Un suspiro

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Nada parecía real, como si los ojos que estaban viendo fueran ajenos, no sabía que era, ni que se proyectaba frente a mí, los susurros en voces le hablaban a alguna persona pero eran indescifrables, brumoso, demasiado sofocante, había un ser borroso cuya expresión no se podía descifrar....

JIU JIU – un grito desgarrador se escuchó, un joven vestido de amarillo con la garganta desgarrada de dar tantos gritos, con la mente en blanco, caía de rodillas, mientras se aferraba al cuerpo frente a sí, sollozos pidiendo ayuda desesperada, esto no es real, no es real, no lo es...

¿Jin ling? – una nueva voz se hizo presente, esta se fue apagando en el momento en que reconoció a la persona en los brazos de su sobrino, se acercó y confirmó lo evidente, estaba frío, su estómago se hizo un revoltijo.

Jiang wangyin de yummeng jiang había fallecido.

Más bien, se había suicidado.

Marchito, como una cascara, la sangre seca y la que correaba por su garganta, no había duda de que la misma sandu fue utilizada para darle fin a su maestro, la pregunta que abundaba en la sala era unánime, ¿Por qué?

¿Por qué uno de los líderes de secta más importantes había tomado tal decisión?

Jing ling con la mirada rota y el semblante pálido, se preguntaba una y otra vez que era lo que había hecho mal, ¿Qué señales había pasado por alto? ¿Qué indicios había ignorado?

El semblante serio del patriarca yiling daba un ambiente sombrío, uno de miles arrepentimientos que surcaban bajo esa gélida mirada, "¿Por qué no me acerqué antes?", rememoraba las miles de veces que tuvo la intención de retomar la relación con su hermano, dubitativo se retractaba antes de empezar, "ya lo haré en el futuro", "Tenemos toda una vida"...no tenía nada, y ahora solamente tenía una cascara rota llena incertidumbres, donde "el hubiera" no sirve de nada.

Lanz han no sabía qué hacer, nunca sintió nada por el jiang, no obstante, no soportaba ver el sufrimiento de la persona que más amaba, la única ayuda que podía brindar era tomar su mano con fuerza mientras imploraba a los cielos porque su amor volviera a sonreír.

Jing ling ha crecido tanto, pronto no me necesitarás más

El tono aliviado con el que su jiujiu había pronunciado esas palabras había inflado el pecho de jing ling, sin percatarse de aquellos orbes grises que perdían el color, jing ling solo respondió "Ya soy un líder de secta, soy independiente"

Ahora, mirando hacia atrás solo podía sentir un escalofrío, preguntándose si su Jiujiu se estaba preparando para marcharse, apretó sus túnicas hasta que sus dedos se volvieran morados, dejando las lágrimas recorrer sus mejillas, seguía siendo un niño llorón, ¿Verdad?, entonces Jiujiu debería volver para cuidar de él...

....

Miró la carta desgastada sobre la mesa, aún tenía el sello de yummeng jiang, la abrió con suavidad, sintiendo un nudo en su garganta, "Vive una vida feliz, hermano, te ama, jiang cheng", arrugó el papel con la presión de sus dedos, finalmente, por primera vez se derrumbó a llorar, sintiendo los demonios furiosos en su pecho, no había más, pero ardía, las palabras de amor de su hermano le pesaban y le marcaban con sangre, ¿Por qué tuvo que ser tan cobarde? ¿Por qué no leyó esa carta antes? ¿Por qué tenía que dejar todo para después?"

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Nota. Inicié triste pero no creo que la historia vaya a ser muy triste. 

El loto que se pierde en el olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora