Capítulo 7

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Dahyun volteó a Momo haciendo que quedara de espaldas encima de su regazo con la vista al frente.

Las dos mirando hacia el espejo, sus miradas se conectaron por este y no lo apartaron por nada. Tenían sus cuerpos desnudos pero se miraban directamente a los ojos.

— Quiero que mires fijamente ahí, Momo — la mayor como pudo asintió sin separar su mirada de los oscuros ojos dilatados en el reflejo de Dahyun.

Dahyun la levantó haciendo que su miembro quedara alineado y lentamente lo metiera, tanta lentitud que desesperó a la mayor que se sentó haciendo que entrara todo. Fue rápido e inesperado.

Ambas gemieron por la introducción placentera. Dahyun no aguantó mucho y rápidamente la tomó de las caderas para hacer que Momo la monte con ligera rapidez.

La mayor no se negó y empezó a saltar sin despegar su mirada del espejo. Podía ver como el miembro de su alfa desaparecía dentro de ella y este lo sentía tan bien.

— ¡Dahyun! — la alfa menor lentamente aproximó su mano el miembro de la mayor para acariciarlo de arriba abajo, masturbandola como tanto desea.

Las manos magnificas de Dahyun en su miembro la hicieron fascinarse con la sensación placentera que sentía al ser penetrada duramente y por la masturbación en su dura polla.

— ¿Te gusta, Alfa? Como mi polla desaparece en tu trasero. ¿Disfrutas como se entierra entera, Momoring? — las palabras sucias de Dahyun solo la alentaban a saltar más rápido en la dura polla de la Alfa dominante.

Nunca le habían o había hablado así con alguien en el sexo, pero con su Alfa con gusto diría todo lo que le dijese.

— ¿Te encanta como puedes mirar por el espejo tu propia imagen montando mi miembro? ¿Te encanta como el tuyo es masturbado, uh? — Momo asintió sin tener certera de lo que decía la menor pero estaba segura que no mentía con asentir.

Dahyun notó lo perdida que estaba y remarcó a la mayor con deseo haciéndola soltar un grito extenso por la repentina mordida en su debilidad. No sabía muy bien que sentir, dolor y placer eran lo que se le venía.

— Contesta, Momo. ¿Te encanta, no? A cómo estas perdida es obvio que te encanta, Alfa.

— Me... e-encanta Alfa, enserio... me en-encanta — pudo exclamar antes de soltar un tendido gemido y su miembro se sacudiera un poco para luego llegar a su preciado orgasmo soltando todo en la mano de Dahyun y el colchón.

Dahyun sintió su pene hincharse y luego correrse dentro. La mayor sintió ese espeso líquido blanquecino, caliente y pegajoso fluir por su interior, de ese mismo líquido manchó la mano de Dahyun y un poco las sabanas.

— ¿O-Otra? — preguntó Dahyun con esperanza, tenía los ojos dilatados y deseo creciendo otra vez.

— Otra — confirmó la mayor cuando pudo respirar con normalidad.

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¿Alfa? DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora