Vuelveme a Querer [Fedri]#2

[03]

Este capítulo:

(Te quiero mucho ramonsitolindo)

🌻💛

Pedri se miró una última vez en el reflejo de un auto estacionado antes de avanzar hacia la entrada del enorme edificio que se levantaba en frente suyo. 
Una emoción distinta recorriendo su cuerpo con cada paso que daba. 

__ Buenos días... __ Saludo alegremente en recepción. 

__ Buenos días y bienvenida, Señor. Este será su tarjeta de acceso, este día fue programado únicamente para que usted recorra las instalaciones, el lunes recién tendremos listo su oficina y la reunión con los directivos en general. __ la hermosa chica le explicó con un ligero sonrojo, evitando su mirada cada vez que él quería mirarla a los ojos. 

__ Está bien, si me llego a perder mandó un mensaje aquí. __ dijo con una sonrisita. 

__ Está bien, Señor. __ murmuró aún cabizbaja. Pedri se rió y se retiró hacia el ascensor, iba a empezar el recorrido en los pisos superiores. Había un montón que saber, pero daría lo más importante. 

__ ¡Señor detenga el ascensor! __ escuchó el grito infantil, presiono el botón para detener la puerta que estaba por cerrarse. __ ¡Corre Papi! __ un pequeño niño entró a toda velocidad mientras apuraba alguien más detrás suyo. 

__ Pero no puedo si llevo muchas cosas. __ el llamado "papi" entró de manera lenta con unas cuantas cosas en mano. El pequeño niño pulcramente trajeado tomó una de las bolsas. __ Gracias... __ murmuró el recién ingresado mientras bajaba el resto de bolsas en el piso del ascensor. 

__ De nada. __ respondió en un tono bajo. 

__ Papi... ¿dónde está mi identificador? __ el pequeño se revolvió entre las cosas que había en la bolsa. 

__ Lo tengo yo, cariño. __ no pudo evitar prestarle atención, el joven chico que le colocaba un porta nombre al niño. 

__ ¿Me veo lindo? __ preguntó nuevamente. 

__ Lo estás. __ respondió su papá, Pedri sonrió viendo la tierna situación. Su mirada paró en el porta nombre. "Nil Torres López, gerente general en ascenso" se rió nuevamente. Ese niño tenía un puesto más alto. 

__ ¡Oh! Lo siento mucho, no nos hemos presentado contigo. __ su atención se desvió hacia el joven chico. __ Soy Fermin López, él es mi hijo, Nil. Nos estamos yendo a la cafetería. __ dijo con una sonrisa. 

__ Un gusto, soy Pedro González. Estoy incorporándome en el área directiva. __ respondió, el otro asintió. 

__ Soy Nil... __ sonrió ante la acción del menor, quien le extendía su manito y a la par miraba su portanombre. __ Nil... Torres... __ continuó, en ese momento no le prestó atención se despidió de ambos chicos antes de que salgan en el lugar donde era su destino. Él continuó hasta las partes de oficinas directivas, solo una se encontraba en uso. 
Pero optó por no molestar y continuó recorriendo varias áreas que mayormente estaban desocupadas. 
Se encontró con una que otra persona que lo saludaban en un idioma distinto. 

××××× 

Su última parada era la cafetería, estaba un poco cansado por caminar de aquí para allá, pero también quería probar alguno de los menús que la recepcionista le practicó cuando se unió en su recorrido. 

Entró mirando con atención todo a su alrededor no había mucha gente, pero la poca presencia charlaba lo suficientemente fuerte como para llenar de ruido el lugar. Se acercó a la barra de atención. 

__ Buenos días, ¿te gusta pedir algo? __ un chico le preguntó. 

__ Voy a ver que hay en el menú, mientras puedes atender al resto. __ el chico asintió dirigiéndose al lado opuesto. 

__ Un batido de banana con fresas, dos café cortado, por favor. __ se hizo el silencio, una sensación pulsátil en su pecho le hizo respirar con dificultad. Esa voz. 
Desvió su mirada de la carta para verlo ahí, parado mientras repiqueteaba sus dedos sobre la barra de atención. 

__ Ferran... __ murmuró, en cuestión de segundos la atención del otro estaba puesto en él. Su corazón latió con fuerza, dejó el menú sobre la pila y camino hacía la dirección del mayor. __ Ferran. __ repitió. Una emoción indescriptible recorriendo todo su cuerpo, el temblor fue inevitable. 

__ Hola Pedro... __ el murmullo bajo le hizo sonreír, Ferran estaba más guapo, incluso más alto podría decir. Su pelo era distinto, su mirada, su rostro.
Suspiró con encanto, a unos pocos metros de él. A unos pasos de poder abrazarlo, apuró sus pasos pero se detuvo cuando lo escuchó, el grito de emoción y el sonido de pasitos apresurados corriendo hasta detenerse frente a Ferran. 

__ ¡Papá! __ el rostro del mayor cambió, se notó un poco tenso y a la vez pálido. La mirada de Pedri cambio de dirección, dejó de mirar a los ojos del mayor para prestarle total atención a la cabellera castaña ondulada que vestía de la misma forma que Ferran. __ Papi y yo queremos algo de chocolate. __ dicho esto corrió de regresó, inevitablemente su mirada siguió todo ese trayecto. 

Ahí estaba Fermin sentado observando algo en su laptop y a su lado sentado el pequeño Nil tomando unos colores en sus manos. 

Ferran tenía un hijo... El padre de su hijo era Fermin. Ferran había seguido, él no se había estancado en esa despedida de una tarde de septiembre. 

Un nudo se formó en su garganta, el dolor se acentuó en su pecho mientras sentía como poco a poco su corazón se rompía, hasta quedar destruido como nunca antes. Nunca fue tan doloroso mirar a Ferran, no cuando esa mirada demostraba un arrepentimiento que quizás no quería creer. 
Un jadeo doloroso abandonó sus labios antes de sostenerse con cautela por la mesada. 

__ Pedri... yo... yo puedo explicarlo. __ 

¿Que iba a explicar? Él ni siquiera tenía derecho de reclamarle algo de "su familia". 
Dos palabras dolorosas que le hicieron temblar, miró al mayor negando una y otra vez mientras sonreía. 

__ E-Estoy feliz por ti... formaste una familia, ellos son muy lindos... __ 

Cada palabra suya fue como una apuñalada por su propio corazón, arañando su Alma hasta dejarlo sin nada. Hasta reducirlo en añicos y dejarlo desecho. 

"Estoy feliz por ti" y por eso lloraba. Que vil mentira. 

El último Rayo de esperanza se desvaneció totalmente cuando hundido en lágrimas Ferran ni siquiera se atrevió a dirigirle la mirada, se sentía al aire, como un cuerpo sin Alma. 

No sabe cómo llegó a recepción, no sabe en qué momento subió a un taxi, de pronto estaba en la habitación de la casa. Sin soltar ninguna lágrima mirando a la nada. 

Fue muy tonto pensar que Ferran lo iba a esperar, muy ridículo creer que aún lo amaba. Que aún había oportunidad para ellos. 

Se ha quedado sin lágrimas, al igual que sin una parte de su alma y corazón. 

Ferran lo tenía todo... y él... él se quedó sin nada. 

Continuará...

Ahguevo por pendejo😾

Pato🌻