había sido obra suya, solo por dejarlo enfrentar el destino por su cuenta. ¿Cometió un error para que lo arrastre a él también? "Con amigos así para que enemigos"
-Con todo respeto señor, ¿qué debería hacer con los documentos en mi escritorio? -preguntó respetuosamente.
Excusas, excusas no podía decir nada más, tampoco negarse.
-Alguien más se encargará de ellos -sonrió todo despreocupado, como si tuviera las facilidades para cumplir con su palabra. Efectivamente podía, como alto mando podía hacer lo que se le plazca. Como no, si era dueño de una de las más grandes y respetadas empresas. Y para suerte de Jin, el señor De la Renta tenía solución para todo.
-Siendo así, no creo que halla algún problema para no ir -su sonrisa tembló y sus cejas cayeron mostrando simpatía mezclada con nerviosismo.
-Genial, sus boletos están listos solo les queda alistar sus maletas lo más pronto posible. Los quiero a ambos temprano en el aeropuerto.
-Qué alegría saber que iremos juntos amigo -abrazó por los hombros.
-Esta me la pagas -susurró entre dientes, mientras se despedía de su jefe con la mano al aire.
-¿Tu postre favorito?
-Miles de ellos.
-Lo que quieras.
©
"La llegada de lo inesperado
Abre las puertas de un nuevo camino,
¿Pero saben cuál es el camino correcto?
El que uno elija a pesar de las consecuencias de tu elección
El final de tu camino depende de ti"©
Taehyung llegó dos horas antes de su vuelo al aeropuerto, sus maletas pasaron por revisión y solo le quedaba esperar que anunciaran la hora del vuelo. Jin estaba a su lado en total silencio, ignorando su presencia. Como no si él lo llevo a esto, a estar sentado a su lado. Él llegó media hora después refunfuñando y arrastrando su equipaje, hasta le dio dos patadas a su bolso cuando se cayó en el apuro de pasarlos por revisión.
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Un amor entre tú y yo, es algo que jamás pensé volver a vivir
Hayran KurguTaehyung cada mañana se levantaba muy temprano esperando la entrega de una carta. Siempre bajaba con una sonrisa en el rostro cada vez que anunciaban que tenía correo. Revisaba su buzón, y una vez más su corazón se rompía, llevándolo a una triste so...